La Unión Europea dará 1.130 millones de euros a startups tecnológicas en 2023

El programa de trabajo para 2023 del Consejo de Innovación Europeo (EIC) destinará 1.600 millones de euros a financiación para científicos e innovadores de la Unión Europea que puedan avanzar en tecnologías rompedoras y abrir mercados nuevos. De esta cantidad, el 70%, es decir, 1130 millones, están reservados para la Aceleradora EIC, que da soporte a startups y pymes que desarrollan y comercializan productos y servicios innovadores de alto impacto.

De estos 1.130 millones, 325 se pondrán a disposición de startups que desarrollen tecnologías de futuro que contribuyan a los objetivos estratégicos de la Unión Europea. Entre ellos están el desarrollo de biomarcadores para el cáncer, el almacenamiento de energía, los componentes para computación cuántica o destinados a los semiconductores, la agricultura resiliente, la tecnología espacial o a la iniciativa Nueva Bauhaus Europea. Los 613 millones de euros restantes serán para innovaciones en general.

El programa de trabajo del Consejo de Innovación Europeo para los próximos años tiene tres objetivos destacados: aumentar el flujo de talento a startups muy tecnológicas, aumentar el apoyo a mujeres innovadoras y facilitar la colaboración entre el sector público y el privado.

Hasta ahora, el apoyo del EIC ha conseguido buenos resultados. En primer lugar hay que recordar que su cartera de empresas ha conseguido ya una valoración combinada de 40.000 millones de euros. Entre ellas hay 12 unicornios y 112 con una valoración de más de 100 millones (centauros). Además, el Consejo de Innovación Europeo ha conseguido gestionar incentivos de más de 10.000 millones de euros en inversiones adicionales del sector privado. Por otro lado, también ha conseguido un apoyo de 100 millones de euros para la comercialización de ideas rompedoras.

Eso sí, aunque parece que 1.130 millones de euros es una cantidad de dinero muy grande, no lo es tanto. Es solo una pequeña parte de las inversiones privadas que se hacen en un país en compañías de base tecnológica. Si encima hubiese que dividirlo entre los países miembros, la cantidad que recibiría cada uno de ellos es muy pequeña. No obstante, dado el frenazo que el sector tecnológico europeo ha experimentado en 2022, la inversión pública es fundamental para asegurar la innovación.