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Nortel concluye la batalla legal ocho años después del concurso de acreedores

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Ocho años después de entrar en concurso de acreedores, Nortel Networks acaba de salir del hoyo, confirmando que pagará unos 7.000 millones de dólares a sus acreedores. Los pagos se llevarán a cabo según el plan aprobado por dos jueces de Delaware y Canadá el pasado martes. Con él se pone fin a uno de los casos de bancarrota más largos de la historia: 2.930 días ha durado, lo que lo convierte en el sexto más largo de la historia empresarial estadounidense.

El caso ha estado salpicados por las luchas por los fondos conseguidos en la liquidación de la empresa, según Reuters. Uno de los jueces que ha llevado el asunto, se lamenta de que «El caso no haya derivado en un acuerdo más pronto, sin todos los gastos y los retrasos originados por la demanda«.

Con esta resolución tomada por ambos tribunales, interconectados por vídeo a lo largo de todos los procedimientos legales, se podrá pagar por fin a los acreedores de Nortel, entre los que están sus proveedores, los jubilados canadienses de la compañía, las agencias gubernamentales y los fondos de inversión, aunque los pagos se producirán a finales de este año que acaba de comenzar.

Nortel Networks, con sede en Ontario (Canadá), fue en el pasado uno de los principales fabricantes de equipo de telecomunicaciones del mundo. En el punto álgido de la burbuja tecnológica de los 90  llegó a tener nada menos que 93.000 empleados y un valor de capitalización en el mercado de 250.000 millones. Pero después de un escándalo contable y varios errores de gestión, la empresa solicitó la bancarrota en enero de 2009. Poco después, ante la incapacidad de la compañía para reestructurarse y continuar con su negocio, se liquidaron todas sus divisiones y filiales en el mundo, con lo que se consiguieron recaudar 7.300 millones de dólares.

Las filiales de la compañía pasaron a manos de varias compañías. Ericsson compró Nortel Móviles y Nokia sus infraestructuras móviles, mientras que Avaya, que acaba de entrar también en concurso de acreedores, se quedó con Nortel Enterprise. Ciena adquirió sus redes de fibra óptica y servicios Ethernet, y las patentes de la compañía se repartieron entre varias multinacionales, entre las que están Apple y Google.

Batallas legales

Todo parecía marchar según lo previsto, pero el dinero obtenido en la liquidación de la compañía pronto desembocó en varias batallas legales por los fondos y las empresas de Nortel en Europa, Canadá y Estados Unidos. Un juez canadiense intentó mediar para conseguir un acuerdo en 2013, pero no tuvo éxito. Warren Winkler, que así se llamaba, calificó entonces el caso como «uno de los procedimientos legales transnacionales más complicados de la historia«.

También ha sido uno de los casos de bancarrota más caros, ya que los costes legales y en abogados han llegado casi a los 1.900 millones de dólares. A pesar de estos costes, el valor de los bonos de Nortel se ha quintuplicado durante el tiempo que ha durado el caso, ya que el proceso de liquidación generó más dinero del que se esperaba en un primer momento. Entre los que más bonos de Nortel tienen está el fondo de inversión de George Soros, Quantum Partners LP; y Elliot Management.

En 2014, los dos jueces que acaban de poner fin a ocho años de litigios, se convirtieron en  supervisores de un juicio transfronterizo para alcanzar una decisión de cara a la división de los fondos de liquidación. Ambos jueces determinaron en 2015 que todos los acreedores de la compañía debían recibir una compensación más o menos parecida. Esto llevó a apelaciones y, finalmente, al alcance de un acuerdo el año pasado.

Foto: Mw12310

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