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Documentos internos demuestran lo severos que pueden llegar a ser los contratos de Apple
Hace unos días Apple incumplía su contrato con GT Advanced Technologies llevando a la empresa a la bancarrota. Esta empresa era el proveedor del cristal de zafiro que se tendrían que haber utilizado en los nuevos modelos de iPhone 6.
En aquel momento GT Advance Technologies se quejó de lo restrictivos que era el contrato que tenían con Apple y lo calificó de «opresivo y agobiante«. Hoy en Business Insider publican las verdaderas cláusulas de este contrato y cómo Apple se cubre las espaldas.
En este contrato con GT Advance Technologies, Apple controlaba cómo y dónde se fabricaba el cristal de zafiro hiperesistente que se utilizaría en iPhone 6 y iPhone 6 Plus. En el caso de que GT tuviera algún error, se retrasara en la entrega o comentara algo fuera de lugar, entonces Apple tenía el derecho de multar a la empresa con 77 millones de dólares.
De estos contratos en Business Insider destacan varias cláusulas. Para empezar el acuerdo de confidencialidad se firmó en 2012, un dato muy interesante ya que por aquel entonces Apple no utilizaba este material en sus teléfonos. Es decir, que la empresa ya estaba preparándose con dos generaciones de antelación.
En cuanto a los términos de confidencialidad nada llama especialmente la atención, Apple se asegura de que no hay peligro de que ninguno de sus datos salga a la luz. Eso sí, la compañía especifica que no se deberá hacer ninguna publicidad ni comunicación de este acuerdo.
Apple tiene también el derecho de exigir todos sus documentos de vuelta.
En caso de que GT rompiera el acuerdo de confidencialidad sería multada con 50 millones de dólares, pero no al contrario. Si Apple revelaba algún secreto sobre el proceso de fabricación no tendría ninguna «reprimenda».
Realmente, según el contrato GT solo existe porque así lo quiere Apple. Según el apartado de «acuerdo de trabajo», el cristal de zafiro es descrito como ladrillos o troncos. Estos cristales tienen, en un principio, un gran tamaño y posteriormente se van reduciendo hasta convertirse en finas láminas. Lo más interesante es que la fábrica en la que se realizan, sita en Mesa (Arizona), pertenece a Apple y GT no es más que un alquilado.
En este sentido, Apple les proporciona el equipamiento para la producción, pero este no tiene ninguna garantía.
Si GT tarda más de cuatro días en entregar los «ladrillos», se le multaría con 77 millones de dólares que tendría que pagar al día siguiente.
Si GT vendiera este cristal de zafiro a alguien más, entonces la multa sería de 64.000 dólares por «ladrillo» o 650.000 por mes.
Por último, no hay que olvidar señalar que estas partes del contrato son las que GT ha querido enseñar y que no ha querido mostrar el contrato entero. Pero lo cierto es que el contrato está montado para que GT fuera el único proveedor de Apple y que dependiera totalmente de ellos. GT tenía la obligación de cumplir con los plazos y normas en una fábrica propiedad de Apple y con sus equipos , puede que esta última característica fuera la que dio al traste con la estrategia y la culplable de que finalmente los iPhone 6 y iPhone 6 Plus no lleven cristal de zafiro.
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