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Estas son las 5 medidas más eficaces para mejorar la eficiencia de tus servidores

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Estas son las 5 medidas más eficaces para mejorar la eficiencia de tus servidores

Los servidores instalados en los centros de datos actuales se caracterizan no solo por su potencia, sino también por su elevado consumo de energía. Consumen tanta, que más de la mitad de la que se gasta en todo un centro de datos la consumen ellos. Por eso, no son pocos precisamente los responsables de este tipo de instalaciones que buscan distintas formas de lograr reducir su consumo de energía. No solo por temas medioambientales, sino porque un menor consumo implica también un gasto menor. Pero sin que el rendimiento se vea perjudicado.

Hay distintas maneras de conseguirlo, pero según el Instituto Uptime, hay varias que, con su aplicación, consiguen rebajar la factura y el consumo de luz sin que haya una merma en el rendimiento. Para llegar a estas conclusiones, el centro ha elaborado un informe a partir de la prueba de 429 plataformas de servidor.

Para probarlas ha utilizado la base de datos SERT (Server Efficiency Rating Tool). La suite SERT es un estándar del sector para la medición de la eficiencia de los servidores. Uptime ha analizado datos de servidores Intel y AMD (sobre todo chips AMD EPYC e Intel Xeon) de esta suite, anotando las ventajas y desventajas de cada tipo de procesador en función de las cargas de trabajo. También ha analizado generaciones de servidores de 2017, 2019 y 2021. A raíz de los datos obtenidos, el instituto ha seleccionado las cinco medidas que permiten aumentar más la eficiencia de los servidores. Son las siguientes:

1 – Sustituir los servidores antiguos por otros más eficientes

Sin duda, los servidores más antiguos tienen un nivel de eficiencia energética menor que los actuales. Así, por ejemplo, la eficiencia de los servidores con chip Intel ha mejoró un 34% entre 2017 y 2019 cuando sus CPUs mostraban un 50% de ocupación, mientras que en el caso de los servidores con AMD, la mejora ha sido de un 140%, según el informe mencionado.

Además, entre 2019 y 2021 los servidores con CPU de Intel mejoraron en eficiencia un 32%, mientras que los que tenían una de AMD mejoraron en este aspecto un 47%. Los servidores de Intel eran más eficientes que los de AMD en 2017 en todos los niveles de uso de la CPU, pero desde 2019 AMD ha dado un salto hacia adelante en este aspecto. Gracias a eso, con servidores de 2021 al 50% de uso, un servidor con AMD medio es un 74% más eficiente que uno con chip de Intel.

2 – No infrautilizar servidores

Los servidores que no están ejecutándose aprovechando toda su potencia son un gasto inútil de energía. En 2020 solo un 36% de empresas usaban sus servidores en un 50% o más. En 2022 este porcentaje era todavía muy bajo: un 47%. Y este dato puede estar inflado, porque algunas empresas que contestaron a las preguntas del instituto puede que se refiriesen en sus respuestas solo a sus servidores con mejor rendimiento.

Las tasas de uso, en general, serían más bajas, porque muchas aplicaciones no se ejecutan de manera consistente. Por ejemplo, el software de empresa se usa mucho en horas de oficina, pero baja notablemente fuera de ese periodo. Por lo tanto, se puede aumentar el uso de los servidores haciendo que los que albergan las apps de empresa ejecuten tareas para las que el tiempo de su ejecución ea menos importante fuera de horas de oficina.

Para conseguir el máximo impacto, las empresas deberían valorar el aumento del uso, además de actualizar los servidores a los modelos más recientes. Combinar un mayor uso con una sustitución de servidores puede hacer que la eficiencia de estos sea más del doble. Esto lleva a un aumento de más del 100% en cargas de trabajo procesadas con la misma cantidad de energía.

Cuando se hace a gran escala, el ahorro en dinero y operaciones, así como el aumento de la eficiencia energética por la reducción del consumo de energía, puede ser muy elevado. Además, con un rendimiento de los sistemas también mejorado. Eso sí, es necesario tener en cuenta que la sustitución directa de un servidor antiguo por un o de mayor capacidad sin aumentar la carga de trabajo que soportaba el antiguo reduce las tasas de uso del sistema, y reduce algunas de las ventajas que ofrece el cambio.

Esto lleva a la necesidad de optimizar la planificación de tareas para aumentar su nivel de ejecución en los servidores cuando se actualiza el hardware. De esta forma es posible realizar todas las cargas de trabajo con menos servidores. De ahí que la sustitución de sistemas pueda salir más económica de lo pensado en un principio.

3 – Elegir máquinas más potentes

La compra de hardware más potente puede tener como resultado un mayor nivel de eficiencia energética. En el caso particular de los servidores con AMD, la eficiencia mejora abruptamente a medida que aumenta la capacidad de trabajo de un servidor. En el caso de los servidores con Intel, las mejoras también son notables, pero menos elevadas.

4 – Aumentar los núcleos del servidor

Otra manera de mejorar notablemente la eficiencia de los servidores pasa por aumentar el número de sus núcleos de procesador. En el caso de los servidores AMD de 2021, que registraron un aumento de los núcleos de 8 a 64, se consiguió triplicar su eficiencia. En el caso de los de Intel de 2021, este aumento fue menor, pero no por ello menos notable.

En este punto es importante señalar que no todas las cargas de trabajo son capaces de utilizar todos los núcleos disponibles. De hecho, algunas funcionarán con más eficiencia con procesadores de menos núcleos, por lo que es importante poner en sintonía la capacidad de los procesadores con las necesidades de las aplicaciones que se ejecutan en el servidor en el que estén instalado. Solo de esta manera se logrará la mayor eficiencia posible en este aspecto. En algunos casos, se pueden utilizar hipervisores y máquinas virtuales para maximizar el uso, pero no todas las aplicaciones son aptas para estos entornos.

5 – Gestionar el consumo de manera efectiva

Las funciones de ahorro de energía de los servidores pueden mejorar todavía más el escenario de eficiencia energética de los mismos. Tanto, que pueden mejorarla en más de un 10%. Estas funciones implican que el voltaje y la frecuencia de las CPU se pueden aumentar o reducir, y los núcleos que no se estén utilizando se pueden mover a un estado de espera con bajo consumo. Pero muchas empresas no las usan porque les preocupa el rendimiento o tener problemas te latencia.

Según el informe del Instituto Uptime, la gestión de energía puede aumentar la latencia entre 20 y 80 milisegundos, lo que no es aceptable para ciertas cargas de trabajo. Además, hay algunas aplicaciones con las que las empresas deciden no utilizarlas porque les pueden dar problemas de rendimiento o de respuesta. Eso sí, hay tareas y aplicaciones en las que estos ligeros retrasos no tendrán impacto en el negocio, y con las que se pueden emplear sin problemas.

Eso sí, en este caso el mayor problema para conseguir una optimización es que en algunas empresas quieren evitar correr riesgos a toda costa. Por eso es recomendable, en el momento de la compra de los servidores nuevos y de ejecutar sus pruebas de rendimiento, asegurarse de que se prueba si la gestión de la energía afecta de manera negativa a las aplicaciones o no.

Si no las afecta, se pueden utilizar las funciones de ahorro y gestión de energía sin problema, e implementar un conjunto de funciones de ahorro de energía que permitan ahorrar en su consumo sin que el tiempo de respuesta y el rendimiento necesario para la ejecución de tareas se vea afectado.

Por tanto para optimizar el consumo de energía de los servidores es necesario tomar cinco medidas: actualizarlos a una generación de servidores más actual, elegir servidores con una capacidad de computación elevada en cuanto a número de transacciones por segundo, aumentar el número de núcleos eligiendo procesadores con más, ser consciente de que aunque un servidor puede ser más eficiente energéticamente su consumo de energía general puede aumentar aunque su eficiencia mejore y utilizar las funciones de gestión de energía reduciendo la frecuencia y voltage de la CPU a medida que se aumenta el uso, pasando los núcleos inactivos a un estado de espera.

Si estás pensando en cambiar los servidores de tu empresa por unos de mayor eficiencia energética pero cuyo rendimiento sea mejor, y no sabes por cuál decidirte, echa un vistazo a esta guía de HPE para elegir el más adecuado para tu negocio.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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