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Evita perder los datos que tienes en la nube

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Kroll Ontrack

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Nicholas Green, director general de Kroll Ontrack Iberia

Los reguladores de telecomunicaciones de la Unión Europea anunciaban a finales de 2012 su deseo de acelerar el uso de cloud computing entre los organismos públicos y las empresas, con la esperanza de impulsar el PIB europeo en casi un billón de euros en los próximos ocho años. Hace un par de semanas conocíamos la noticia de que la informática en la nube generará negocio por valor de más de 200.000 millones de dólares en 2014, y hace sólo unos días, Penteo señalaba en su informe Universo Cloud Computing que a lo largo de este año, un 90% de empresas prevé mantener o incrementar su inversión en servicios cloud.

Frente a este auge imparable de la nube, vemos cómo siguen existiendo dudas sobre la privacidad y las posibles pérdidas de datos, teniendo en cuenta que se almacenan grandes volúmenes de información en servidores remotos a los que se puede acceder desde cualquier lugar, y que por lo tanto, pueden sufrir daños o percances como cualquier otra infraestructura de TI. La nube no es un sistema inmune a la pérdida de datos. Puede fallar al igual que ocurre con un disco duro.

Algunas voces ya se han pronunciado al respecto ante las posibles consecuencias de una pérdida de datos masiva en la nube. Por ejemplo, la Comisión Europea afirma que los expertos deben de clarificar las cuestiones legales relativas a la protección de datos y desarrollar un estándar global que regularice la privacidad de los mismos. En Reino Unido, la Oficina del Comisionado de Información (Information Commissioner’s Office) ha advertido a las empresas y organismos públicos de que la responsabilidad de los datos almacenados en la nube es de quien los ha guardado. Esto implica que, aunque se externalice el procesamiento de esos datos, como sucede con cloud computing, el uso y protección de los datos sigue siendo responsabilidad de las empresas.

Ante este dilema, nuestra recomendación para empresas públicas y privadas que guardan sus datos en la nube es que firmen un contrato por escrito con su proveedor cloud, donde se acoja una cláusula que indique qué limitaciones existen cuando se produce una interrupción en la actividad de su negocio. Por ejemplo, ¿qué tipo de indemnización puede proporcionarme mi proveedor cloud si se produce un corte en el servicio? ¿Cómo será el procedimiento para recuperar la actividad y la información que se haya perdido?

El verano pasado los servidores de Amazon Web Services, dejaron de funcionar durante varias horas debido a un corte de luz. Una violenta tormenta dejó sin servicio a miles de clientes, entre ellos compañías tan conocidas como Netflix, Pinterest o Instagram. Lo cierto es que los proveedores de cloud sólo pueden proporcionar a los usuarios una protección completa de la información alojada en la nube si tienen una cláusula de recuperación de datos incluida en el contrato. Por lo tanto, deben exigirse ciertas garantías al proveedor: tanto las relacionadas con la seguridad física del centro de datos como las actuaciones necesarias en casos de ataque o pérdida de datos. Por último se debe ser consciente de que contratar a un proveedor cloud de otro país implica someterse a diferentes requerimientos en la protección de datos.

Desde Kroll Ontrack hemos comprobado cómo muchos clientes se quejan de que en sus contratos con proveedores de cloud computing no se especifica quién es responsable ante una potencial pérdida de datos. Por eso, nuestro consejo es que siempre que se firme un contrato con un proveedor de servicios de este tipo, se establezca de forma conjunta una cláusula con un proveedor de recuperación de datos para evitar posibles desastres con la información que almacenamos en la nube.

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