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La inversión en transformación digital en EMEA superará los 1.200 millones en 2028

Según los datos de IDC, la inversión en la región de EMEA (Europa, Oriente Medio y África) en transformación digital hasta 2028 superará los 1.200 millones de dólares, registrando una tasa de crecimiento anual del 15,8% en el periodo entre 2024 y 2028. El fuerte crecimiento de las inversiones en IA, que están registrando una tasa de crecimiento superior al 10%, es uno de los principales factores de esta subida.
Las inversiones en transformación digital, eso sí, engloban inversiones en tecnologías muy diversas, que van desde la robótica hasta la computación en la nube. En general, según la intención de inversión en ellas, se pueden clasificar en tres grupos: las tecnologías que no registrarán un crecimiento muy acusado, como las relacionadas con los servicios de conectividad y los dispositivos personales; las que crezcan al mismo nivel en inversión en el periodo que lo marcado por IDC para la transformación digital, entre las que están IoT y servicios de TI; y las que crecerán en inversión por encima de lo señalado. A la cabeza de estas están la IA generativa, la computación en la nube y tecnologías emergentes como la realidad virtual y la aumentada.
Además, las empresas están adoptando enfoques diferentes para la inversión, dando prioridad a distintos casos de uso con base en el sector al que pertenecen, y reflejando sus prioridades estratégicas. Así, el sector con la mayor tasa de crecimiento de inversión en el periodo mencionado será la de servicios financieros. Sus empresas se centrarán sobre todo en la ciberseguridad y la experiencia de cliente.
En el sector de distribución y servicios, a pesar del impacto de las tensiones geopolíticas actuales en las cadenas de suministro, los retailers están manteniendo las inversiones en transformación digital. En este caso se centran sobre todo en plataformas digitales y casos de uso de IA centrados en el cliente.
En manufactura y recursos, las empresas del sector están acostumbradas a los despliegues tecnológicos a gran escala, así como a la transformación de procesos y sistemas de trabajo. Con la inversión en IA y en IA generativa que están acometiendo, y que harán a corto y medio plazo esperan mejorar la productividad de sus empleados, lo que les dará oportunidades para crecer.
Mientras tanto, en el sector público tienen un enfoque dual con respecto a la inversión en digital. Por un lado, las restricciones presupuestarias están derivando en una priorización de las inversiones, pero por otro el uso de tecnologías modernas y emergentes va en aumento.
Hay varios factores que influyen en la capacidad de las empresas de invertir en transformación digital en EMEA. En lo que se refiere a impulso y crecimiento, les mueve el imperativo estratégico que supone la IA, que representa una oportunidad crítica para liderar y aprovechar las ventajas que les da ser las primeras en llevar a cabo ciertos pasos. Las nuevas regulaciones, y los ciberataques, en aumento, hacen que necesiten una postura de seguridad y fiabilidad sólida, lo que también lleva a que inviertan en estos aspectos.
En el lado contrario están los proyectos potenciales, que están siendo analizados con cuidado por sus costes elevados y la incertidumbre de obtención de un retorno de la inversión. Las tensiones geopolíticas y las incertidumbres macroeconómicas también están haciendo que las empresas revisen a fondo sus presupuestos para TI. Además, tienen que hacer también frente a obstáculos como la falta de habilidades digitales y los compartimentos estanco en las empresas.
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