A Fondo
WiFi 8: estabilidad y fiabilidad por encima de la velocidad

Hasta ahora, las versiones más recientes del protocolo WiFi estaban más centradas en el aumento de la velocidad, por encima de la estabilidad de la conexión. Pero la futura llegada de WiFi 8 parece que va a poner fin a esta tendencia, puesto que con ella se está potenciando la consecución de una conexión estable por encima de un aumento de velocidad con respecto a la versión previa.
Conocida oficialmente como IEEE 802.11bn UHR (Ultra High Reliability), su principal característica según recoge PC World, por tanto, es la fiabilidad. Aún así, va a ser también apreciablemente más rápida que la WiFi 7, ya que conseguirá una velocidad de transmisión máxima de hasta 100 Gbps.
Pero esta mejora en la velocidad no es el único avance que ofrecerá, puesto que vendrá acompañado, según la teoría, eso sí, por una tecnología que ya se utiliza en algunos tipos de implementaciones de redes 5G, llamada onda milimétrica (milimeter wave, o mmWave). Esto, como hemos mencionado, según la teoría, porque en la práctica, la implantación de mmWave, que aporta estabilidad a las conexiones, apunta a llevar asociadas ciertas complicaciones, lo que probablemente retrasará la aparición del estándar WiFi 8 hasta la próxima década.
Esta mejora en cuanto a estabilidad es importante para el avance de la conectividad WiFi, porque aunque su versión WiFi 7 ya es muy rápida, hay momentos en los que puede ser inestable. Sobre todo cuando se usa su banda de velocidad ultrarrápida de 6 GHz. El resto de bandas, eso sí, parece que no tienen ese problema. No obstante, es probable que a medida que loss fabricantes vayan perfeccionando sus implementaciones de WiFi 7, el problema vaya desapareciendo progresivamente.
La falta de estabilidad en esta banda puede deberse a problemas del protocolo, o de firmware. En cualquiera de los casos, WiFi 8 está pensada para estabilizarla priorizando la fiabilidad y la eficiencia sobre el rendimiento en bruto.
Mantendrá la misma tasa de capa física máxima que la WiFi 7, 23 Gbps, empleando las bandas de frecuencia habituales en dicho protocolo: 2,4 GHz, 5 GHz y 6 GHz. No parece que vaya a tener mucha innovación, por lo tanto, pero nada más lejos de la realidad. La consigue optimizando los recursos existentes para mejorar la experiencia del usuario.
Co-SR y Co-BF, tecnologías que aportan estabilidad a WiFi 8
Para ello, entre otras cosas, utiliza la tecnología Co-SR (Coordinated Spatial Reuse, o Reutilización espacial coordinada). Su misión es permitir que los puntos de acceso ajusten su potencia de salida, de forma dinámica, con base en la proximidad de dispositivos y otros puntos de acceso.
Con esto, debería reducirse de manera sustancial la congestión de la red WiFi, así como las interferencias. Potencialmente puede mejorar el rendimiento general del sistema entre un 15% y un 25%, lo que lleva a muchas menos conexiones fallidas y a tiempos de respuesta más rápidos. Incluso en redes con mucho tráfico y dispositivos conectados.
Otra de las novedades que incorporará WiFi 8 es la tecnología Co-BF (Coordinated Beamforming o emisión de haces coordinada). Se trata de una tecnología creada a partir de otras empleadas en versiones anteriores del protocolo WiFi, que permite que varios puntos de acceso trabajen de manera colaborativa, dirigiendo señales hacia dispositivos activos de manera más eficaz.
Por eso, está especialmente pensada para mejorar el rendimiento de las conexiones entornos congestionados, y puede mejorar el rendimiento de la conectividad en configuraciones de red de malla entre un 20% y un 50%. Otro de los avances es DSO, una tecnología que asigna ancho de banda a dispositivos de manera dinámica y con base en sus capacidades y necesidades.
Si todo sale según las previsiones de los que trabajan en el desarrollo del WiFi 7, esta tecnología puede mejorar los resultados de las conexiones que la usan en un 80%, o incluso más, lo que acelerará la transferencia de datos. Pero muchos ponen en duda que vaya a proporcionar una mejora tan notable, por lo que habrá que esperar al desarrollo y despliegue definitivo de esta futura versión de WiFi para ver si cumple lo que promete finalmente.
La fiabilidad, clave
Pero a pesar de las mejoras en velocidad y potencia gracias a estas tecnologías, donde residirá la principal ventaja de WiFi 8 es en su fiabilidad. Esta nueva versión del protocolo se desarrollará para que sea más efectiva a la hora de utilizar el espectro de red disponible.
De esta manera, permitirá la conexión simultánea de más dispositivos, sin que por ello haya caídas en el rendimiento. Se trata de una función de gran importancia para abordar las dificultades que supone tener cada vez más dispositivos conectados, tanto en las empresas como en los hogares.
La posibilidad de menor latencia y conexiones más estables puede abrir la puerta a nuevas posibilidades en cuanto a aplicaciones avanzadas, que hacen un gran consumo de ancho de banda y potencia. Por ejemplo, la realidad virtual o aumentada, así como los juegos en tiempo real. En el campo empresarial, también puede ser un avance notable para el crecimiento de la automatización industrial.
Eso sí, como hemos mencionado, todavía estamos bastante lejos de ver la implantación de esta tecnología en empresas y hogares, y productos compatibles. Para empezar, este estándar ni siquiera está terminado. No lo estará, ni se enviará para aprobación, hasta 2027. Si todo sale según lo previsto y no hay contratiempos, es posible que empecemos a ver algunos productos ya compatibles, como pronto, a principios de 2028.
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