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¿Qué impacto tendrá en la industria tecnológica el coronavirus de China?

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coronavirus de China

La amenaza del coronavirus de China se amplía a medida que su alcance se extiende por el país asiático y por todo el resto del mundo. Además de las tragedias personales por un número de fallecidos y heridos de distinta gravedad que no paran de aumentar, la epidemia ya está teniendo impacto en la economía mundial y en el ámbito tecnológico.

El pasado jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al coronavirus de China como «emergencia de salud pública de alcance internacional”. Una calificación que hasta ahora se había restringido a China, que únicamente se emplea en epidemias muy graves (solo es el sexto caso declarado como emergencia internacional por la OMS) y que muestra la preocupación ante el potencial de expansión del virus y sus repercusiones sanitarias y también financieras.

¿Qué sabemos del coronavirus de China?

2019-nCoV es un virus de nueva aparición que forma parte de la familia de los coronavirus (ARN monocatenario positivo). El primer caso fue detectado el 31 de diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan, producto del contagio desde una especie de serpiente a un humano en los mercados de la ciudad. El 7 de enero las autoridades chinas identificaron el nuevo tipo de coronavirus y posteriormente se confirmó que se transmite de humanos a humanos.

No se conoce hasta ahora el mecanismo concreto de transmisión, pero se cree que puede hacerlo simplemente con gotas de saliva expulsadas a través de la tos o un estornudo, de forma similar a como se contagia el virus de la gripe (también de la misma familia) u otros patógenos respiratorios. Su incidencia en humanos va desde efectos benignos similares a los de un resfriado común a complicaciones mayores como enfermedades respiratorias agudas y neumonías como las que han padecido la mayoría de fallecidos por este virus.

El coronavirus de China se ha asemejado con el brote mortal de SARS que también apareció en China en 2002 y se extendió por todo el mundo con una tasa de mortalidad media severa que llegó al 13% de los afectados. Otro caso grave reciente conocido fue el MERS de Oriente Medio que fue identificado por primera vez en el año 2012 en Arabia Saudita.

No hay ningún tratamiento específico aprobado hasta la fecha y la alarma ha aumentado por las múltiples incógnitas que rodean a este virus; la facilidad para su propagación de humano a humano; cuánto de peligroso puede llegar a ser; su alcance teniendo en cuenta la enorme densidad de población de las grandes ciudades chinas y su capacidad para viajar a distintas partes del globo en una sociedad tan globalizada. La OMS ha publicado un sitio web con la información del mismo y las medidas básicas de protección.

¿Qué impacto tendrá en la industria tecnológica?

Todas las bolsas mundiales y especialmente la china, han registrado importantes caídas que han reducido el valor de mercado de las grandes empresas. El Shanghai Composite se hundió ayer casi un 8% en su reapertura después de una semana cerrada por las festividades del Nuevo Año Lunar y el temor a un desplome que ha terminado sucediendo a pesar de la inyección de liquidez del gobierno chino en la mayor operación desde este tipo desde 2004.

La caída ha sido mayor en la apertura de la bolsa de Shenzhen, la segunda más importante de China con un mayor peso de firmas tecnológicas y que a la vuelta de vacaciones se ha desplomado un 8,8%, sin precedentes desde el año 2015 y la mayor caída intradía de sus historia. Otras bolsas asiáticas como el Nikkei japonés o la de Hong Kong también han caído con fuerza los últimos días. Sin tanta profundidad, las bolsas internacionales también han terminado contagiándose. Se teme que la presión bajista siga presionando en el corto plazo hasta que no se frene los contagios. El impacto en la economía china será sensible (se calcula en el 2% del PIB), pero limitado en el resto del mundo siempre que el virus no se convierta en pandemia global.

coronavirus de China

El gobierno chino ha puesto en marcha un plan de contención de impresionantes dimensiones con medidas excepcionales que afectan a decenas de millones de personas y a varias ciudades que están completamente «selladas», con el transporte limitado y cuarentenas masivas. Además, se han ampliado las vacaciones del nuevo año en la mayoría de provincias chinas por temor a más contagios y en las zonas más afectadas los empleados no volverán al trabajo hasta el 13 de febrero.

Retrasos en la producción de tecnología

Teniendo en cuenta que China es el mayor productor mundial de dispositivos electrónicos y en sus plantas se fabrican miles de productos de todo tipo y para todas las grandes tecnológicas, es lógico esperar al menos retrasos en la producción. Un ejemplo lo ha ofrecido el analista especializado en Apple, Ming-Chi Kuo, que ha rebajado su pronóstico de envíos del próximo iPhone. Un terminal de bajo coste con lanzamiento previsto en marzo y cuya producción ha sido afectada según las fuentes. La misma Apple, ha ordenado el cierre de tiendas, oficinas corporativas y todos los centros de contacto que tienen en el país hasta el 9 de febrero.

Las cuarentenas han impedido a los empleados el acceso a los puestos de trabajo y fábricas y empresas han tenido que cerrar o mantienen un nivel bajo de producción. Se han citado grandes como Samsung y Foxconn, pero hay otros muchas. Foxconn, principal suministrador de Apple, se desplomó un 10% en la bolsa de Taiwan ante el riesgo de problemas en su línea de suministro.

El problema se puede limitar porque hay ciertas industrias que pueden solicitar exenciones de las cuarentenas y seguir funcionando. Se incluyen suministros de alimentos, suministros médicos o «sectores relevantes para la economía nacional». En señal de la importancia crítica que Beijing le otorga a su cadena de suministro de tecnología nacional, Yangtze Memory Technologies Co Ltd (YMTC), un fabricante respaldado por el estado de chips de memoria flash con sede en Wuhan, la ciudad donde comenzó el brote del virus, confirmó que no había cesado la producción incluso durante las vacaciones del año lunar.

En cuanto a Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC), la mayor foundrie mundial con instalaciones en Tianjin, Shenzhen, Beijing y Shanghai, dijo estar operando parcialmente y que planea reanudar operaciones completas el 10 de febrero. TCL Corp, fabricantes de pantallas y televisores, también espera retrasos en las entregas por la falta de suministros. Lo mismo BOE Technology Group Co Ltd, otro fabricante chino de pantallas.

DRAMexChange, la organización especializada en semiconductores, escribió en una nota de investigación que esperaba que el virus no tuviera un impacto inmediato en los precios de la memoria, aunque podrían retrasarse las expansiones planificadas para algunas compañías.

El brote de coronavirus también ha provocado la suspensión de eventos como la conferencia con desarrolladores de Huawei que tenía previsto celebrarse en Shenzhen los días 11 y 12 de febrero y la Semicon Korea 2020, una feria dedicada a semiconductores. Se espera que el próximo gran evento tecnológico global, MWC 2020 en Barcelona, pueda celebrarse con normalidad aunque con menos asistentes desde China.

A pesar de las recomendaciones de la OMS en cuanto al respaldo al Gobierno chino y a no bloquear el turismo y el comercio internacional, es obvio que el coronavirus está teniendo impacto en la economía y en la industria tecnológica. Su impacto final en cuanto a retrasos en lanzamientos o aumentos de precios dependerá finalmente de la propagación del virus.

También será interesante comprobar los efectos geopolíticos que la epidemia puede traer y si terminan afectando a la guerra comercial, porque el Ministerio de Exteriores chino está acusando a Estados Unidos de «propagar una reacción de miedo en lugar de ofrecer alguna ayuda significativa». Sí, el coronavirus de China es ya una enfermedad también económica.

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