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YouTube paga a la industria 1.000 millones de dólares anuales por publicidad

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La industria musical no ve con muy buenos ojos a YouTube. Eso es un hecho, dadas las críticas que el popular sitio web de reproducción y creación de vídeo ha recibido por parte de artistas y sellos discográficos en el pasado. Pero a tenor de la cantidad de dinero que el servicio ha pagado a la industria musical en concepto de derechos de autor, bien podría acallar muchas bocas: nada menos que más de 1.000 millones de dólares en 12 meses.

Así ha quedado recogido en un post que el responsable de Desarrollo de Negocio de YouTube, Robert Kyncl, ha publicado en el blog de la compañía. YouTube ha abonado esa cantidad a cantantes, grupos, sellos discográficos y productores en un año. Una cifra que sin duda es más que notable. Al hilo de esta cifra, y según Cnet, Kyncl ha manifestado que «está claro que esta creativa industria tiene dos motores de crecimiento, las suscripciones y la publicidad, y para nosotros es un honor ser parte de ello«.

Con todo esto, YouTube espera suavizar sus diferencias con los críticos a la empresa. O por lo menos convencerles de que lucha contra la piratería y que, a pesar de que hay gran cantidad de música que puede escucharse gratis en su web, gracias a los ingresos por publicidad, la industria de la música puede sacar mucho partido a su servicio, que funciona como un complemento de las suscripciones de pago, el mayor área de crecimiento de la industria musical en la actualidad.

Los responsables de la compañía esperan poner así fin a los enfrentamientos que han mantenido con la industria musical desde hace un año, que tuvo su punto álgido el pasado mes de marzo, cuando se hizo público que el streaming había superado a las descargas digitales como la mayor fuente de ingresos del sector.

A pesar de eso, dicha industria sostiene que los ingresos que proceden de los sitios de streaming que muestran publicidad, entre los que se encuentra YouTube, son escasas. También apuntan a que son mucho menores que las que consiguen de otros tipos de servicios de música, y pronto pusieron en marcha una campaña, muy jaleada por varios sectores del mundillo, que abogaba porque YouTube pagase más a la industria.

Los argumentos del sector

Los argumentos que los profesionales del sector de la música esgrimen no solo contra youTube, sino también contra otros sitios que permiten el streaming de vídeo gratuito, son varios. Pero el principal es que aunque los pagos de las plataformas que se mantienen en base a la publicidad están creciendo, no lo hacen tan rápido como la escucha de música gratis. Y YouTube, al ser la mayor plataforma de reproducción gratuita de vídeo, es el principal blanco de sus críticas.

La respuesta de YouTube, además de hacer público lo que ha pagado a la industria, es señalar que estos desencuentros son un síntoma de las dificultades provocadas por uno de los mayores cambios de la historia de la industria musical: el paso de la venta de canciones y álbumes a otro en la que los ingresos vendrán de las suscripciones y la publicidad.

La compañía ha puesto de manifiesto su compromiso con la industria con su sistema ContentID, que busca y localiza automáticamente vídeos subidos por los usuarios con material protegido por derechos de autor, y ofrece al propietario la posibilidad de conseguir dinero con la publicidad que muestra el clip de vídeo con el contenido en cuestión.

Para sus responsables, YouTube no se compara con servicios de streaming, sino con las emisoras de radio tradicionales, que en Estados Unidos no pagan nada a la industria musical, mientras que ellos les ha pagado más de 3.000 millones de dólares desde que se puso en marcha en 2005.

En el post en el que anuncia la cantidad abonada a la industria a lo largo del último año, Kyncl abre la posibilidad de que la industria de la música pueda llegar a conseguir más dinero de la publicidad del que logra recaudar gracias a las suscripciones. Además, ligó la nueva economía de la música con la de la televisión, un sector en el que los ingresos de las suscripciones y de la publicidad son prácticamente iguales. Pero es consciente de que «para conseguir esto, tanto la industria musical en su conjunto como YouTube tienen que trabajar mucho«.

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