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El fin de la neutralidad de la Red ya es oficial ¿Y ahora qué?

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Las reglas promulgadas por la administración Obama para proteger la neutralidad de la Red han quedado derogadas oficialmente tras la entrada en vigor de la nueva normativa impulsada por el regulador de comunicaciones estadounidense, FCC, con el beneplácito de la Casa Blanca y el Partido Conservador.

De nada han servido los últimos movimientos en el Senado de Estados Unidos para intentar retrasar la puesta en marcha de las nuevas reglas, como tampoco la posición contraria de la Internet Association, que representa a grandes empresas de Internet como Amazon, Facebook, Google, Netflix o Twitter, las editoriales de grandes medios por lo general contrarias, ni la opinión mayoritaria de la ciudadanía contraria en un 83% a la entrada en vigor de estas normas.

El lobby de las poderosas operadoras de telecomunicaciones estadounidenses han ganado la batalla. Que un ex-abogado de la operadora Verizon, desde su actual puesto de presidente de la FCC, haya sido el máximo responsable del proceso de desmantelamiento de la neutralidad en la red, indica por sí sólo quiénes son los impulsores y beneficiados de todo este proceso.

¿Qué es la neutralidad de la Red?

La Neutralidad en la Red es un principio fundamental para salvaguardar una Internet libre, abierta y no discriminatoria. El término fue acuñado en la Universidad de Columbia por el profesor Tim Wu y refiere la manera por la cual los proveedores de accesos a Internet, los gobiernos o las organizaciones principales que regulan su uso, traten al tráfico de datos por igual, sin discriminación, independiente del servicio o aplicación usada, el modo de comunicación o el dispositivo hardware utilizado.

El principio recoge implícitamente algunas exclusiones, como la priorización de las comunicaciones de los servicios de emergencias, la gestión de la propia red de las operadoras o el uso de servicios críticos como los de teleasistencia o en casos de ciberataques globales. Unas excepciones que deben ser conocidas y estar limitadas extrictamente en su número.

Según la organización sin ánimo de lucro dedicada a la conservación de derechos en la era digital, EFF (Electronic Frontier Foundation“la lucha por la neutralidad de la red no implica sólo la protección de los consumidores, sino que defiende derechos fundamentales como el de la libertad de expresión”. Desde la perspectiva de los derechos fundamentales, “la neutralidad de la red equivale al principio de igualdad y no discriminación de los usuarios de la red y su defensa es esencial de cara a evitar que en el futuro Internet acabe bajo el control de unos pocos”, describe la Asociación de Internautas.

neutralidad de la Red

Sin neutralidad de la Red ¿Y ahora qué?

Las normas existentes hasta ahora promulgadas en 2015 por la administración Obama trataban a los proveedores de servicios de Internet como servicios públicos, lo que garantizaba que los servicios que prestan no se limiten en modo alguno, con acceso abierto para todos, trato igualitario del tráfico de datos sin discriminación.

Sin neutralidad en la red, los proveedores de acceso a Internet tendrán la capacidad técnica y la autoridad legal para discriminar los accesos y el tráfico de la Red de redes, cobrando cantidades suplementarias por el uso de determinadas aplicaciones y servicios ofreciendo ventajas competitivas al priorizar accesos y tráfico a quien pague más por ello.

Las nuevas normas dejan abierta la posibilidad de aumentar precios, bloquear determinados contenidos o criminalizar -legalmente- algunos tipos de redes como las P2P. También sustentar el control político de la Red de redes que vemos en muchos países. Pequeñas empresas y start-ups tendrán que soportar estos mayores costes de servicio. Y los que no paguen se encontrarán en una clara desventaja comercial acabando con la competencia.

La Unión Europea en general y países como Francia en particular, han asegurado que ellos sí mantendrán la neutralidad, pero no te equivoques, cuando Estados Unidos estornuda el resfriado alcanza a todo el planeta. Mucho más en tecnología al tener allí su sede todas las grandes de Internet, comercio electrónico, centros de datos para servicios en nube y un largo etc. Las nuevas normas perjudican gravemente a los consumidores, al canal y a las empresas de todo el mundo, especialmente las más pequeñas y start-ups que han sido fuente de innovación en los últimos años.

Quienes se oponen a la neutralidad de la red (principalmente operadoras y proveedores de servicios a Internet respaldados por gobiernos como el de Trump), argumentan que este principio “frena la innovación y desalienta la inversión en infraestructura de telecomunicaciones”, pero -en nuestra opinión- simplemente es cuestión de negocio, no por demanda de servicios sino para conseguir mayores beneficios y también, el control de las redes e Internet.

La Neutralidad en la Red es un principio fundamental y no sólo para proteger la innovación o la oportunidad de negocio en condiciones igualitarias para pequeñas empresas, sino para proteger derechos fundamentales en la era digital como el de opinión y expresión, mantener precios de acceso accesibles, impedir el bloqueo de determinados contenidos y el control político de las redes e Internet.

Coordino el contenido editorial de MC. Colaboro en medios profesionales de TPNET: MCPRO, MuySeguridad, MuyCanal y Movilidad Profesional.

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