Cómo separar emociones y negocio

Cuando pones en marcha un negocio es difícil separar las emociones del ámbito puramente laboral. Se pone en juego demasiadas cosas: tiempo, dinero y energía. Aunque también es importante saber que hay que llevar un poco de emoción al negocio para que el trabajo te emocione, según indican en este artículo de Alexander Barclay, Online Marketing Guru – Social Media Master de HootSuite Certified Professional.

Sin embargo hay ciertas emociones que se pueden llamar «nocivas» para el negocio e influyen negativamente en él, porque te lleva a tomar malas decisiones. Barclay se basa en un artículo de Forbes para dar ciertos trucos que limiten ese efecto negativo en la empresa.

1 – Mira las métricas y la analítica

Unos resultados negativos puede poner una situación en perspectiva. Lleva un registro de todo en una hoja de cálculo para que puedas ver bien y con claridad la forma en que se está desarrollando cada aspecto del negocio. Esto puede ayudar a determinar dónde es necesario mejorar y cuáles son los puntos sobresalientes.

2 – Echa un paso atrás y mira las cosas desde una perspectiva estrictamente empresarial

Actúe como si no estuvieras financiera o económicamente involucrado, o pide a un tercero de confianza que te ayude a verlo todo con perspectiva. Si te obligas a salir de esa situación verás más fácilmente lo que es mejor para el negocio, sin que las emociones entren en juego.

3 – Investiga con cuidado cada decisión

Las decisiones emocionales son, a menudo, las más rápidas de tomar. Investigar un poco te puede ayudar, piensa en lo que estás haciendo y busca evidencias de que tomas la mejor decisión posible. Mira en internet, te puede ayudar.

4 – Analiza las decisiones anteriores

¿Dónde has tenido éxito?¿dónde has fracasado? ¿qué factores jugaron un papel decisivo en esto? Si las emociones estuvieron presentes, ¿cómo afectaron al resultado de la situación?

5 – Tómate un descanso

Cuando te sientes presionado, las emociones fluyen, por ejemplo, cuando un empleado comete un error o un cliente deja de pagar un mes. Para garantizar que las emociones no interfieren en tu camino, tómate un descanso. Si estás con un empleado o cliente, excúsate unos minutos. Si la decisión no tiene que tomarse de inmediato, date un poco de tiempo para pensar, volverás a ello con una perspectiva fresca y con menos presión.