Pon un Commodore 64C en tu negocio

Procesador de 8 bits, 64 kilobytes de memoria RAM, salida gráfica de 16 colores (aunque en no pocos casos se empleaban con monitores monocromos)… hablo de un Commodore 64C, concretamente del que puedes ver en la imagen superior. Y, aunque cueste creerlo, la imagen es actual y no ha sido tomada en un museo ni nada por el estilo. No, este ordenador, nacido y puesto en funcionamiento en la década de los ochenta, sigue estando operativo y es empleado, en el día a día, en un taller de Gdansk, Polonia, donde gestiona el sistema de equilibrado de los neumáticos de los coches que pasan por allí.

La historia, de la que se ha hecho eco Cnet, fue publicada en la página Commodore USA de Facebook, meses después de que hiciera pública por primera vez en enero, cuando un miembro del grupo tomó la foto y la publicó en su propio perfil. Desde entonces, afirman, se ha incrementado la demanda de estos sistemas, lo que ha dado lugar a una llamativa subida del precio de los mismos a través de las principales plataformas de ventas y subastas online. El taller, por su parte, afirma que el ordenador no solo sigue funcionando, sino que lo hace a la perfección y que en todo este tiempo no ha dado ni un solo problema, por lo que de momento no se plantean su sustitución.

Y es que todos son ventajas: el sistema es robusto y fiable, funciona (lleva unas tres décadas haciéndolo), no se puede conectar a Internet (menos distracción para los empleados), el riesgo de que sufra el ataque de algún patógeno es tan insignificante que casi provoca risa, etcétera. Es cierto que, para muchos trabajos, sí que es necesario contar con dispositivos de última generación (o al menos de penúltima, y sin duda que no hayan sido testigos de la caída del Muro de Berlín), pero en determinados usos, como es este caso, la apuesta más segura es, sin duda, el bueno conocido.

Este no es, ni mucho menos, el único caso de sistemas «obsoletos» que, pese a ello, siguen en uso. Por ejemplo, hace unos meses te contamos en MuyComputer que un aeropuerto francés sigue empleando Windows 3.1, pese a las complicaciones de gestión y administración que ello supone. E incluso en los comentarios de la publicación de Facebook, hay usuarios que hablan de sistemas de los 90 que, a día de hoy, siguen funcionando y dando un servicio concreto, como gestionar el sistema de iluminación de un centro comercial, según uno de los participantes. No obstante, sin duda este caso es uno de los más destacables, tanto por veteranía del Commodore, como porque basta con ver su aspecto para ser conscientes de que probablemente no haya recibido el mejor trato posible. Y aún así ahí sigue. Admirable.