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Los nuevos MacBooks en España

Apple ha traído a España los nuevos MacBooks para presentarlos a la prensa y hemos podido verlos y hasta tocar con nuestras propias manos tanto las nuevas carcasas de aluminio como el nuevo trackpad Multi-Touch. Los detalles técnicos y hasta los precios los conocíamos, pero los pocos minutos que hemos podido probar los recién llegados a la familia de portátiles de Apple nos han dejado una excelente impresión.

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Apple ha traído a España los nuevos MacBooks para presentarlos a la prensa y hemos podido verlos y hasta tocar con nuestras propias manos tanto las nuevas carcasas de aluminio como el nuevo trackpad Multi-Touch. Los detalles técnicos y hasta los precios los conocíamos, pero los pocos minutos que hemos podido probar los recién llegados a la familia de portátiles de Apple nos han dejado una excelente impresión.

 

La presentación de los nuevos MacBooks nos traía a España los últimos ordenadores portátiles de Apple poco después de que Steve Jobs se ocupara de presentarlos como primicia mundial. Una gran oportunidad de tener entre manos estos nuevos modelos que tantos comentarios han suscitado tanto en un sentido como en otro. Durante la presentación repasamos muchos detalles que ya conocíamos pero pudimos darnos cuenta de algunos que quizás pasaron más desapercibidos. Lo que es indudable es que en Apple están muy orgullosos del esfuerzo tecnológico y de diseño que han realizado para fabricar estos nuevos MacBooks. Mucho énfasis en el nuevo método de fabricación, basado literalmente en un bloque de aluminio que se vacía por dentro, y en la política ecológica que abarca tanto las nuevas pantallas, libres de sustancias nocivas, como el empaquetado e incluso el reciclaje de los propios portátiles. Tanto aluminio como el cristal son materiales reciclables y valiosos. Una vez concluida la presentación se destapó la mesa en la que la nueva familia esperaba impaciente para salir al encuentro de nuestra curiosidad.

 

 

La primera impresión, la del tacto, fue realmente positiva. El método de fabricación realmente consigue que parezca que estamos ante un ordenador echo de una sola pieza. El tacto del aluminio es agradable, no demasiado frío, y la sensación de solidez es más que notable. Tan macizo parecen los nuevos MacBooks que casi nos sorprendimos cuando nos mostraron cómo se retiraba la tapa inferior para dejar al descubierto tanto la batería como la unidad de disco duro. Bajo estos elementos se encuentra una placa que desatornillada nos da acceso a las ampliaciones de memoria. Peculiar el funcionamiento de la ranura que permite instalar un sistema de anclaje de seguridad. Este mismo anclaje impide que puedan extraerse las partes internas a las que se accede por la misma tapa. Un sistema muy logrado.

 

 

La pantalla retroiluminada por LED tiene un brillo excelente y un buen contraste. El cristal que protege la pantalla hace un buen trabajo con los reflejos (incluso con el flash que utilizamos) y proporciona una mayor nitidez. Las ya de por sí buenas pantallas de los MacBooks reciben una consistente mejora. El encendido y apagado es instanáneo y la velocidad de funcionamiento de la tarjeta gráfica, sobre todo la 9600 de los MacBook Pro, se nota incluso con las aplicaciones instaladas por defecto. Una lástima que por temas de peso el MacBook Air no pueda disfrutar del cristal que tapa el panel. Con ello el portátil pierde rigidez en la parte de la pantalla y el contraste es algo menor. Eso sí, sigue siendo impresionante sujetar un Air en la mano sin notarlo apenas. Una gran mejora para el Air es sin duda la nueva tarjeta gráfica. Esperamos que se cumplan las cifras proporcionadas por Apple y que la adopción de estas nuevas tarjetas no merme la autonomía de sus portátiles. La presencia de retroiluminación LED en las pantallas es posible que compense el consumo adicional, pero en nuestras pruebas lo comprobaremos con más precisión.

 

 

Más difícil de evaluar es la presencia de procesadores Intel Core Duo más potentes y de memoria DDR3. En lo poco que pudimos trastear la velocidad de respuesta parecía buena, pero es imposible pronunciarse sin unas pruebas en condiciones. Eso sí, el MacBook Pro más potente sí que marcaba diferencias incluso a simple vista. Lo que sí pudimos probar es el nuevo trackpad «cristalino» realmente confortable, incluso para manos de cierto tamaño. Cuesta algo acostumbrarse al nuevo sistema que sustituye los botones del ratón, ya que no basta con rozar sino que hay que «hundir» el touchpad para que responda. Muy interesante la funcionalidad Multi-Touch, sobre todo porque permite que podamos configurarla para cambiar su comportamiento. Estuvimos probando rotaciones, toques múltiples y todas las nuevas funciones del pad y lo cierto es que resulta cómodo.

 

 

Una novedad que quizás quedara algo eclipsada en la presentación original es el Cinema Display de 24 pulgadas pensado para los nuevos MacBook. También funciona con retroiluminación LED. Lo cierto es que visto de cerca conquista. En primer lugar la fuente de alimentación está integrada con la pantalla, lo cual nos hizo desconfiar del posible calentamiento del dispositivo. La sorpresa vino al comprobar al tacto que la carcasa de aluminio, incluso cerca de la rejilla de ventilación de la fuente, estaba prácticamente frío. Muy positivo también el que se hayan concentrado las conexiones en solo dos cables. El cable de conexiones se desdobla en tres proporcionando alimentación para el MacBook (otra idea genial, no hace falta tener el alimentador rondando por la mesa o el suelo) el nuevo MiniDock y una conexión USB. El diseño del monitor, la carcasa de aluminio y el cristal frontal, se integra con el de los MacBook de forma perfecta. Además incorpora micrófono y cámara iSight además de altavoces. Un buen complemento al que sólo hay que añadir un teclado.

 

 

Después de echar un vistazo aunque sea superficial, podemos decir que el orgullo de Apple está justificado. Uno puede cuestionar la eficacia de su política de precios o sopesar si le interesa pasarse a Mac OS X… pero no se puede negar que siempre que Apple renueva sus portátiles se nota que ha escalado un peldaño más tanto en tecnología como en diseño. No sabemos si van a ser los portátiles más vendidos, seguramente no, tampoco serán los más potentes, pero lo que es seguro es que no dejarán a nadie indiferente, ni siquiera a los más fieles a Wintel, ni por diseño ni por prestaciones.

 

Y por algo más que apreciamos mucho en Apple: las buenas ideas. Esas que no están relacionadas con Megahertzios o MegaFlops, sino que están encaminadas a facilitar las cosas, incluso a hacer que utilizar la tecnología sea agradable. Detalles como el trackpad Multi-Touch, los cables del nuevo monitor, el sistema de acceso a la batería y las partes internas denotan una inversión en buenas ideas. Podemos estar en el bando PC por versatilidad, por prestaciones, por compatibilidad incluso por fidelidad, pero ese reflejo sobre el aluminio pulido de los MacBook no nos dejará indiferente.

 

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