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La gestión del escándalo de Ericsson en Irak enfada a sus accionistas

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La gestión del escándalo de Ericsson en Irak enfada a sus accionistas

Hace unos días que salió a la luz un posible escándalo de corrupción de Ericsson en Irak, de tal envergadura que ha hecho que su CEO deje la junta de Alibaba para centrarse en los problemas de la compañía. Al parecer, varios trabajadores de Ericsson podrían haber pagado en 2018 a ISIS, de manera indirecta, para facilitar el paso de diverso equipamiento de red a través de controles terrestres en zonas iraquíes controladas por terroristas. Y la gestión de este escándalo parece no haber gustado nada a sus accionistas, que se disponen a votar en las próximas horas sobre este tema.

Al parecer, los accionistas de la compañía están furiosos porque no recibieron información suficiente hasta febrero por parte de la compañía en relación a la investigación del escándalo, cuya salida a la luz ha hecho caer con fuerza el valor de las acciones de Ericsson, abierta en 2019. Además, cuando la empresa les remitió la información, después de que los medios de comunicación comenzasen a hacer preguntas sobre ella, sus acciones habían perdido ya más de la cuarta parte de su valor. Todo hace que la probabilidad de que dejen claro con su votación su enfado sea muy elevada.

Entre otras cosas, en esta votación los accionistas decidirán si al CEO de la empresa, Börje Ekholm, así como a otros de sus directivos, se les puede hacer responsables personalmente de las decisiones que han tomado al respecto de este asunto hasta ahora. Y según las leyes de Suecia, país de origen de Ericsson, si los accionistas que poseen al menos un 10% de los títulos de una empresa no liberan de responsabilidad a los miembros de su junta directiva por las decisiones tomadas por ellos durante el año anterior, la empresa y sus inversores pueden demandarles.

Según Reuters, los votos de los accionistas en relación a este escándalo van a sobrepasar el umbral del 10%, lo que quiere decir que tanto Ekholm como otros miembros de la dirección de Ericsson van a tener que hacer frente a varios problemas. Para empezar, aunque perder la votación no quiere decir que Ekholm tenga que dimitir de inmediato, si contará con más obstáculos para enderezar la marcha de la compañía.

Ekholm no lleva mucho tiempo al frente de Ericsson. Llegó en 2016 de la mano del principal accionista de la compañía, Investor AB, tras una temporada en la que Ericsson tuvo unos resultados muy pobres y afrontó una investigación de las autoridades de Estados Unidos tras varias acusaciones de sobornos en varios países. Ekholm pagó 1.000 millones de dólares al Departamento de Justicia tras negociar un acuerdo, y consiguió revitalizarla. Pero no había pasado un año y la compañía ya tuvo que enfrentarse a los resultados de la investigación, y aunque Ekholm ha estado apostando por la transparencia y animando a los empleados a denunciar incorrecciones, la empresa decidió no comunicar los detalles de la nueva investigación a los accionistas.

Según Ekholm, los descubrimientos realizados no pasaron el porcentaje mínimo de aprobación necesario en las votaciones para hacerlos públicos. Pero más tarde se supo que incluso el Departamento de Justicia de Estados Unidos no conocía los detalles de la investigación al completo. Supuestamente, sí debía de estarlo, tal como quedó acordado entre las partes en 2019.

A este respecto, Ekholm confirmó hace unos días que había dado instrucciones a su equipo para que comunicase la investigación a las autoridades. Pero finalmente no se hizo, y a principios de mes Ericsson cambió de Responsable legal. Prescindió de los servicios de Xavier Dedullen, que se encargó de la gestión del acuerdo en 2019.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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