Salud en el trabajo: Amazon instala cámaras térmicas en sus almacenes

Ningún esfuerzo para combatir el COVID-19 es en balde. Lo demuestra la última medida de Amazon, que ha decidido instalar cámaras térmicas en sus centros logísticos y almacenes. Las cámaras instaladas son capaces de medir la temperatura corporal de los trabajadores en todo momento, obteniendo además lecturas de varios grupos de personal de forma simultánea. Esto optimiza un proceso en el que hasta ahora se utilizaban termómetros por infrarrojos, que aunque son rápidos y precisos solo pueden utilizarse de forma individualizada.

La otra gran ventaja que tienen estas cámaras es que no precisan de otra persona para tomar la temperatura, por lo que el riesgo de exposición a un posible contagio desaparece por completo.

La compañía toma esta medida después de que en las últimas semanas se hayan reportado casos de coronavirus en más de 50 almacenes de Amazon solo en Estados Unidos, lo que ha generado una gran controversia entre los sindicatos. A diferencia de lo que está ocurriendo en países como en Francia, por el momento en Estados Unidos no se ha impuesto ninguna restricción al trabajo de la multinacional que sigue operando a un ritmo muy similar al que lo hacía antes de la pandemia.

Así, se sabe que la compañía ya ha instalado estos dispositivos en al menos seis centros a las afueras de Los Angeles y Seattle aunque tanto en estos como en el resto de sus centros, siguen en pie los controles térmicos tanto a la entrada como a la salida, basados en termómetros por infrarrojos. Además la empresa proporciona mascarillas de un solo uso para todos sus empleados.

De momento Amazon es la primera gran compañía que usa unas cámaras, que en los últimos meses se han hecho bastante populares en grandes instalaciones chinas (centros comerciales, aeropuertos, estaciones de tren…) y que se llevan utilizando en el país asiático desde la epidemia SARS de 2003. La de Bezos no será sin embargo la única y empresas como Intel ya han empezado a experimentar con el uso de estas cámaras,

Estos dispositivos, cuyo precio oscila entre los 5.000 y 20.000 euros son muy similares a los que en los últimos días se han encontrado los pacientes ingresados en Ifema. Esta cámara vivió su «momento de gloria» la semana pasada cuando un reportero de Telecinco que estaba informando sobre su instalación en el recinto madrileño registró en su conexión en directo una temperatura que se situaría entre los 37,5 y 38 grados. Ante el revuelo generado en redes sociales, el reportero explicó que se había puesto nervioso, mientras que muchos tuiteros, no muy convencidos por su argumento, pedían encarecidamente que no abandonase el centro.