Cloud Computing, una tecnología sin límite de recursos

Cualquier cambio, grande o pequeño, al que se enfrente un departamento de TI presenta grandes retos. Normalmente, la mejor manera de afrontar estos cambios y llevarlos a buen puerto es haciéndolos poco a poco.

En el caso del Cloud Computing, la nube proporciona ubicuidad, ya que permite trabajar en cualquier lugar y en cualquier momento, de manera que aumenta la eficacia de nuestros empleados y su nivel de colaboración. Así, el trabajo se simplifica y se mejora la consecución de objetivos.

Es normal que los departamentos de TI puedan desconfiar de todas las alabanzas que últimamente oyen hablar sobre Cloud Computing, pero sobre todo que tengan miedo de equivocarse con el proveedor elegido, ya que hay multitud de estrategias para subirse a la nube y no todas son correctas.

Afronta el reto con la virtualización

La gran ventaja de la nube es su flexibilidad y precisamente ésta es la principal razón por la que todos los departamentos y empresas que desconfían del Cloud Computing pueden tener su oportunidad para probar esta tecnología sin riesgo.

Gracias a los avances tecnológicos, la virtualización se hace accesible y asequible para cualquier empresa innovadora. Una plataforma Cloud IaaS (Infrastructure as a Service) supone la solución más flexible a la hora de afrontar cualquier proyecto; es la tecnología la que se adapta a las necesidades de la empresa y no al revés.

Así, un modelo de negocio basado en Cloud Computing se perfila como la alternativa ideal para empresas que necesitan adaptarse a un escenario económico en constante cambio, donde el tiempo de reacción a la hora de afrontar nuevos retos y la capacidad de respuesta ante posibles incidencias resulta vital.

¿Qué ocurre si descubro que necesito el doble de RAM o si quiero instalar una aplicación que requiere más espacio en disco? Con un esquema IaaS es posible adaptarse a los cambios y nuestro proveedor nos puede ofrecer justo lo que necesitamos en cada momento.

Así, la posibilidad de desplegar una infraestructura de red casi a medida, incluyendo soluciones como balanceadores de carga (que pueden trabajar sobre un entorno virtualizado), sistemas de backup remoto, almacenamiento externo o herramientas capaces de clonar o redimensionar sin necesidad de interrumpir operaciones.

Ante un escenario crítico, la flexibilidad, la fiabilidad y la seguridad que ofrece una infraestuctura Cloud Computing otorga a la empresa la independencia que necesita.

Tú tienes la llave

El paso de una infraestructura física al Cloud implica muchos cambios, pero nunca debe significar problemas relacionados con la seguridad o la estabilidad de nuestra plataforma, sino todo lo contrario. Un entorno basado en la nube requiere unos protocolos de seguridad similares a los de los servidores físicos.

Es crucial entender que los entornos virtuales están sujetos a una diversidad de riesgos similar a la de los entornos tradicionales. En cualquier servidor, ya sea público o privado, pueden sufrirse daños, errores, fallos de software… o incluso pueden producirse errores humanos.

La ventaja de la virtualización es que podemos recurrir a backups de imágenes completas, montar máquinas espejo que redunden nuestra información en caso de fallo o ampliar nuestra capacidad para guardar más copias de seguridad de manera flexible y cómoda.

Un servicio a tu medida

Disponer de un proveedor Cloud que conozca las necesidades de tu negocio es vital. No se trata de contratar la solución más barata y rentable, serán nuestros datos los que guardemos en la nube, y los datos son dinero. Confianza, control y seguridad son los servicios que ofrece Arsys a sus clientes. Su variedad de servidores virtualizados se adapta a cualquier empresa y sobre todo a aquellas que están creciendo porque pueden modificarse en cualquier momento. La seguridad también es clave para Arsys, por eso ofrecen sistemas recuperación, firewalls y puntos de restauración. Y lo más importante, restauración de backup automática.

Más información en www.arsys.es

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