Polémica por el regreso de Google a China, empiezan las dimisiones

Google lleva un tiempo considerando la posibilidad de volver a ofrecer los servicios de su conocido buscador en China, una postura que ha generado una gran controversia por todo lo que podría implicar en materia de derechos humanos, ya que en principio esa vuelta no sería posible sin la aceptación y el cumplimiento de las medidas de censura y de recopilación de datos personales que le impondría el ejecutivo chino.

Esta cuestión ha llevado a más de 1.400 trabajadores de Google a pedir explicaciones a los ejecutivos de alto rango, pero no están solos. Varios Senadores y catorce grupos defensores de los derechos humanos han escrito al gigante tecnológico expresando sus preocupaciones por su deseo de volver al mercado chino, y por todo lo que podrían estar dispuestos a aceptar para poder conseguirlo.

Es importante tener en cuenta que Google ha mostrado un claro cambio en sus políticas con el paso de los años. El mítico «don,t be evil» («no seas malo»), un principio que se había fijado la compañía por voluntad propia, empezó a quedar como algo anecdótico y finalmente fue abandonado. Esto es, sin duda, toda una declaración de intenciones por parte de la compañía de Mountain View.

Hasta el momento las explicaciones del gigante estadounidense han sido vagas y nada satisfactorias, una realidad que ha llevado a algunos empleados a abandonar el barco. Jack Poulson, un científico que trabajó para Google durante más de dos años, confirmó abiertamente su dimisión, y la justificó diciendo que sentía que la compañía no estaba cumpliendo su compromiso con la normativa que tutela los derechos humanos al diseñar la aplicación de búsqueda.

Poulson comentó a Reuters que los ejecutivos de alto rango no le concretaron en ningún momento hasta qué punto estaban dispuestos a aceptar las exigencias del gobierno chino, una actitud que han mantenido hasta el día de hoy y que llevó a este científico a dimitir por una cuestión de principios.

Google lleva fuera de China desde 2010, un país enorme que representa un mercado muy jugoso para cualquier tecnológica. Con esto en mente es comprensible que estén deseando volver, pero para que eso ocurra tendrán que ceder por completo a las exigencias del gobierno chino, y como ya hemos dicho en artículos anteriores muchos creen que eso los haría cómplices de una violación de derechos humanos.