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Azure: ¿el futuro de Microsoft?

Una de las apuestas más firmes de futuro por parte de Microsoft es el Cloud Computing y más concretamente Azure, una plataforma de software como servicio que pretende revolucionar las tecnologías de la información. Hablamos con Enrique Fernández-Laguilhoat Blanco, director de la división de desarrollo y plataforma en Microsoft España sobre Azure y su futuro en España, qué previsiones tiene la compañía para su crecimiento en nuestro país y qué panorama va a dejar esta plataforma en el mercado de las tecnologías de la información.

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Una de las apuestas más firmes de futuro por parte de Microsoft es el Cloud Computing y más concretamente Azure, una plataforma de software como servicio que pretende revolucionar las tecnologías de la información. Hablamos con Enrique Fernández-Laguilhoat Blanco, director de la división de desarrollo y plataforma en Microsoft España sobre Azure y su futuro en España, qué previsiones tiene la compañía para su crecimiento en nuestro país y qué panorama va a dejar esta plataforma en el mercado de las tecnologías de la información.

 

Windows, el Windows que conocemos instalado en ordenadores personales y servidores, no es el único caballo de batalla de Microsoft. El sistema operativo y el software como servicio y los datos en «la nube», esa es la propuesta de Microsoft para el futuro: Windows Azure. Se trata de una plataforma flexible, escalable y al alzance de todos, una plataforma en la que la seguridad de nuestros datos y el funcionamiento del hardware y las conexiones ya no dependerán de nosotros, para bien o para mal.

 

 

 

El empuje de Windowa Azure se enmarca en una estrategia de Microsoft por potenciar los servicios «en la nube» en todas sus dimensiones, desde los servicios Live o el Office Web Applications que pronto verá a la luz coincidiendo con el lanzamiento de Office 2010, hasta la Business productivity Online suite, que permite deslocalizar a la nube herramientas como Exchange, Sharepoint o servicios de Office online.

 

 

 

Sin embargo Azure puede que sea el proyecto más ambicionso de Microsoft en la nube, una plataforma que ofrece una solución completa para la implementación de aplicaciones web, sin tener que preocuparnos de ninguno de los servicios, con posibilidades de acceder a bases de datos y aplicaciones de terceros y con una escalabilidad en recursos total. Una solución que, como veremos, puede ofrecer desde el ahorro de costes hasta soluciones de una potencia inabordable hasta ahora. 

 

 

 

Lo que es seguro es que Microsoft apuesta fuerte por Windows Azure. En vísperas de la puesta en marcha de la plataforma en todo en mundo hemos querido conocer la opinión de Enrique Fernández-Laguilhoat Blanco, director de la división de desarrollo y plataforma de Microsoft España, para comporender qué impacto puede tener Azure en el escenario de la informática empresarial en España y cómo se articula esa apuesta en firme que ha puesto Microsoft sobre la mesa.

 

Lo primero que hemos querido saber es su opinión sobre el Mensaje que Steve Ballmer ha venido repitiendo últimamente. Ballmer ha declarado que el 70 por ciento de la fuerza de trabajo de Microsoft está volcada en la nube y que para el año que viene se pretende que el porcentaje aumente hasta el 90 por ciento. Además afirmaba que «todos nuestros productos mejoran a la nube, y la nube hace mejor a nuestros productos«.

 

 

 

Fernández–Laguilohat nos subraya desde el primer momento que Ballmer no está hablando solamente de Azure con sus declaraciones, sino de la nube para el consumo (la plataforma Windows Live), la integración de Xbox Live, los servicios BPOS y todos los productos que actualmente tiene Microsoft implantados en la nube. De hecho Windows, como producto estrella, cada día «es más nube»  según afirma.

 

 

 

Nos comenta que el cambio no sólo se está viendo en la compañía desde el punto de vista tecnológico sino que incluso los comerciales han visto modificadas sus cuotas para estimular las ventas de productos basados en la nube. Al comentarle que parece que Microsoft lanza mensajes contradictorios sobre la implementación de servicios en la nube frente a productos más «en tierra» como su oferta de sistemas operativos, Fernández–Laguilohat  nos comenta que no es así.

 

 

 

Según él y coincidiendo con declaraciones realizadas por Steve Ballmer el año pasado, no todos los servicios pueden provenir de la Web o de la nube sino que lo ideal es una plataforma mixta. Pone el ejemplo de Xbox, que se apoya en Internet para determinados servicios pero para el que es inconcebible que se pueda superar en calidad de imagen y velocidad de respuesta a los juegos que se ejecutan de forma residente en la consola.

 

Una vez oteado el panorama de Microsoft en la nube nos centramos en lo más nuevo , Windows Azure. La primera pregunta al respecto nos surge espontáneamente: ¿para quién es Windows Azure? ¿Que empresas pueden beneficiarse de esta plataforma en España? Aunque Enrique Fernandez-Laguilhoat introduce su respuesta advirtíendonos que es difícil de segmentar el «cliente tipo» de Azure, lo cierto es que el panorama de las empresas que podrían aprovechar las bondades de Azure parece muy bien definido.

 

Por un lado y como clientes más numerosos, señala a aquellos que precisan aplicaciones que pueden tener variaciones en el consumo de recursos muy fuertes. La posibilidad mediante Windows Azure de aumentar recursos en tiempo real (procesadores, memoria, almacenamiento…) permite hacer frente por ejemplo a necesidades estacionales. Pone un ejemplo sobre una aplicación de matriculación de alumnos que recibe un pico de usuarios en fechas muy determinadas. Se pasa, según Fernandez-Laguilhoat, de CapEx a OpEx, es decir, de gastos de capital a gastos operativos.

 

 

 

Otros clientes, pero estos más escasos, son multinacionales o empresas que precisan de una aplicación que tenga un acceso descentralizado y a la que pueda accederse con la misma eficacia desde distintos lugares del mundo sin necesidad de replicar aplicaciones en diversos centros de datos. También permite el acceso a entidades como universidades o instituciones de ordenadores de altísimas prestaciones en cortos períodos de tiempo.

 

En el ejemplo de la investigación, una universidad o laboratorio puede desarrollar un proyecto y luego implementarlo en Windows Azure para obtener los resultados. De esta forma se obtiene el mismo efecto que si se «alquilara» tiempo de proceso y recursos de un superordenador durante un breve período de tiempo por parte de una entidad que difícilmente se podría permitir la adquisición de una máquina similar.

 

 

 

Sobre el escenario actual de Azure en España, Fernandez-Laguilhoat nos comenta algunas cifras: 230 cuentas de pago activadas ya para trabajar con Windows Azure en la actualidad, pero lo que es más importante, más de 6.000 desarrolladores formados en la plataforma en España. Un escenario en pleno crecimiento y con algunos importantes casos de éxito que, según nos comenta, aún no pueden hacerse públicos pero son aplicaciones importantes.

 

Comentamos que, según hemos podido leer en publicaciones especializadas de Estados Unidos, el modelo de tarificación e Azure puede ser algo confuso para empresas acostumbradas a gestionar el gasto de TI de otra forma. Fernandez-Laguilhoat reconoce que no es el modelo tradicional, que no es una máquina dedicada sino un sistema de gran capacidad de conexión, de cómputo y de almacenamiento y todo ello con un modelo escalable y flexible.

 

 

 

Por ello es imposible ofrecer un modelo de tarifas similar al que existe, por ejemplo, para soluciones de hosting. Sin embargo nos asegura que en Windows Azure existen sistemas avanzados de emulación de costes para hacer las previsiones de recursos y precios oportunas por lo que ninguna empresa se va a quedar sin saber qué le va a costar su implementación de Windows Azure.

 

Otro obstáculo que puede aparecer con Azure es la adaptación de los desarrolladores, acostumbrados a otro ecosistema de desarrollo e implementación de soluciones. Fernandez-Laguilhoat nos asegura que la adaptación es inmediata, que se utilizan herramientas ya conocidas como desarrollo en .net y SQL, además de sistemas de terceros como PHP totalmente compatibles. Nos dice que en unas dos horas un desarrollador de aplicaciones web puede estar listo para desarrollar sobre Windows Azure sin problemas

 

 

 

Además Windows Azure permite la interacción con sistemas de terceros o la posibilidad de utilizar bases de datos de empresas e instituciones a través de la pasarela Dallas. Podemos utilizar, por ejemplo, cases de datos de noticias de Associated Press o datos topográficos y de localización de empresas como Navteq o National Geographic directamente en nuestras aplicaciones de Azure mediante SQL.

 

Un tema peliaguo es el de la competencia que Windows Azure puede suponer para las empresas de Hosting, ya que los desarrollos sobre dicha plataforma ya no precisarán de la infraestructura que ofrecen dichas empresas. Fernandez-Laguilhoat nos aclara para empezar que Windows Azure soporta escenarios que un hoster no puede hacer frente y que viene a cubrir una parte del mercado para la que no hay una oferta.

 

 

 

Además insiste en la larga tradición de Microsoft como compañía amigable con el canal y con los hosters en particular. Actualmente tanto unos como otros disponen de la posibilidad de revender soluciones en la nube como el BPOS. En el caso de Windows Azure reconoce que se trata de un producto de venta directa de Microsoft, pero en el «negocio Azure» pueden participar los ISV, desarrollando soluciones sobre Azure para clientes que no tienen por qué saber qué plataforma está detrás de los productos que venden.

Uno de los caballos de batalla en las campañas de márketing en EEUU para Windows Azure es el ahorro de costes. Fernandez-Laguilhoat no cree que la ventaja diferenciadora de Windows Azure sea esa. Incluso para ciertos escenarios (como una web estática, pone como ejemplo) hay soluciones más asequibles. Las ventajas de Windows Azure van mucho más allá por ejemplo asegurando unos niveles de servicio mediante SLA más robustos y la posibilidad de que los recursos de la plataforma crezcan a medida que los necesitemos o que disminuyan si no son necesarios.

 

 

Sobre la flexibilidad del sistema de control y petición de recursos Fernandez-Laguilhoat nos comenta que queda trabajo por hacer. Actualmente la petición se realiza mediante un fichero XML que se envía a Azure. En un futuro la aplicación se mejorará para introducir gráficas de uso, alertas de contingencias como saturación de recursos y todo tipo de herramientas de control sofisticadas.

 

Aún no hay disponibles planes mixtos con aumento de recursos programados o escalables automáticamente y que permitan establecer, por ejemplo, límites en las peticiones. Nos comenta como anécdota que en una Universidad se produjo el caso que un estudiante realizó una petición de mil CPUs para la ejecución de cierta aplicación sin control por parte de los responsables.

 

 

 

Una preocupación que es común para todas las aplicaciones en la nube es, por un lado, la seguridad de las bases de datos que se confían a Microsoft con Windows Azure y por el otro la confidencialidad dela información que contienen esas bases de datos. Fernandez-Laguilhoat no cree que en las empresas haya una preocupación real por la seguridad de los datos o por si éstos están en manos de Microsoft y que responde más a un intento por hacer ruido.

 

Los contratos de Windows Azure están protegidos por compromisos de confidencialidad muy estrictos. Por otro lado los usuarios de la plataforma tienen todas las facilidades para disponer de una copia local de todo lo que esté alojado en Azure. En el lado de la seguridad frente a ataques o intentos de obtener datos por parte de terceros, Fernandez-Laguilhoat afirma que el mayor nivel de seguridad está en la nube.

 

 

 

Reconoce que ningún sistema, ni siquiera Windows Azure, está diseñado a prueba de imprudencias, pero Microsoft con todos sus productos en la nube dispone de unas estadísticas excelentes en cuanto a seguridad frente a ataques o robos de datos. Nos apunta por el contrario una ventaja adicional que ofrece Windows Azure en lo que respecta al almacenamiento de datos confidenciales.

 

La plataforma asegura que las bases de datos de sus clientes están cumpliendo las más estrictas normativas europeas en cuanto a protección de datos sin necesidad de contratar expertos o efectuar costosas auditorías. Admite que puede haber «zonas grises» en casos muy especiales como datos médicos, pero que en un 90% de los casos los usuarios de Azure pueden despreocuparse de temas legales como la LOPD. En cualquier caso existe una asesoría legal para casos especiales.

 

 

 

Fernandez-Laguilhoat nos comenta que la posibilidad de instalar plataformas Azure para terceros (grandes multinacionales, bancos incluso gobiernos) es real e incluso probable, pero que aún no hay nada en marcha. Hay que tener en cuenta, nos comenta, que Windows Azure es un producto de ingeniería y que como tal es perfectamente vendible.

 

Sobre la infraestructura de Azure en Europa hay dos centros de datos, uno en Irlanda y otro en Holanda que simplemente trabaja replicando el centro de datos irlandés. Como nota curiosa nos comenta que en Irlanda se ha instalado en una zona fría para poder refrigerar el centro de datos «abriendo una ventana» para ahorrar energía en sistemas de refrigeración y de paso ser más ecológicos. En Estados Unidos se ubican otros dos centros de datos para Windows Azure y en Asia dos centros más.

 

 

Al pedirle que valore la competencia que pueda tener Windowa Azure actualmente,  Fernandez-Laguilhoat nos comenta que las propuestas de Amazon y Google le parecen más limitadas en cuanto a la amplitud de servicios que ofrecen. Disponen de menos lenguajes y también un menor de nivel de gestión y de control. ¿Esto podría traer problemas con las autoridades antimonopolio como en el pasado en otros productos? Espera que no sea así, pero no es posible vaticinar nada.

 

Sobre el futuro de Azure en España Fernandez-Laguilhoat no cree que los precios de las conexiones en nuestro país pueda suponer un hándicap. Lo importante según él son la calidad y fiabilidad de las comunicaciones y eso parece asegurado actualmente y con una buena evolución. Además parece que las operadoras están interesadas en servicios de valor añadido y en revender aplicaciones Windows Azure.

 

 

 

Tras una intensa charla queda claro que Microsoft ve en Windows Azure la posibilidad de abrir el mercado de Software como servicio para complementar su oferta aplicativa ofreciendo una plataforma que puede ofrecer soluciones a un abanico muy grande de empresas con características únicas, como la posibilidad de escalar en recursos y la gestión desde el punto de vista de seguridad, protección e incluso de cumplimiento de la legislación de las bases de datos.

 

Ofrece una oportunidad única de crecimiento para que pequeñas empresas puedan lanzarse a la aventura de las aplicaciones web con posibilidades ilimitadas de crecimiento a la vez que permite a empresas e instituciones de cierto tamaño un nivel de integración y de recursos extremadamente flexible sin el coste de inmovilizar una infraestructura muchas veces infrautilizada.

 

Además abre la posibilidad de negocio a desarrolladores y empresas de software e incluso a hosters y empresas de comunicaciones que pueden ofrecer aplicaciones y servicios a medida «en la nube» escalables y de forma totalmente transparente. Queda la asignatura de siempre cuando una solución tecnológica es lo suficientemente buena para ofrecer soluciones innovadora: la evangelización. ¿Logrará Microsoft transmitir las indudables ventajas de Windows Azure? ¿Verán otras empresas de hosting o de desarrollo a Windows Azure como una amenaza o como una nueva oportunidad de negocio?

 

Para más información sobre Windows Azure visitad su página web oficial

 

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