El primer perro-robot para la industria es español y llegará en 2023

Una startup de Barcelona ha puesto sobre la mesa una invención para revolucionar el sector industrial en España en materia de seguridad; el perro-robot autónomo Keyper. La compañía Keybotic lanza este nuevo proyecto que prevé que esté en el mercado para mediados de 2023 y que caminará en empresas de la talla de BASF o Carburos Metálicos.

El perro-robot Keyper busca hacer más accesible la robótica autónoma, hasta ahora sin presencia en la industria nacional española. Con un modelo de negocio ‘Robot as a Service’, Keybotic propone el alquiler de estos ‘inusuales perros’ en sustitución de las tradicionales máquinas. Keyper contará con un software desarrollo exclusivamente para los sectores industriales.

Un can 100% autómata

De este modo, la incorporación del perro-robot Keyper no precisará de la intervención humana, pues por él mismo realizará rondas de seguridad y mantendrá en perfecto estando los entornos más peligrosos de las industrias. Así pues, podrá moverse entre grava, desniveles, tuberías y escaleras, detectando fugas de gases, vapores y zonas excesivamente calientes.

Además, podrá leer contadores y enviar alertas en tiempo real, con imágenes de control en todo momento, permitiendo que se coordine a su vez con otros perro-robots Keyper para que las tareas de emergencia se ejecutasen de un modo más ágil y eficiente.

El perro-robot cuenta con dos anclajes en los que se pueden instalar sistemas de análisis de imágenes con Inteligencia Artificial (IA), sensores, cámaras térmicas y otras herramientas de elevado rendimiento. Es decir, no es un robot atractivo simplemente, sino útil por sí mismo, sin necesidad de ser teleoperados.

La cofundadora de Keybotic, Irene Gómez, insiste en la idea de que Keyper tiene que ser ‘click to start’, es decir, que al darle a un botón empiece a funcionar y a ofrecer un servicio al cliente. Es tan sencilla su utilización que incluso asegura: “Si el técnico de mantenimiento de la empresa sabe utilizar Instagram, sabe utilizar nuestro robot”.

El potencial de Keyper es inmenso, e incluso podrá mejorar e incorporar nuevos elementos en función de las necesidades de los clientes, ya que el perro-robot es sin duda una plataforma aún por explorar.

Hasta que esta empresa, con sede en Barcelona, no se planteó el problema nunca antes nadie había puesto una solución sobre la mesa. Hay sectores industriales, especialmente el químico, que precisan de la incorporación de perros-robots que realicen de forma autómata aquellas funciones de mantenimiento y seguridad, basadas en movimientos repetitivos, que pudiesen resultar más peligrosas para la integridad humana.

Keybotic nació en 2020 con un presupuesto inicial de un millón de euros, aportado por sus fundadores e inversores privados. Pero, ¿cómo fueron sus orígenes?

Irene Gómez y su socio, Hilario Tomé, estaban estudiando aún en la universidad, pero siempre se mantuvieron ligados a la Asociación de Robótica. En la vida de la propia Irene tuvo una gran influencia Tomé, un gran entendido en materia de robots humanoides.

Pero sin duda, el elemento que cambió la vida de Keybotic y que puso a la compañía sobre el mapa tecnológico fue la creación del concurso estadounidense DARPA Robotic Challenge, organizado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos en 2018. Se dieron cuenta que los robots siempre habían sido teleoperados y ahora querían presentar su innovadora idea en la competición de robótica más importante del mundo junto al NASA Robotics Challenge.

Su éxito en ambos prestigiosos concursos, hacen de Keybotic una empresa referente en la democratización de la robótica aplicada a la industria. Ahora se plantea seguir solucionando problemas en sectores como la minería y como apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad ante derrumbes, incendios o fugas de gases. Y es que con los robots autónomos se salvaguardará la vida de las personas, ya que éstos podrán tomar decisiones eficientes por ellos mismos.