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Intel reinventa la familia Xeon, con la escalabilidad como clave

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Intel reinventa la familia Xeon, con la escalabilidad como clave

Transformación digital, Sociedad de la información, Internet 3.0, la Inteligencia de las cosas… En un periodo de tiempo relativamente corto, estamos viviendo una revolución que va a modificar por completo nuestras vidas. Echar la vista atrás, pongamos 30 años, y ver los cambios, resulta increíble. Pero lo es aún más hacer un ejercicio de imaginación-proyección y, en función a la situación actual, imaginar cómo serán las cosas dentro de otros treinta años.

La sociedad vive muy pendiente de todos esos avances, que van desde la posibilidad de realizar estudios médicos personalizados basadas en el análisis del ADN en un solo día, a sentarnos en el coche y empezar a leer nuestro diario favorito (ya sea en versión online o en papel) mientras el vehículo se encarga de llevarnos a nuestro destino de manera autónoma. Por no hablar de la capacidad de disponer, en tiempo real, de un sinfín de contenidos e información, tanto generales como personalizados, o gestionar de una manera mucho más eficiente el stock de los comercios.

Lo que pasa más desapercibido, no obstante, para el común de la población, son esas enormes infraestructuras que se encargan de gestionar volúmenes ingentes de datos, almacenando, procesando y reenviando información a una velocidad increíble. Son esas instalaciones, los centros de datos, el epicentro real de la transformación digital y de la nueva sociedad que, poco a poco, va llegando,

Consciente de la importancia de los mismos, Intel lleva ya muchos años trabajando en proveer las mejores soluciones para los data centers, razón por la cual, sus plataformas son las más elegidas para el desarrollo y actualización de los centros de procesos de datos. Y esto se consigue no solo creando excelentes soluciones, sino también mirando al futuro y empezando a trabajar hoy en las necesidades de mañana.

Nueva generación de Intel® Xeon®

El último paso en este sentido es el anuncio de la próxima llegada de la nueva generación de procesadores Intel® Xeon®, que además de responder más y mejor a esas necesidades, también ha replanteado por completo la familia, poniendo la escalabilidad en el corazón de la misma.

No en vano, su nuevo nombre es Intel Xeon Processor Scalable Family. Y es que, como ya han podido comprobar los responsables de muchos centros de datos, si hasta hace poco tiempo la escalabilidad era un aspecto importante, ahora resulta un factor clave para garantizar que el data center cubrirá toda la demanda existente, aunque esta no deje de crecer con el paso del tiempo.

Los nuevos procesadores Intel® Xeon®, que serán oficialmente presentados en pocos meses, son los primeros de la generación Skylake (la sucesora de Broadwell) para esta gama de producto, con mejoras destinadas específicamente a las nuevas necesidades de los centros de datos, con optimizaciones que afectan tanto al propio proceso de los datos como a su transmisión y almacenamiento.

Así, en comparación con sus predecesores, Intel apunta a una mejora del rendimiento de hasta un 3,9x, en lo referido a los sistemas basados en la arquitectura de hace cuatro años para tareas de virtualización. Además, cuenta con soporte para las extensiones más populares en la actualidad, como Intel Advanced Vector Extensions 512 (Intel AVX-512), Intel QuickAssist Technology (Intel QAT) e Intel Volume Management Device (Intel VMD).

Para facilitar la elección del producto óptimo para cada necesidad, Intel dividirá los productos de la familia Xeon en cuatro grandes grupos: bronce, plata, oro y platino. De esta manera, resultará mucho más sencillo averiguar a qué segmento pertenece cada modelo concreto y, de esta manera, se agilizará el proceso de elección de una solución concreta para cada necesidad.

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