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La letra pequeña de Launchpad Accelerator, el plan de Google para startups

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Launchpad Accelerator

Google no se quiere perder nada de lo que pasa en los círculos de creadores de startups de otros países, sobre todo en los emergentes. Para ello han puesto en marcha el programa Launchpad Accelerator, encargado según Business Insider de proporcionar a las startups ya maduras de países emergentes que participen en el programa los contactos que necesitan para salir adelante, solucionar sus dificultades y expandir sus redes.

La letra pequeña de este programa es «educar» a estas empresas en las mejores prácticas de cara al desarrollo de sus productos, así como acelerar sus curvas de aprendizaje, según las directrices de Google. Con este movimiento, la compañía tiene acceso a sus libros y registros, es testigo de cómo se usan sus productos en mercados con los que están menos familiarizados en Estados Unidos, y extiende sus prácticas a los últimos confines del planeta.

No solo eso, sino que Google también contará, de primera mano, con datos de cómo se mueven online en otros mercados, y podrá adaptar sus productos para que les resulten más atractivos. Según Roy Glasberg, director global de Launchpad, «lo que falta en los países emergentes son historias de éxito. Se necesita un ecosistema«. Este israelí está articulando toda una ideología dentro de Google sobre por qué nacen tan pocas empresas fuera de Silicon Valley.

La teoría de Google es que hasta que alguna empresa consiga una salida a bolsa de gran envergadura o haya sido adquirida por una cifra atractiva, una región en desarrollo no tendrá los recursos necesarios para apoyar a los emprendedores. En la actualidad no tienen fácil acceder a los inversores o, sencillamente, no los tienen. Hay poco talento local que tenga experiencia de primera mano en transformar empresas pequeñas en grandes corporaciones. Así que, cuando esas empresas necesitan encontrar, por ejemplo, un buen científico de datos, o consejos para optimizar la negociación en una ronda de inversión, o qué cambiar para mejorar la tasa de conversión, no tienen nadie cerca para responder sus dudas.

Cómo funciona el programa

Es aquí donde entra el programa de Google, pensado para intentar lo que ni las autoridades ni los parques tecnológicos locales han conseguido: poner en marcha una incubadoras de startups mundial y ayudarlas a que tengan vida propia. Para ello elegirían las más prometedoras y las ofrecerán apoyo incondicional durante seis meses, además de 50.000 dólares a cada una. Básicamente, durante el tiempo que formen parte del programa se las tratará como si fuesen filiales de Google.

Para entrar en el programa, las startups no tienen que ser meras copias de otras compañías. Tiene que ofrecer servicios y productos únicos, así como estar interesadas en solucionar problemas que hasta ahora no se han resuelto. Pero llevar la magia de Silicon Valley a otras ciudades es una tarea que se ha intentado ya tantas veces, que otro intento más casi no altera ya a nadie. No obstante, no deja de ser atractiva para las autoridades de muchos países.

Pero Glasberg afirma que la apuesta de Launchpad es distinta: «Nadie está considerando los mercados emergentes en su conjunto«. Y ofrece detalles sobre su teoría de la victoria de las startups a nivel mundial. «Cuando tienes algunas startups que tienen éxito, regresan a su país y empiezan a invertir en sus comunidades y abren fondos. Si te dedicas a dar impulso a otras startups, consigues una comunidad grande. Eso no existe en Latinoamérica. Brasil nunca ha tenido una gran venta de una empresa. Argentina ha tenido una«. Pero desde el punto de vista de un inversor, según apunta, las startups son arriesgadas, por lo que no se plantean ir a un país en el que nunca ha habido una venta importante.

Los inversores que invierten en empresas de mercados emergentes tienden a buscar un camino más rápido hacia la monetización que los de Silicon Valley, lo que afecta al desarrollo de los productos de la compañía. Algunos pueden incluso solicitar quedarse con una parte mayor de la empresa. Mientras, los trabajadores de la compañía no suelen fiarse por completo de sus empleadores, y suelen pedir salarios más elevados en vez de conformarse con trabajar a cambio de acciones.

La inversión no es la única fuente de problemas. En un país en el que no ha habido ventas de importancia ni salidas a bolsa, suele haber pocos emprendedores con experiencia a la hora de levantar una empresa desde sus primeras fases hasta convertirse en una grande con cientos o miles de empleados. Eso por no hablar de las dificultades que ya de por sí plantean los mercados emergentes: conexiones pobres, comunicaciones difíciles etc. Sobre todo, les falta experiencia.

Es ahí donde entra Launchpad, programa al que Glasberg comenzó a dar forma en 2015. Junto con Google, trazaron una estrategia para identificar las mejores empresas en países emergentes e intentar solucionar todas las dificultades que pudiesen de estas compañías durante un programa de inmersión en Silicon Valley de dos semanas de duración, seguido por seis meses de mentorización a distancia.

Para tener el mayor impacto posible, tanto Glasberg como sus colaboradores decidieron que seleccionarían a startups con cierta madurez, que ya tuviesen productos en el mercado que contasen con una base de usuarios de cierta dimensión. Suelen tener entre dos y tres años y a veces incluso tienen más de 100 trabajadores y han superado ya un par de rondas de financiación. Muchas ya tienen beneficios. Y decidieron optar por no pedirles una parte de sus acciones. El equipo de Launchpad se dedica a aconsejarles y espera que las ventajas para Google lleguen de otras fuentes.

Cuando llegan al programa, se les dice que pueden pedir que les aconseje cualquiera de los 50.000 empleados de Google, ya sea para tratar dudas sobre cómo mejorar en inteligencia artificial o sobre cómo optimizar sus planes de marketing. Y no es una broma, pueden hacerlo. Además, dentro de Google no se les ve como personajes que molestan, sino como gente a la que ayudar, por lo que ponen toda la carne en el asador para solucionar sus dudas.

Además de resolución de problemas, las startups que participan en el programa también reciben sesiones privadas sobre la adopción de buenas prácticas empresariales o la mejora de sus productos para hacerlos crecer.

Pero ¿qué saca Google de todo esto, si no se queda con parte de sus acciones? Pues como hemos mencionado, acceso a todos los secretos de estas empresas: detalles financieros, aspectos técnicos, etc. Además, se hacen una idea de cómo está la comunidad de creación de empresas en las zonas de las que provienen las seleccionadas. Además, dado que les muestran sus productos para empresas, que muchos suelen necesitar, consigue que comiencen a utilizarlos muy pronto, por lo que gana clientes que tendrán muy complicado dejar de usar sus servicios.

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