Conecta con nosotros

Noticias

El brote de Covid de China pone en jaque a Apple

Publicado el

Desde que se originase un nuevo brote de Covid-19 en las instalaciones de Foxconn, en la localidad china de Zhengzhou, el pasado mes de octubre, el nivel de producción de Apple se ha visto mermado. La ‘iPhone City’, como se conoce a esta región que alberga al principal ensamblador de la compañía, se encuentra sumergida en un absoluto caos.

Todo ello ha despertado las alertas en la compañía que ve un riesgo latente de que su producción se interrumpa en los próximos meses. Foxconn ha decidido trasladar parte de su producción a otras fábricas de China, mientras que Apple ha optado por buscar nuevos proveedores para aliviar los tiempos de espera de sus suministros. De hecho, quienes adquieren un iPhone de alta gama en EEUU pueden estar esperando actualmente unos 23 días, un tiempo excesivamente elevado para lo que nos tiene acostumbrado el gigante tecnológico.

La política de cero Covid implantada por el gobierno de Xi Jinping, está ocasionando que la presencia de trabajadores en las fábricas de todo el país cada vez sea menor, afectando obviamente a los productores de componentes y a los artífices de los ensamblajes de los iPhones.

El ausentismo está repercutiendo negativamente sobre el almacenamiento, la distribución, la logística y el transporte, es decir, en todos los puntos clave de la cadena de suministro. Sin ir más lejos, una tienda Apple de Pekín tuvo que reducir sus horas de apertura durante la pasada semana debido a que todos sus trabajadores estaban enfermos.

Una ‘negra Navidad’ para Apple

Desde noviembre, se viene vaticinando esta debacle en la temporada navideña, la que mayor índice de ingresos genera a Apple. No obstante, los expertos dilucidaban que en estas fechas la compañía apenas mejoraría sus datos un 8%, unas cifras insignificantes con respecto a lo que nos tiene acostumbrados.

De este modo, todos los estudios señalan que los ingresos de Apple se situarán por debajo de los 123.900 millones de dólares adquiridos durante las Navidades de 2021, y que las ganancias netas experimentarán un descenso de más del 8%. Así lo recoge la última estimación bancaria de Visible Alpha. Ahora mismo se estarían produciendo entre 5 y 15 millones menos de los iPhones necesarios para satisfacer la demanda mundial, por lo que es imposible remediar la ruptura de la tendencia al alza en cuanto al crecimiento económico experimentado durante los últimos 14 trimestres.

¿Qué pasará en 2023?

El futuro no se muestra con más luz. Los datos demográficos demuestran que más de un millón de ciudadanos chinos corren el riesgo de fallecer por Covid durante los meses de invierno, una vez retirados los estrictos controles pandémicos.

Si tenemos en cuenta que una quinta parte de los ingresos de Apple proceden de las ventas que se efectúan en China y que más del 90% de los iPhone se ensamblan allí, es normal la preocupación generalizada que existe en la compañía.

A esto se le suma la tensión por el crecimiento exponencial de la competencia, pues Samsung salió del país en 2019 para diversificar su producción y ensamblaje hasta en cuatro países.

Si la pandemia continúa en esta línea ascendente en China la mentalidad de los ciudadanos se verá afectada e implantarán una ‘política de gasto cero’, donde se volverán a priorizar los gastos y donde se evitarán las grandes compras. A diferencia de lo que sucediese en Europa durante la primavera de 2020, en China esa baja inmunidad y la falta de confianza en las redes de seguridad, podría provocar una caída en picado de las ventas del sector tecnológico.

Aunque no puede subsanar las heridas, Apple sí puede actuar inmediatamente para evitar que el problema vaya a mayores. Por todo ello, sus proveedores taiwaneses más importantes (Foxconn, Pegatron y Wistron) están expandiendo sus operaciones en la India.

De ahí que se pase del ensamblado del 7-8% de iPhone en India al 18% de cara a 2024. Hasta junio Apple deberá analizar cómo evolucionan las líneas de producción y el mercado y si las medidas políticas de China siguen afectando seriamente a sus cadenas de suministro.

Y es que a diferencia de las decisiones que se están tomando en otras partes del mundo, el país asiático sigue mostrándose reacio a implantar nuevos estándares frente al Covid.

Lo más leído