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Synology DiskStation DS918 +, análisis

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Que decir Synology sea sinónimo de NAS no es casualidad. La firma asiática lleva años dominando el mercado con una combinación de hardware y software espectacular y capaz no solo de ampliar cuota de mercado, sino de fidelizar a los que ya han confiando en la marca.

El producto que analizamos en estas líneas está diseñado para pequeñas y medianas empresas que buscan un NAS de alto rendimiento y que no solo ofrece una ingente capacidad de almacenamiento, sino potencia suficiente para lidiar con transcodificación de vídeo, gestión de grandes volúmenes de datos y uso como hub de recursos multimedia.

Synology no arriesga en diseño y ofrece un producto de líneas muy similares a otros de la línea profesional, con un elegante acabado en color mate. Su estética sobria nos permite colocarlo en cualquier lugar y gracias a su funcionamiento ultra-silencioso no resulta molesto ni en estancias pequeñas.

En el frontal encontramos cuatro bahías para unidades de 3,5 o 2,5” con sistema de bloqueo, cinco LED de indicadores de estado, el botón de encendido y un práctico USB 3.0 frontal desde el que descargar datos al NAS de forma directa.

La parte posterior está ocupada por dos ventiladores de 92 mm. que se encargan de mantener la temperatura bajo control sin excesivo ruido, dos puertos TJ45 de un gigabit, un eSATA, una toma de alimentación y un puerto USB 3.0 adicional.

En su interior, la combinación de un procesador Intel Celeron de cuatro núcleos capaz de alcanzar los 2,3 GHz y que incorpora un motor de cifrado vía hardware junto a los 4 Gbytes de RAM de serie (ampliables a 8) garantizan un funcionamiento impecable y, lo más importante hablando de un NAS, con una elevada cota de fiabilidad.

Uno de los aspectos más interesantes del dispositivo es su soporte para unidades SSD M.2 NVMe 2280 que permiten crear una caché ultrarápida sin sacrificar las bahías principales. Con ella, se dispara el rendimiento de NAS en todos los sentidos, desde el funcionamiento del sistema operativo y las aplicaciones que hagan uso de disco, la multitarea el trabajo de codificación de video.

En lo relativo a sistemas de archivos, Synology propone el salto a Btrfs como la mejor alternativa para sacar partido al NAS. Aunque se puede seguir usando ext4 (compatible con cualquier sistema Linux), Brrfs ha sido especialmente diseñado para superar los problemas a los que se enfrentan las empresas como la tolerancia a fallos, la administración, la seguridad frente a ataques y la protección en caso de catástrofe.

Por supuesto, el sistema operativo exclusivo de Synology sigue siendo el gran valor añadido de este producto. DSM alcanza su versión 6.2 con soporte a largo plazo (LTS) hasta 2023, mejor rendimiento, más posibilidades para trabajar con instantáneas, novedades importantes en seguridad y un sistema de actualizaciones totalmente renovado. Los lectores interesados pueden consultar todos los detalles en la web oficial.

Como es obvio, el rendimiento real un NAS depende de multitud de factores, desde los discos duros instalados, su configuración, la calidad de la red, la demanda de recursos del grupo de trabajo y mucho más. En nuestro caso instalamos dos unidades WD Red de 8 terabytes para nuestros test, en una sencilla configuración RAID 0.

En pruebas de uso real conseguimos tasas de transferencia internas de 70 MB/s y 55 MB/s moviendo datos hacia o desde la red local. Utilizando cifrado los números bajan hasta los 67 MB/s de media, cifras excelentes en todo caso. Durante los días de prueba, el dispositivo mostró un rendimiento sobresaliente, incluso aplicando test sintéticos que tienden a forzar los límites para los que ha sido diseñado.

Conclusiones

El DS918+ es una acertada renovación de su predecesor al que añade un procesador más rápido, más RAM, dos ranuras M.2 y un sistema de bloqueo físico para los discos. En el lado positivo merece la pena destacar el rendimiento, la estabilidad y el ecosistema de software que corona un sistema operativo excepcional: DSM 6.2.

Nos ha gustado especialmente su funcionamiento silencioso y las bajas temperaturas de los HDD. Por otro lado novedades como el soporte Btrfs, el motor de cifrado vía hardware o sus posibilidades de transcodificación hasta 4K lo posicionan como uno de los NAS más completos del mercado.

En el lado negativo, echamos de menos una salida HDMI para aquel perfil de usuarios que piensa en estos sistemas como el centro de su hogar digital. El coste de añadirlo es bajo y, además, ya hay modelos de la competencia que lo incorporan, así que esperamos verlo en futuras iteraciones del producto.

Finalmente y teniendo en cuenta el precio del producto, esperábamos un punto más de calidad en las bandejas y el sistema de cierre de bahías, que apuestan por un plástico que no termina de convencer. En cualquier caso un producto casi perfecto y una de las mejores opciones para cualquier empresa que busque una solución de almacenamiento integral y hecha para durar.

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