IBM pone en marcha su desafío Call for Code 2020, centrado en combatir el cambio climático

IBM ha dado el pistoletazo de salida a su desafío para desarrolladores Call for Code 2020 junto con el creador del desafío David Clark, la Oficina de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Fundación Linux. En esta edición se pone el foco en el cambio climático, y se ha invitado a los desarrolladores de software que quieran participar en ella que desarrollen soluciones que contribuyan a la lucha contra este fenómeno mediante código abierto.

En Call for Code 2019 hubo más de 180.000 participantes de 165 países, que desarrollaron más de 5.000 aplicaciones para el apoyo en desastres naturales, la causa en la que se puso el foco el año pasado. En dicha edición ganó un equipo español, Prometeo, que creó un dispositivo portátil que mide el monóxido de carbono, la concentración de humo, la humedad y la temperatura, destinado a vigilar la seguridad de los equipos de bomberos en tiempo real, así como a mejorar su salud a largo plazo. Actualmente ya ha completado con éxito su primera prueba en un incendio controlado.

Esta edición será la tercera lanzada en Ginebra (Suiza), con Unity Technologies por primera vez entre sus patrocinadores. Estos reúnen también de nuevo a otros que ya han participado en ediciones anteriores. Entre ellos están Persistent Systems, Johnson & Johnson y Capgemini. A ellos también se han unido varios socios nuevos: Red Hat y Nearform. Los equipos que quieran participar en esta edición podrán apuntarse en la web CallforCode.org a partir del 22 de marzo, el Día mundial del agua.

Call for Code 2020 también cuenta con la colaboración del Banco de China, Morgan Stanley, Cognizant, Infosys, Arrow Electronics y la Fundación Clinton. También participan diversas empresas, universidades, fundaciones y personalidades como Ellen DeGeneres, Sting, Jonas Brothers o Morgan Freeman. Además, Bill Clinton será, por tercera vez, uno de sus jueces.

David Clark, Fundador del desafío y CEO de David Clark Cause, ha subrayado que «como parte del 75º aniversario de las Naciones Unidas, estamos orgullosos de trabajar con nuestro socio fundador IBM para ayudar a conmemorar esta ocasión trascendental al enfocar Call for Code 2020 en el cambio climático. Al inspirar y capacitar a los desarrolladores de todo el mundo para que ayuden a combatir esta amenaza global, Call for Code puede generar un impacto real«.

Así, Call for Code 2020 anima a crear aplicaciones a partir de software como RedHat OpenShift, IBM Cloud, IBM Watson, IBM Blockchain o los datos de The Weather Company. El objetivo es conseguir herramientas que puedan tener un impacto humanitario inmediato y duradero en comunidades de todo el mundo. Un estudio reciente de IBM y Morning Consult, en el que participaron más de 3.000 desarrolladores y activistas sociales de varios países, entre los que está España, desveló entre sus resultados que el 77% de los encuestados está de acuerdo con que «el cambio climático es el problema más urgente al que se enfrenta esta generación«.

Según Bob Lord, Vicepresidente de aplicaciones cognitivas y ecosistemas de desarrolladores de IBM, «hay una necesidad urgente de tomar medidas contra el cambio climático e IBM está en una posición única para conectar a expertos humanitarios líderes con los desarrolladores más talentosos y apasionados del mundo. IBM está decidida a identificar, implementar y escalar soluciones tecnológicas que pueden ayudar a salvar vidas, potenciar las capacidades de las personas y crear un mundo mejor para las generaciones futuras«.

Por otro lado, Mami Mizutori, Representante de la Secretaría General de las Naciones Unidas (SRSG) para la reducción del riesgo de desastres, ha destacado que «en los últimos dos años, a través de Call for Code, la UNDRR ha visto el potencial para que los desarrolladores aborden los principales desafíos sociales y por eso tendrán un papel crucial en nuestra respuesta a la emergencia climática. El cambio climático es el problema más crítico de nuestro tiempo, con una multitud de factores que contribuyen y efectos en cascada que no pueden ser resueltos por una sola organización. Necesitamos una red global para combatir este desafío juntos«.