Aunque el concepto de Green ICT es relativamente novedoso, son muchas las empresas que aplican, o tienen planes de aplicar, sus directrices debido a sus beneficios potenciales, según concluyen los autores del documento. Así, encontramos que el 45 % de las empresas europeas están implementando un plan de Green ICT, un 5% más que el año pasado.

Las TIC juegan un papel esencial desde muchos puntos de vista. Éstas generan alrededor del 2% de las emisiones mundiales de CO2, las cuales deben –y pueden- ser reducidas. Además, las TIC pueden contribuir en todos los procesos de negocio restantes de manera inteligente para reducir el impacto ambiental.

Green ICT representa para los responsables un medio de ganar influencia estratégica en sus empresas, al permitirles convertirse en los habilitadores de la reducción del impacto medioambiental de otras áreas de negocio, más allá de la infraestructura tecnológica por sí misma. En cualquier caso, se aconseja a las organizaciones crear planes de acción Green ICT que detallen objetivos, prioridades y acciones para conseguirlo.

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