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Cómo ha influido la tecnología en la transformación de la F1

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La Fórmula 1 ha cambiado mucho en los últimos años, hasta el punto de que, si cualquier aficionado, se asoman a un box estará de acuerdo en que tienen poco que ver con los de hace años. Antes todo era mecánica pura, ahora, la tecnología lo domina todo: desde las tripas de los coches hasta la fábrica donde se construyen y la infraestructura que da apoyo al equipo. Ningún equipo es ajeno a ella, y no podrían competir sin ella.

El equipo Williams F1 es un ejemplo de ello, tiene un departamento de tecnología, ahora al mando de Graeme Hackland, que en su día era el responsable de uno de sus máximos rivales en la competición, Lotus. Desembarcó en Williams para encargarse de su transformación digital, y pasar de una infraestructura basada en local a otra con su centro en la nube y con sistemas más flexibles.

Hackland ya lideró el mismo proceso en el equipo Lotus F1, por lo que contaba con bastante experiencia, según ha comentado el propio Hackland a V3, en una entrevista en la que ha ofrecido detalles sobre el uso de la tecnología para mejorar el rendimiento de los monoplazas en carrera.

Según Hackland, en Williams se plantearon cambiar de estrategia después de 2013, cuando el equipo tuvo una temporada muy dura y unos resultados por debajo de los esperado. Por lo tanto, decidieron que era hora de cambiar cosas. Él llegó al equipo ante la oportunidad que suponía ser el responsable del salto tecnológico del equipo. Porque lo que rodea a la F1 está mucho más allá del coche: «Cuando se habla sobre la tecnología en la F1 se tiende a pensar en el coche. Yo estoy mucho más centrado en la tecnología y los sistemas de información que podemos poner en marcha para que los ingenieros puedan hacer su trabajo«.

Parte de la estrategia de renovación tecnológica del equipo pasaba por asociarse con la consultora Avanade, que ha aportado herramientas de visualización de datos para sacar partido de la información que recogen los sensores que hay en un coche de F1. Según Hackland, solo en un fin de semana de competición, el equipo recoge unos 120 GB de datos del coche y otras fuentes.

La nube, el centro de la transformación digital de la F1

Tal cantidad de información requiere sistemas para almacenar y procesar la información. Pero dado que el espacio es un bien escaso en un box de F1, se optó por la nube. En concreto, Hackland decidió utilizar infraestructura convergente de Nutanix, consiguiendo que los servidores del equipo pasen de cuatro a dos. Ahora también usa un enlace MLPS de 100 megabit para enviar los datos a la fábrica de Williams para utilizarlos en optimizar el desarrollo de los bólidos del futuro, y para desarrollar tecnología que pueda utilizarse en otros sectores más allá de la F1. La velocidad de la conexión permite el envío de los datos a la fábrica casi en tiempo real, a diferencia de lo que sucedía antes.

Uno de los aspectos clave de la tecnología en la F1 es, al igual que sucede en otros sectores del mundo de la empresa, la adopción de la nube. Según Hackland, «la nube está en el futuro de todas las empresas, y los equipos de F1 la están utilizando. Antes, todos los CIOs utilizaban la seguridad como pretexto para no hacerlo, pero eso es cosa del pasado. Hay bastantes casos de uso para demostrar que puedes asegurar tus datos en la nube, Puedes hacerla tan segura como quieras, a medida. Y creo que muchos de nosotros tendemos hacia el uso de la híbrida, con la posibilidad de cambiar de nube pública y privada cuando se necesita«.

De hecho, la nube es mucho más que una simple tecnología nueva para el equipo, ya que necesita contar con la posibilidad de aumentar o reducir recursos cuando se necesita. Según Hackman, en ella tienen sus entornos de desarrollo y pruebas, por lo que no importa dónde estén sus desarrolladores. Pueden trabajar sin problemas ni restricciones. Un sistema fuera de la nube se los pondría, y con la ella tienen toda la flexibilidad necesaria para poder utilizar más recursos a medida que los vayan necesitando en los proyectos en los que trabajan.

Hackman apunta a que incluso han movido la web Williams.com a Microsoft Azure, para dar respuesta a la gran demanda que tiene la web de su equipo en determinados periodos del año, lo que le permiten aumentar los recursos que destinan a ella a voluntad. Para él, utilizar la nube tiene sentido, sobre todo en términos de fiabilidad y disponibilidad, aparte del coste.

En cuanto a los wearables, cuya adopción crece lentamente en el mercado de consumo, tienen mucho potencial en la F1 para Hackman. En el equipo creen que pueden mejorar la velocidad del equipo gracias a ellos, y tienen varias ideas sobre cómo podrían ayudar al equipo que se encarga de todo durante un pit stop a reducir sus tiempos. También ha destacado el potencial de los wearables integrados en la ropa para los conductores, que permitirían que el equipo registrase, por ejemplo, datos sobre el estado físico del conductor, e incluso regular su temperatura automáticamente.

El capital humano también es importante para Hackman, ya que los miembros del equipo son esenciales para conseguir que el coche rinda al máximo. Hasta ahora la mayoría de equipos se han preocupado más por la tecnificación del coche y la interpretación de los datos, y para él, dotar de tecnología a los miembros de un equipo es el siguiente paso lógico a dar.

Lejos de detenerse, la transformación digital del equipo de tecnología de Williams parece que se va a convertir en un proceso constante. Su responsable está al tanto de las innovaciones más reciente, y está en contacto con varias organizaciones de investigación y desarrollo. «Busco áreas interesantes a las que no estén todavía sacando partido otros equipos. Si nos ponemos pronto con ellas, tendremos una importante ventaja competitiva. Creo que el sector en el que vamos a poner nuestro foco durante los próximos tres o cinco años es la analítica. Pero también hay potencial para la Inteligencia Artificial. Creo que hay casoa de uso muy interesantes ya al respecto y he hablado con algunos miembros de la Universidad de Oxford sobre lo que están haciendo«.

Eso sí, para Hackland, todas las innovaciones que se adopten tendrán que implicar ventajas directas para el piloto, ya que la base de las carreras de F1 es su rendimiento. «Integramos innovación en el coche, pero puede que el piloto no le saque el máximo partido porque no es matemática pura«.

Foto: Morio

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