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China prohíbe la venta de semiconductores Micron

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La batalla de los semiconductores entre China y Estados Unidos continúa en su punto más álgido. La última estrategia de Pekín ha sido bloquear la comercialización de los chips de Micron Technology alegando que no han superado las revisiones de seguridad cibernética nacionales. Por consiguiente, el gobierno ha emitido un comunicado advirtiendo a los operadores de infraestructuras que no compren estos productos al presentar riesgos realmente graves para los usuarios.

El comunicado emitido por la Administración del Ciberespacio de China (CAC) es bastante certero al respecto y asegura que los semiconductores Micron estaban provocando riesgos de seguridad importantes en las infraestructuras de información críticas. Todo ello repercute negativamente en la seguridad empresarial y nacional.

Este es el resultado de una laboriosa investigación que viene acometiendo China sobre Micron durante los últimos meses, pero que aumenta con creces la escalada de tensión entre ambos países. No obstante, el impacto sobre Micron no será demasiado notorio ya que las restricciones afectarán a la infraestructura de información crítica, es decir, centros de datos y servicios de computación cloud con riesgos de seguridad.

Por consiguiente, no repercutiría negativamente en las cifras de ventas de Micron, pues la mayoría de los chips de memoria que se venden en China son para productos electrónicos de consumo como smartphones y ordenadores portátiles.

Actualmente, más del 10% de los ingresos de Micron proceden de China, por lo que si dejase de operar en cierta medida, otros competidores chinos como SMIC, Hua Hong Semiconductor, GigaDevice Semiconductor o Ingenic Semiconductor se irán haciendo con el control del mercado. De hecho, en las últimas horas, han incrementado el valor de sus acciones en más de un 3%. Algo que también se viene apreciando entre los fabricantes surcoreanos como SK Hynix y Samsung Electronics.

La respuesta desde Washington no ha tardado en llegar. Gina Raimondo, secretaria de Comercio de Estados Unidos, ha mostrado su más firme rechazo a unas restricciones que califica sin fundamento e incoherentes.

Los problemas de ciberseguridad

La revisión establecida por la Oficina de Revisión de Seguridad de la Red de China determinó que los productos de Micron presentaban problemas potenciales de seguridad que había que atajar. De este modo, y en base a la ‘Ley de Seguridad de Redes’, se solicita a los operadores de infraestructuras que dejen de comprar productos de esta marca. A pesar de todo, no han detallado ni los productos específicos prohibidos ni los riesgos de seguridad exactos que éstos provocan.

Una tensión que viene de largo

La situación crítica que se vive entre Washington y Pekín viene desde atrás, pues desde finales de 2022 el gobierno de Estados Unidos ha estado imponiendo amplias restricciones a la exportación de chips avanzados y equipos de fabricación de chips al país asiático por cuestiones de seguridad nacional, aunque el verdadero trasfondo no es otro que frenar el crecimiento económico de su principal competidor en el sector de los semiconductores.

Después del incidente del globo espía, parece que la situación se ha agravado aún más, impulsando que países aliados de EEUU como Japón y Países Bajos impongan también grandes restricciones a empresas tecnológicas chinas. Y es que hay que recordar que China cuenta con numerosos fabricantes de chips que suministran procesadores de gama baja y media para electrodomésticos y vehículos eléctricos en todo el mundo.

En la celebración de la cumbre del G7, el presidente de EEUU, Joe Biden, ha asegurado que las relaciones entre ambos países podrían mejorar pronto. El objetivo, asegura, no es otro que reducir riesgos y diversificar su relación con China, impulsando que el país asiático funcionase en base a las normas internacionales.

Holden Triplett, fundador de Trenchcoat Advisors y antiguo funcionario de contrainteligencia del FBI en Pekín, asegura que la guerra tecnológica entre ambas potencias no parece tener fin y que esta nueva medida es una represalia por los controles estadounidenses a la exportación de semiconductores. De igual modo, recomienda a las empresas que no se dejen llevar por unas acciones estrictamente políticas y sin fundamento económico y empresarial.

De hecho, empresas americanas de chips que comercializan sus productos en China, como Qualcomm, se encuentran ahora en una situación de plena incertidumbre ante el temor a que las restricciones vayan en aumento. Mientras tanto China guarda silencio y califica la investigación sobre los productos de Micron como una medida necesaria en pro de la seguridad nacional.

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