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Opinión

Microsoft Suface Duo: algunas luces y bastantes sombras

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Microsoft adquiere Movial

Como os contamos la semana pasada, Microsoft Surface Duo es es oficial. Los de Redmond quieren volver al campo de la telefonía móvil y quieren hacerlo a lo grande: con un dispositivo de doble pantalla pensado principalmente para que los profesionales puedan exprimir al máximo su productividad.

Con un precio de partida de 1.400 euros, el Surface Duo se presenta como un “smartphone” dos pantallas independientes con tecnología PixelSense (AMOLED) de 5,6 pulgadas y unidas por un conjunto de bisagras que permitirá movimientos hasta 360 grados. Desplegado, ofrece una diagonal de 8,1 pulgadas, similar a muchas de las tablets que encontramos hoy en día en el mercado. Como explican desde Redmond, los usuarios podrán bien trabajar con dos aplicaciones de forma simultánea (una por pantalla) o bien con una que muestre elementos diferentes en cada una de las pantallas.

Con estos ingredientes y más allá de sus características técnicas internas (Snapdragon 855, 6 Gb de RAM, hasta 256 GB de almacenamiento interno, batería dual de 3.577 mAh), ¿tiene futuro en el segmento corporativo? ¿Puede convertirse en un nuevo éxito de la línea Surface o está destinado a ser un nuevo “fracaso smartphone” de Microsoft?

Otros ya lo han intentado

El principal reto al que se enfrenta en este campo es, en nuestra opinión, ser capaz de convencer a los usuarios de lo interesante que puede resultar contar con un smartphone con dos pantallas. No son los primeros que lo intentan. LG lleva en ese empeño hace unos años con un LG V60 como su último intento. Y tampoco es que LG sea un pionero: ¿alguien se acuerda de los netbooks Toshiba Libretto?

Más recientemente, al calor de los plegables, con todos los problemas del mundo Samsung lo ha intentado con su línea Fold (tras el fiasco de la primera generación, veremos si tiene más suerte con la segunda) Huawei (con también problemas, pero por motivos diferentes) con su Huawei Mate X.

A favor de Microsoft juegan algunos argumentos. En primer lugar, es Microsoft y es un dispositivo Surface, con todo lo que ello implica en términos de calidad de construcción, garantía y soporte. En segundo lugar el precio. Sus 1.400 euros lo sitúan sí en la gama más alta del mercado, en la que tiene que competir de tú a tú con los lanzamientos de Apple y los terminales de alta gama de Samsung. Pero a la vez, gracias a que apuesta por bisagras y no por una pantalla plegable, consigue alejarse de los más de 2.000 euros que están pidiendo otras marcas por poner en manos de los usuarios lo último de lo último en movilidad.

Dicho de otra forma: quien esté dispuesto a invertir más de 1.000 euros en un smartphone, el precio en este caso no representa una barrera de entrada insalvable. Lo que nos lleva sin embargo a hablar de determinadas ausencias. Teniendo en cuenta al público que se dirige y la propuesta de valor promete, resulta incomprensible que no ofrezca conectividad 5G. Tampoco, que la doble pantalla sea excusa para “racanear” con la calidad de la cámara o no apostar por lo mejor de lo mejor en otras especificaciones.

Aprovechando la segunda pantalla

Si ofreces un termina con dos pantallas tienes que asegurarte de que la experiencia que vas a ofrecer, justifica su existencia. En este caso, en lugar de jugarse el todo o nada con Windows 10X, aún no completamente pulido y al que se espera que debute en la próxima Surface Neo, Microsoft apuesta por un viejo conocido: Android 10.

Es lógico. A fin y a cuentas la multinacional lleva apostando por la plataforma de Google desde que dejó Windows Mobile a su suerte. Y como ha demostrado en el último Samsung Galaxy Note, los de Redmond tienen todas las aplicaciones que se necesitan para convertir cualquier smartphone Android en un producto “de Microsoft”.

En este Surface Duo, las aplicaciones de Office demuestran que saben lo que se hacen en esa doble pantalla: OneNote permite trabajar con varios blocs de notas de forma simultánea, PowerPoint divide su área de trabajo en dos pantallas (una para la diapositiva actual) la otra para las diapositivas que forman parte de la presentación…etc.

Pero el problema es que más allá de la “implicación personal” de Microsoft, no hay muchos desarrolladores que hayan imaginado qué hacer con ese espacio extra. Es algo que Android ha sufrido en “sus propias carnes” desde que se lanzó al mundo de las tabletas. Los desarrolladores del ecosistema de Google no parecen demasiado interesados en algo que no sea un “smartphone tradicional”.

Por supuesto, los usuarios de ese teléfono podrán consultar su correo electrónico en una pantalla mientras en la otra utilizan Google Chrome o consultan un mapa. Y aquellos a los que les guste trabajar en un entorno multitarea, desde luego lo van a agradecer. En cuanto al resto…permanece la incógnita.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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