La escasez de chips, uno de los principales factores que moldeará el sector TI hasta 2023

Según multitud de expertos y consultoras, entre las que se encuentra Forrester, la escasez de chips va a continuar hasta bien entrado el año 2023. Según esta consultora, probablemente no se resuelva hasta, como mínimo, mediados de ese año, lo que implica que hasta entonces como pronto, las empresas y los productos tecnológicos destinados al mercado de consumo sufrirán una importante inestabilidad de precios, así como problemas de disponibilidad. Por tanto, va a ser uno de los principales factores de influencia en el comportamiento del sector TI en os próximos meses.

Esto supone un problema para muchos sectores tecnológicos, como el de Internet de las Cosas, puesto que lastrará su avance. Tanto, que frenará el crecimiento de este mercado entre un 10% y un 15%. En el sector son conscientes de que la mayoría del suministro de chips se destinará a la producción de CPUs de alta gama, así como al de GPUs. Por eso, los microcontroladores y los sensores que necesitan los dispositivos de Internet de las Cosas tendrán que esperar más para conseguir los suministros que necesitan.

Pero ni siquiera dando prioridad para conseguir chips durante el próximo año y medio a la fabricación de CPUs y GPUs conseguirá que estos sectores alcancen cierta normalidad en cuando a demanda de procesadores y tarjetas gráficas antes de 2023. Al menos en lo que se refiere a las GPUs. Lo ha dejado claro el CEO de Nvidia, Jensen Huang, que según Techradar ha descartado que la escasez de GPUs vaya a terminar antes de 2023.

Huang cree que «a lo largo del año que viene, la demanda va a superar con mucho a la oferta«. Además, ha asegurado que no pueden hacer magia para que cambie la cadena de suministro y conseguir más chips. Por lo tanto, podemos esperar, en cuanto a chips, un escenario muy parecido a 2021. No habrá tarjetas gráficas suficientes para cubrir la demanda, y la escasez de inventario llevará a subidas de precios y reventas por la escasez de chips.

Pero Huang no es el único CEO de empresas dedicadas al desarrollo de procesadores y GPUs escéptico ante el fin de la escasez de chips. Pat Gelsinger, CEO de Intel, aseguró en octubre que no habrá un equilibrio entre la oferta y la demanda hasta 2023. En la misma línea se han manifestado compañías como Toshiba, IBM y TSMC.

Por su parte, Lisa Su, CEO de AMD, competencia directa de Nvidia e Intel, es algo más optimista. Pero tampoco mucho. En septiembre apuntaba al final de 2022 como fecha para que empiece a solucionarse el problema, aunque también apuntaba a que cualquier mejora significativa podría estar todavía a más de un año de producirse.