A Fondo
Mandriva 2008.1, sobresaliente
Llegó la primera y eso le impidió incluir de serie componentes novedosos como el nuevo KDE 4, pero salvo por esa ausencia, en Mandriva 2008.1 podremos encontrar una excelente forma de trabajar con Linux siguiendo con la tradición de una «distro» que trata de ponérnoslo todo más fácil.
Llegó la primera y eso le impidió incluir de serie componentes novedosos como el nuevo KDE 4, pero salvo por esa ausencia, en Mandriva 2008.1 podremos encontrar una excelente forma de trabajar con Linux siguiendo con la tradición de una «distro» que trata de ponérnoslo todo más fácil.
La empresa Mandriva nació de la unión de las extintas Mandrake Linux (Francia) y Conectiva Linux (Brasil), que durante años representaron dos de las propuestas más interesantes para usuario final y para servidores respectivamente. La progresiva caída de ambas en cuota de mercado hizo que unieran fuerzas para volver con fuerzas renovadas en forma de Mandriva, una compañía que desde entonces ha logrado rescatar las buenas características de las Mandrake originales y que sigue conservando esa presencia de las utilidades con ese característico prefijo y sufijo «Drak», que facilitan la utilización de esta distribución Linux.

Durante su andadura Mandriva ha sabido conjugar esos principios de usabilidad y acercamiento al usuario final, proponiendo una solución que quizás está más orientada a los usuarios que menos conocen Linux y que a través de Mandriva pueden tener un acercamiento algo menos «impactante». Mientras que otras distribuciones abogan por el uso de la consola en muchos apartados (Ubuntu sigue apostando por esta filosofía a pesar de sus muchos asistentes), en Mandriva sus creadores nos facilitan la vida con decenas de aplicaciones y utilidades de control del sistema de las que el llamado Mandrake Control Center (DrakConf) es la piedra angular.
¿Qué versión descargar?
Esta filosofía de facilitarle las cosas al usuario final no está presente sin embargo a la hora de descargar Mandriva en nuestro ordenador. Cualquiera que se pase por la web del fabricante detectará la presencia de tres grandes alternativas para instalar Mandriva en su PC o portátil.
Ficha técnica
1) Mandriva One es la que caracteriza a los CDs de instalación (que a su vez son también LiveCDs), que están disponibles en tres formatos: KDE (la versión 3.5, cuidado), GNOME, y XFCE, aunque este último tipo de Live CD apareció más tarde y sólo será posible encontrarlo rebuscando entre los directorios de los servidores FTP y HTTP que proponen sus desarrolladores. Curiosamente, cuando uno elige la versión «One» y trata de seguir el proceso directo de descarga, se encuentra con que el LiveCD que se descargará será el correspondiente a KDE. Si queremos optar por el de GNOME, tendremos que pinchar en el enlace FTP o HTTP que nos indica el sitio web de Mandriva cuando elegimos nuestro país, y que para España es ftp://ftp.cica.es/pub/Linux/Mandrakelinux/official/iso/2008.1.
1.1) Dentro de Mandriva One también nos encontraremos con el DVD «Mandriva Linux Free 2008 Spring» que es una recolección de todos los paquetes de la distribución, pero sin incluir ninguno propietario, y que por tanto no nos permitirá instalar de serie, por ejemplo, los controladores propietarios de NVIDIA para activar los efectos 3D, aunque luego podamos instalarlos desde los repositorios disponibles. No sólo podemos descargar este DVD en un disco de este tipo, sino también en forma de 3 CDs de instalación que tendremos que ir alternando durante el proceso, una opción útil para aquellos usuarios con equipos sin lector de DVD.
2) Mandriva PowerPack: la versión comercial de la distribución que es algo así como el DVD anterior al que se le han añadido además una serie de paquetes comerciales como la máquina virtual Java, los controladores de tarjetas gráficas o los reproductores y códecs Flash, por ejemplo. Para poder descargar dicha versión hay que abonar 79 euros a los que sinceramente no encontramos razón de ser. Es un precio demasiado alto por una diferencia relativamente pequeña.
3) Mandriva Flash: la versión para llaves USB, que de hecho venden ellos mismos a través de una tienda on-line que te permitirá adquirir esta llave de 4 Gbytes por 59 euros con la distribución preparada para ser ejecutada desde la llave y ser utilizada allá donde vayas con tal de arrancar en cualquier PC desde la llave USB conectada. Es una idea interesante, pero de nuevo es posible ahorrarse ese dinero gracias a otras distribuciones de Linux que proponen lo mismo de forma gratuita, y que de hecho también es posible hacer en Mandriva con nuestra propia llave USB.
Este batiburrillo de versiones en descarga y comerciales puede confundir al usuario, y Mandriva debería replantearse la presentación de estas opciones para no presentar una solución tan confusa. Es evidente que los usuarios sin grandes conocimientos probablemente acaben descargando el LiveCD con KDE 3.5, o como mucho el DVD de instalación sin drivers propietarios que puede complicarles las cosas para luego activar cosas como los efectos de escritorio o el soporte de algunas tecnologías como Java.

Conclusión: si el usuario quiere descargar una versión concreta, lo mejor es que acceda a alguno de los servidores FTP o HTTP, o incluso que elija su versión entre las opciones en formato de descarga en servidores BitTorrent, una alternativa aún más ventajosa para no sobrecargar los servidores de Mandriva y aprovechar las ventajas de las transferencias P2P. No obstante, teniendo en cuenta que la distribución lleva ya varias semanas disponibles, la velocidad de las descargas en Bittorrent será menor, lo que hace más recomendable ahora mismo optar por los servidores directos de Mandriva. Sin duda, minipunto negativo para la compañía en este sentido, que confunde a los usuarios.
La magia del LiveCD
Partir de un LiveCD tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Lo malo de este formato es que si uno simplemente quiere instalar directamente la distribución tendrá que pasar por todo el proceso de carga de la distribución Live para luego acceder al instalador. Este problema ya lo han resuelto en Ubuntu 8.04, donde al iniciarse el CD se nos plantea la posibilidad de instalar directamente o arrancar la distribución LiveCD. Lamentablemente no es el caso de Mandriva, que nos obliga a cargar todo el sistema, algo que lleva unos minutos y que, eso sí, luego tendrá ciertas ventajas.

La más importante es que el LiveCD presenta con bastante exactitud lo que nos encontraremos en nuestro escritorio al completar el proceso de instalación. Dado que todo carga desde el CD, la ejecución de aplicaciones no irá precisamente a la velocidad del rayo, pero desde luego podremos navegar por Internet o reproducir archivos multimedia sin problemas. Si esa primera impresión nos convence, podemos estar seguro de que tras la instalación contaremos con un sistema adaptado a nuestras necesidades. El proceso de instalación propuesto por Mandriva es realmente sencillo, y salvo por ciertas preguntas inevitables sobre el particionamiento (es posible redimensionar particiones NTFS, todo un logro) y cosas como la creación de cuentas de usuario por defecto o las opciones regionales, nos encontraremos ante el proceso de copia de archivos que llevará apenas 10 minutos.
Tras ese proceso nos encontraremos con nuestra primera sesión gráfica con Mandriva 2008.1, que nosotros probamos tanto en versión KDE 3.5.9 como en versión GNOME 2.22. La experiencia con KDE 3 no defraudará a los usuarios tradicionales de este entorno de escritorio: las aplicaciones y menús ya están muy bien estudiados, de modo que el modo de funcionamiento es el que este tipo de usuarios de Linux llevan manejando desde hace meses e incluso años.

Es destacable el hecho de que Mandriva haya preferido no apostar directamente por KDE 4, un entorno que cuando apareció Mandriva 2008.1 aún no estaba maduro y cuya instalación e inclusión por defecto era poco recomendable. Probablemente sea la última edición de Mandriva en la que veamos un LiveCD con KDE 3.5 disponible, pero la elección de Mandriva nos parece muy acertada tal y como estaban las cosas cuando apareció.
De hecho, KDE 4 es perfectamente accesible gracias a su presencia en los repositorios de desarrollo de esa versión eterna que va añadiendo los paquetes de última generación y a la que sus responsables llaman desde hace tiempo con mucho acierto Cooker (algo que podría traducirse como «En cocción» si atendemos al contexto). Nosotros comprobamos su eficiencia, como veremos más tarde, y una vez más se demostró el buen hacer de los desarrolladores de Mandriva.
Lo mismo que hemos apuntado del LiveCD con KDE 3.5 podríamos decir del LiveCD con GNOME, un entorno de escritorio que sí llegó a tiempo para incluir su versión GNOME 2.22 y que por tanto aporta todas las mejoras de las que ya hemos hablado de forma extensiva en el análisis de Ubuntu 8.04, por ejemplo. Son muchas y muy importantes, y afectan tanto a la propia arquitectura de este entorno de escritorio (con tecnologías como GVFS o PolicyKit) como a la inclusión de aplicaciones, herramientas y recursos muy útiles en muchos apartados. Os recomendamos la lectura del análisis de Ubuntu 8.04 para ampliar información al respecto.

El acabado gráfico de ambas alternativas es muy similar, y se basa en el tema gráfico «La Ora Blue» que no está mal, aunque no destaca especialmente. El fondo de escritorio y el resto del artwork tampoco nos han convencido del todo, y por ejemplo ese fondo aparece pixelado en resoluciones altas como 1920×1200 como la que utilizamos en nuestras pruebas, aunque afortunadamente existen alternativas más que suficientes para personalizar tanto este como el resto de apartados del aspecto visual de nuestro entorno de escritorio, sea este KDE 3.5.9, KDE 4.0.3, GNOME 2.22 o XFCE 4.4.2.
Soporte hardware, un apartado importante
Una de las ventajas de instalar Mandriva a partir de los LiveCDs es el hecho de que sí que se incluyen los drivers propietarios de tarjetas gráficas de NVIDIA o ATI, además de otros controladores útiles para la configuración, por ejemplo, de tarjetas inalámbricas en portátiles. El soporte hardware es excelente en Mandriva, y en el apartado gráfico existen un par de utilidades específicas de esta distribución que ayudan a configurar nuestras sesiones gráficas perfectamente. Estas utilidades son DrakX11 y Drak3d, que permiten establecer el tipo de pantalla, resolución y profundidad de color de nuestro escritorio, además de darnos la opción de activar los efectos 3D de escritorio que tanta atención han captado durante los últimos meses. Compiz Fusion está incluido de serie en su versión 0.7.2 (aunque a estas alturas ya tenemos con nosotros la 0.7.4), y de hecho en Mandriva también se instala de serie el centro de control avanzado de Compiz, ccsm, que no es usual encontrar en otras distribuciones.
Esas mejoras en el soporte del hardware de nuestra máquina son muy valoradas por los usuarios, y aunque muchas otras distribuciones han hecho esfuerzos importantes en este sentido (como Ubuntu con iniciativas como BulletProofX) en Mandrake nos encontramos con ayudas importantes y destacables.
Mandriva también innova
Aunque se muestre conservadora en ciertos apartados, Mandriva también demuestra su buena adaptación a los nuevos tiempos con la inclusión de características tecnológicamente avanzadas como la integración del nuevo sistema de sonido PulseAudio del que hablamos largo y tendido en los análisis de Ubuntu 8.04 y openSUSE 11.0 Beta 2, y que entre otras cosas permite un control absoluto del volumen del sonido de cada aplicación de forma independiente. Las mejoras van mucho más allá, aunque sin duda esa es la más representativa para el usuario final. Esta tecnología además está integrada de forma notable en DrakSound, otra de las herramientas «Drak» de Mandriva con la que configuraremos a nuestro antojo los parámetros de sonido de la distribución.
También contaremos de serie con el núcleo 2.6.24 de Linux, que en su edición para Mandriva aporta varias mejoras relevantes para usuarios avanzados. La primera, la integración de la suite de seguridad AppArmor en el kernel. La segunda, la integración de Xen DomU por defecto en los kernels para servidores en esta distribución, una opción muy valorada para tareas de virtualización. Y una muy curiosa: el soporte nativo para el ASUS Eee PC, el ultraligero de bajo coste de este fabricante que está triunfando en todo el mundo y que es un candidato perfecto al que instalarle esta versión de Mandriva para aprovechar todas sus ventajas.
Al soporte del ASUS Eee PC (en su versión original de 7 pulgadas del Eee PC 701 y la reciente evolución al formato de pantalla de 8,9 pulgadas del Eee PC 900) se le unen una serie de facilidades para sincronizar nuestros dispositivos móviles con Mandriva, ya lleven instalado Windows Mobile 5 o 6, como si son móviles BlackBerry e incluso Nokia. El proceso es algo más engorroso de lo habitual, pero es perfectamente abarcable por cualquier usuario con algo de paciencia si se siguen las instrucciones de la guía expresamente publicada por Mandriva a tal efecto.
Otras novedades en el apartado software llegan de la mano de aplicaciones como Elisa, un interesante proyecto que permite disponer de un Media Center Open Source con el que gestionar todos nuestros recursos multimedia de forma potente y visualmente muy atractiva.

Una aplicación muy relacionada con Elisa es Miro, antes conocido como DemocracyPlayer y que permite actuar como cliente BitTorrent para gestionar la descarga de videoblogs y sobre todo de episodios de series y películas disponibles a través de diversos trackers BitTorrent. Lo bueno de Miro es que permite que siempre estemos al día gracias a su integración de feeds RSS que nos avisan de la disponibilidad de nuevos capítulos, y que podremos descargar cómodamente desde el sofá de casa. Otros pequeños componentes como Avant Window Navigator acompañan a Compiz Fusion a la hora de potenciar el atractivo visual de la distribución, y en este caso añaden un Dock al más puro estilo Mac OS X con el que lanzar aplicaciones e incluso configurar algunos apartados avanzados como la versión para Linux y AWN de los Stacks que introdujo Apple en Mac OS X 10.5 Leopard.
Utilidades Drak: cómo no tocar la consola para nada
Sin embargo, la característica diferenciadora de Mandriva es la presencia de diversas utilidades «Drak» que nos permiten configurar todo tipo de recursos del sistema operativo, eliminando así la necesidad de acudir a la consola de comandos, una tarea algo incómoda para muchos usuarios inexpertos. El pilar de todas estas herramientas es DrakConf, el centro de control de Mandriva (MCC) que a su vez permite lanzar otras utilidades de configuración específicas para la personalización y configuración de aspectos como las redes, cuentas de usuario, seguridad o instalación de software. En MCC encontraremos también algunas utilidades especialmente pensadas para usuarios de Windows que permiten la migración de documentos y preferencias desde Windows a Mandriva Linux, al estilo que otras soluciones como Ubuntu plantean durante el proceso de instalación.

Mención especial merece el gestor de paquetes, RPMDrake, que es un equivalente de Synaptic en Ubuntu o del módulo de gestión de paquetes de YaST en openSUSE. La primera vez que lanzamos RPMDrake se nos pregunta si queremos añadir a la lista de repositorios las tres principales fuentes de paquetes de Mandriva: los repositorios Main, Contrib y Non-Free. Si contestamos que sí a esa pregunta, el gestor procederá a la actualización de su base de datos de paquetes, y a partir de ese momento podremos acceder a un amplio catálogo de paquetes de aplicaciones y herramientas para todos los gustos. La búsqueda de nuevos paquetes es muy rápida (aunque no tanto como en Synaptic) y su instalación es también vertiginosa, con un excelente sistema de resolución de dependencias que en nuestras pruebas no dio ni un solo problema.

No obstante, para los amantes de la consola de comandos cabe destacar la presencia de urpmi (la utilidad de instalación, que en el caso de eliminar paquetes será urpme, por ejemplo) y que permite acceder a estos procesos desde la consola de forma potente y mucho más rápida. Lo mismo sucede en Ubuntu, openSUSE o Fedora con apt-get, zypper o yum, por ejemplo, y lo cierto es que los resultados son gratificantes. Puede que el asistente gráfico permita una operación visualmente más cómoda para los usuarios inexpertos o aquellos que quieran recabar más información sobre cierto paquete, pero urpmi es una utilidad sencillamente indispensable para la gestión rápida de paquetes.

Hay algo más que destacar en este apartado de gestión de paquetes: ya hace tiempo que los usuarios de Mandriva disponen de un recurso imprescindible para la instalación de nuevos paquetes de interés: se trata de Easy Urpmi, un proyecto al que podemos acceder vía web y que permite añadir una serie de repositorios propios de Mandriva , tanto oficiales como no oficiales (los llamados PLF) y que pueden ayudarnos a resolver temas importantes, como por ejemplo el soporte de códecs multimedia con los que poder reproducir todo tipo de contenidos.
Internet y el ocio digital a tu alcance
Precisamente el apartado multimedia que acabamos de mencionar está cubierto de forma notable en Mandriva. Los códecs propietarios son un tema siempre delicado para los desarrolladores de estas distribuciones, que prefieren no tener que lidiar con las complejas licencias de algunos formatos no incluyéndolas de serie en las distribuciones. No obstante, eso no significa que no estén disponibles: gracias a repositorios de terceros (como los PLF) podremos acceder a la reproducción de películas en DVD o de formatos que no se soporten de serie.

Curiosamente, las ediciones LiveCD de KDE y GNOME de Mandriva One permiten que si usamos el reproductor Kaffeine (un viejo conocido de KDE) podamos reproducir sin problemas ficheros Ogg, MP3, AVI, WMA, WMV, MPEG-1, MPEG-2 e incluso QuickTime sin problemas. Con Totem sí que hay algún problema con ciertos formatos, pero lo mejor de todo es que cuando este reproductor detecta que no puede reproducir algún formato, lanza inmediatamente la aplicación Codeina, que nos da la opción deinstalar dichos códecs a través de diversas fuentes… si es que están realmente disponibles, lo que suele ser cierto en todos los casos. Al menos, en los que hemos probado. El trabajo con archivos DivX y XviD es perfectamente posible, de modo que la mayoría de las opciones están cubiertas fácilmente.

En cuanto al disfrute de la red de redes, hay que destacar que Firefox está incluido en su versión 2.0.0.14, y es la única de las distribuciones «de gran calado» que no ha apostado por alguna de las betas de Firefox 3, a las que les acaba de suceder la primera Release Candidate. Esto vuelve a asegurar la estabilidad del sistema y nos recuerda esa cara conservadora de Mandriva que sin duda tiene interés en que los usuarios disfruten al máximo de la madurez de estas soluciones. El navegador incluido en la edición Mandriva One llega precargado con el reproductor Flash de Adobe, pero los que descarguen el DVD no contarán con dicho soporte, ya que no hay ningún paquete propietario. Eso sí, en ningún caso contaremos con soporte Java nativo, y habrá que acudir a soluciones como la que proponen los repositorios oficiales de Mandriva con Java 1.7 IcedTea, el plug-in para Firefox que da opción a tratar con ese tipo de contenidos, aunque también podremos instalar manualmente la máquina virtual de Sun.
KDE 4 en Mandriva 2008.1
Aunque no llega incluido de serie, la familia KDE 4 de entornos de escritorio también se puede instalar sin problemas en Mandriva, y para ello basta con haber aceptado la configuración estándar de los repositorios a la que antes hemos hecho referencia. Tras ese paso solo hay que acceder a una consola de comandos y escribir como superusuario el comando urpmi task-kde4 para que comience el proceso de instalación de KDE 4.0.3, algo que llevará unos minutos pero que permitirá cerrar la sesión para volver a entrar cambiando el entorno de escritorio previamente a KDE 4 en el menú en el que tenemos que introducir usuario y contraseña de inicio de sesión.

Hecho esto podremos comprobar cómo la estabilidad de KDE 4 en Mandriva es notable, y aunque Konqueror sigue siendo un navegador algo problemático en este entorno (mejor seguir con Firefox), contamos con algunas opciones que dejan entrever la potencia de KDE 4, como son el gestor de archivos, Dolphin (una maravilla visual y funcional), o la presencia de herramientas muy relacionadas con esta versión como Amarok 2, ya usable a pesar de estar aún en una etapa prematura de desarrollo.

Si a eso le unimos las prestaciones de Plasma o de las opciones de configuraciónd e su panel de control (muy a lo Mac OS X) nos daremos cuenta de que muy pronto KDE 4 se convertirá, por derecho propio, en el escritorio por defecto de Mandriva en detrimento de KDE 3.5.9. Ya hemos hablado con más detalle de KDE 4 en nuestras pruebas con openSUSE 11.0 Beta 2, de modo que si queréis ampliar información, ese es un buen sitio en el que refrescar conceptos importantes.
Conclusiones
Como podréis comprobar, Mandriva 2008.1 nos ha convencido, y mucho. El soporte hardware, la oferta software y la estabilidad propuesta por sus desarrolladores se aúnan en una distribución que no sólo es perfecta para principiantes, sino que también puede suponer todo un reencuentro con Mandriva para los que la conocieron y desestimaron en versiones previas. Mandriva ha vuelto, y está aquí para quedarse, no hay duda.
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