Conecta con nosotros

A Fondo

En comprimidos, así serán los wearables del futuro

Publicado el

pastillas

El mundo de los wearables no se limitará en el futuro a las prendas de vestir o dispositivos del tipo Google Glass o los smartphones. Según Hosain Rahman, CEO de Jawbone, en los tiempos venideros será habitual llevar los sensores directamente en el interior del cuerpo. Claro está que primero los fabricantes tendrán que saber romper la barrera que nos hace reticentes a lo nuevo por naturaleza; más aún cuando te dicen que lo nuevo te lo tienes que tragar con un vaso de agua.

Como ya avanzábamos sobre las tendencias tecnológicas para 2016, una parte importante de la previsión se centrará en la información del todo y en el Internet de las Cosas. Los datos se tornan así un elemento fundamental dentro de la ecuación: cada vez habrás más máquinas analizando datos y más sensores recogiéndolos.

No es descabellado entonces aventurar que el ser humano será uno de los objetos favoritos en la recogida de datos. Según un estudio de la consultora CCS Insight, en los próximos cinco años el mercado de los wearables se triplicará, con un valor superior a los 25.000 millones. Esto supondrá pasar de los 84 millones de unidades vendidas en la actualidad a 245 millones en 2019.

Para Rahman, uno de los retos está precisamente en lograr que la gente quiera usar los wearables, y en lo que al futuro respecta, que quiera meterlos dentro de su cuerpo. De momento, los wearables no llegan al nivel de popularidad de los smartphones, aunque poco a poco van entrando en el mercado. Como fabricante de monitores de actividad (entre otras cosas) Jawbone emplea sensores para detectar movimiento, actividad cardiaca, pulso, etc. Pero sigue siendo algo que tienes que llevar puesto.

La propuesta de Rahman habla de introducir los sensores en el organismo para obtener mucha más información de la que ahora pueden recoger las pulseras, por ejemplo. Los sensores del hogar pueden detectar la temperatura del ambiente y regularla, pero no la de las personas particulares; no sabe si alguien tienen frío o calor, si está enfermo, si está durmiendo o viene de hacer deporte.

La asociación con el Internet de las Cosas (IoT) puede ser mucho más interesante, sólo imagina qué podría cambiar en el mundo si el coche pudiera detectar tu nivel de alcohol en sangre y no arrancar; o notar cuándo te estás durmiendo y parar.

En el ámbito de la salud, algunos de estos sensores podría ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, la actividad cardiaca, la cerebral, el buen funcionamiento de los implantes, la asimilación de nutrientes, etc. En cualquier caso, cree Rahman, estos otros «wearables» se convertirán en parte central de la vida de los usuarios, igual que sus smartphones.

Lo más leído