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Opinión

El open source o la historia del patito feo

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Romain Le Merlus (CEO de Centreon)

Romain Le Merlu, CEO de Centreon.

Desde los primeros ordenadores entregados con el software y su código fuente, hasta la revolución digital impulsada por la nube, el poder de innovación del modelo tecnológico y económico del software libre ha sido siempre uno de los terrenos más fértiles para poner en marcha estrategias de TI acertadas e innovadoras. Pero, ¿en qué medida ese modelo ha fomentado los nuevos usos digitales? Y ¿de qué forma el software libre ha abierto las puertas a una estrategia informática en la que, la facilidad de acceso a la información es fundamental para la transformación digital de la empresa?

En el origen era el software libre…

El origen de la informática está estrechamente ligado al concepto de software libre, cuya definición oficial se remonta a los años 80 cuando Richard Stallman, fundador de la Free Software Foundation (FSF) y padre del Proyecto GNU y de la licencia GPL (por mencionar sus referentes básicos), estableció los principios del software libre. De hecho, los primeros ordenadores se entregaban acompañados del software y su código fuente, incluido el sistema operativo, que los clientes podían modificar con total libertad para poder controlar sus funcionalidades y mantenimiento.

Con el tiempo, y a raíz del éxito del software libre fuera de la comunidad de desarrolladores, apareció el software open source, o de código abierto, concepto acuñado en 1998 por Christine Peterson del Foresight Institute. Por su parte, los puristas consideran que el software libre y el de código abierto no responden a la misma filosofía; el primero es un modelo social, mientras que el segundo es un modelo de desarrollo de software.

El open source o la historia del patito feo

¿Quién no conoce la historia del patito feo que se convierte en un bello cisne? La historia del open source guarda cierta similitud con el cuento de Andersen. Inicialmente, los principios del software libre fomentaban la distribución del software con su código fuente, al que los usuarios podían acceder para modificarlo. Esto ofrecía una auténtica libertad a los desarrolladores.

La distribución libre permitía, de este modo, poner al alcance de todos una serie de tecnologías, algo de lo que se iba a hacer eco la futura revolución digital.

Ahí es donde se complica la historia. La licencia del software libre no tarda en identificarse con una licencia gratuita (la expresión free software lleva a confusión, ya que el término inglés free hace referencia tanto a «libre» como a «gratis»). No cabe duda de que eso contribuyó al éxito del modelo, pero bien podría haberlo perjudicado.

A mediados del año 2000, el mundo ideal donde todos trabajan para distribuir y mantener software de alta calidad sin que el dinero sea el objetivo se resiente. Las empresas de software recuperan el control, pues el usuario de software libre se da cuenta de que todavía requiere servicios de mantenimiento, test y hotline a los que solo estas son capaces de responder.

El modelo open source como motor de la revolución digital: colaboración, asociación, intercambio de información, acceso rápido y a menor coste a las tecnologías…
El modelo de negocio open source evolucionará, en consecuencia, para permitir a los editores financiar el desarrollo de software que cumpla con los criterios de calidad del software no libre, sin perder la filosofía «open» que contribuyó a su éxito inicial.

La difusión masiva de soluciones de código abierto, la libertad y la sencillez que ofrecen y su coste competitivo darán paso a una nueva forma de «hacer informática». Una informática colaborativa que facilita el acceso a la tecnología, con un coste total de propiedad no prohibitivo, una implementación más sencilla, nuevos usos al alcance de todos…, y que acabará por impulsar una revolución digital. De ahí que el open source siga siendo una fuente de inspiración para los fabricantes de software, que, hasta hace pocos años, se mostraban un tanto reacios a apostar por él. Este modelo, antaño reservado a los «hackers utópicos» (siento caer en el cliché), ha llegado, como la web, a madurar e imprimir su sello en la estrategia TI de las empresas.

Web, e-commerce, supervisión, cloud, innovación… todo es open source

Más allá de la filosofía del software libre, el modelo de negocio asociado al open source va a promover los grandes cambios de la era digital. Aunque debería hablar no de un modelo, sino de varios modelos de negocio, pues, también en este caso, la industria del software de código abierto ha sabido ser visionaria y creativa: posibilidad de descargar el software y pagar por los servicios, base del producto gratuita y módulos de pago, modelo fremium en el que una parte básica se ofrece de forma gratuita y se paga por funcionalidades avanzadas, producto gratuito y actualizaciones de pago, licencia «business source», etc.

Además, son precisamente esos modelos que facilitan el acceso a la tecnología los que han permitido el desarrollo exponencial de nuevos usos y otra forma de adquirir el software.

¿La nube? La mayoría de los servidores funcionan en Linux. ¿Los sitios de comercio electrónico? Todas las grandes figuras del sector trabajan con soluciones de código abierto. ¿Los sitios web? Los CMS más utilizados están basados en software libre. ¿Qué decir de la supervisión informática indispensable para gestionar la actividad TI de la empresa? La mayoría de las infraestructuras técnicas e informáticas mundiales se supervisan con software open source.

Muchos son los ejemplos que demuestran la capacidad del código abierto para favorecer no solo las nuevas tecnologías, sino también los nuevos usos. De modo que, según un estudio publicado en 2015 y realizado por la firma europea de consultoría PAC para el CNLL (Consejo Nacional francés del Software Libre) y el Syntec Numérique (sindicato profesional del sector digital francés), el 70 % de los actores del open source invierten más de un 10 % de sus ingresos en I+D+i, y más de la mitad una cifra superior al 15 %.

El uso del open source

Como consecuencia, el open source ha influido en varios aspectos de la estrategia de TI de las empresas.

En primer lugar, ha cambiado la forma de llevar a cabo un proyecto de I+D+i con un enfoque más colaborativo centrado en una comunidad de desarrolladores. Dicha influencia se ve reflejada en proyectos como Wikipedia, en iniciativas open data y en numerosas plataformas de colaboración.

En segundo lugar, ha mejorado la creación de soluciones informáticas, abaratando los costes de desarrollo y reduciendo los plazos de funcionamiento, lo que favorece directamente el Time-To-Market.

Ya no hay que partir de cero. Todo lo contrario. Los desarrolladores unen los componentes del software, algunos de ellos en código abierto, y solo tienen que preocuparse de desarrollar funcionalidades de gran valor añadido. Gracias al código abierto, el software se desarrolla de forma más rápida y a precios más competitivos, además de ofrecer una gran calidad, ya que permite que los distintos miembros de la comunidad compartan sus conocimientos para enriquecer las funcionalidades y probar las aplicaciones.

Por último, pero no por ello menos importante, el open source se ha convertido en un argumento de peso a la hora de defender un presupuesto para TI o para convencer al equipo directivo de implementar una herramienta digital en la empresa. Las aplicaciones de código abierto ofrecen un medio ideal para probar e implementar una nueva solución con menos costes y buenos resultados, sin provocar sudores fríos al director financiero o al director general.

Como la transformación digital manda, el open source ha pasado de ser un «juguete» en manos de los geeks del departamento de infraestructuras de TI, a una forma natural e intuitiva de utilizar la tecnología en todas las áreas de la empresa, incluso en las altas esferas.

Los departamentos informáticos, que conocen los desafíos diarios que supone la transformación digital para las empresas, encuentran un gran apoyo en las soluciones open source. Estas les permiten generalizar y facilitar el acceso de todos los usuarios a los nuevos usos, y se imponen como una herramienta estratégica para la digitalización de los procesos y actividades profesionales.

El equipo de profesionales de MCPRO se encarga de publicar diariamente la información que interesa al sector profesional TI.

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