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Elecciones EEUU 2016: El Partido Republicano y la tecnología

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Con las elecciones en Estados Unidos ocurre como con los partidos Real Madrid – Barcelona (o Barcelona – Real Madrid, tanto monta, monta tanto), a medida que se acerca su celebración, el recuerdo de anteriores ediciones palidece en comparación con la perspectiva de lo que viene. Sin embargo, es cierto que en esta campaña las posiciones se han polarizado y, aún a falta de conocer quiénes serán los candidatos de ambos partidos, lo cierto es que ya se empiezan a perfilar las políticas que, muy probablemente, desarrollarán ambos partidos.

Algunos analistas consideran que esto es a consecuencia del Efecto Trump. El multimillonario, que concurre a las primarias del partido republicano, ha ido dejando un buen reguero de declaraciones polémicas a su paso, pero su popularidad no se deshincha, lo que ha forzado a otros candidatos (tanto de su propio partido como del Demócrata) a elevar el tono de sus propuestas, dejando de lado la mesura de la que, en otras ocasiones, han hecho gala los candidatos a las primarias de ambos partidos.

Las primarias del partido comienzan el 1 de febrero en Iowa con un caucus cerrado y terminan el 14 de junio en el distrito de Columbia en primarias cerradas, salvo que las fechas de los caucus de Dakota del Norte, Colorado, Samoa Estadounidense, las Islas Marianas del Norte y las Islas Vírgenes, con fechas aún por confirmar, se celebren con posterioridad. Así, aunque todavía faltan bastantes meses hasta que se deposite el último voto para elegir al candidato republicano que se enfrentará al sucesor de Obama en la carrera presidencial, ya es posible extraer algunas conclusiones sobre por dónde irán los tiros del posible futuro inquilino del 1600 de Pennsylvania Avenue. Y Computerworld ha dedicado un extenso análisis, precisamente, a eso, a intentar adelantar cuales serán las políticas del GOP si su candidato alcanza la presidencia de Estados Unidos.

Uno de los primeros aspectos destacados en ese análisis es cómo las propuestas de los candidatos republicanos afectarían a los superordenadores. El senador Ted Cruz del estado de Texas y candidato en las primarias republicanas, plantea eliminar algunos organismos de la administración federal, parte de los cuales están directamente relacionados con el sector tecnológico. Y los que no lo están, como es el caso del IRS (similar a la Agencia Tributaria, en lo referido a la recaudación federal, no la estatal), organismo que también plantea eliminar, sí que supondrían un enorme recorte en fondos que no sólo llevarían implícita una gran reducción de empleados federales (se habla de un máximo de un empleado contratado por cada tres despedidos).

Pero, ¿cómo afecta esto a los superordenadores? Por poner sólo un ejemplo, si Cruz llega al despacho oval y elimina el departamento de energía (uno de los que están en su lista negra), con él desaparecerían los cien millones de dólares en ayudas que reciben algunas empresas privadas para el desarrollo de estos sistemas. Y esto no es baladí. A día de hoy, el segundo superordenador más potente del mundo es el Cray XK7, un sistema desarrollado en Estados Unidos y que tiene una capacidad de proceso de alrededor de 18 petaflops. Algunas de las empresas afectadas por este recorte serían IBM, Hewlett-Packard Enterprise, Dell and Cray. Además, estos sistemas se encuentran, a día de hoy, en cuatro laboratorios propiedad del gobierno federal, que también serían objeto de los recortes planteados por Cruz.

La NASA y la tecnología

Un puntal de la investigación en Estados Unidos es, claro, la NASA. Y en lo que respecta a la exploración espacial, sus defensores pueden dormir tranquilos, ya que los candidatos republicanos coinciden, en general, en valorarla como algo muy necesario. Ya sea por una cuestión estratégica, como defiende el candidato Ben Carson, que llegó a afirmar –Tenemos que controlar el espacio, porque si permitimos que sean los chinos o los rusos quienes lo controlen, acabaremos «fritos.», o por un planteamiento más «alegre», como el de Jeb Bush, que afirmó que establecer una colonia en la Luna seria muy guay (pretty cool). El problema para la ciencia no viene por la exploración espacial, sino por las investigaciones científicas que la agencia lleva a cabo en nuestro planeta.

A este respecto, buena parte de su trabajo está relacionada con la investigación sobre el cambio climático, y a este respecto ya son bastantes las voces dentro del partido (incluida la de Cruz) que señalan que la agencia, controlada por la administración federal, ha dejado de lado la exploración espacial para centrarse en una agenda partidista a favor de los ecologistas. Incluso para candidatos como el senador Marco Rubio, que con una excelente opinión sobre la exploración espacial –La exploración espacial es y siempre ha sido una empresa importante para nuestro país. Abre las puertas a un nivel sin precedentes de innovación, investigación y conocimiento–, el cambio climático no forma parte de lo que cree que debería ser un foco para la agencia.

Una de las áreas de la investigación (también la tecnológica) que, hasta ahora, siempre ha sido tratada con mucho cariño por presidentes y candidatos del partido republicano es, claro la de defensa. Y ojo, que al hablar de defensa no sólo hablamos de aviones de combate y de submarinos (aunque también). No olvidemos que muchos de los frutos de las investigaciones llevadas a cabo por por DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) tienen hoy en día una presencia activa en nuestras vidas. Por poner sólo dos ejemplos: Internet y la tecnología GPS son posibles, hoy en día, por la inversión federal en investigación de defensa.

Sin embargo, ocurre que algunos de los candidatos republicanos empiezan a cuestionar también el volumen de dichas inversiones. En el último debate público entre candidatos, el senador Rand Paul se preguntaba –¿Qué tiene de conservador incrementar en cien mil millones de dólares los gastos militares?– (hay que recordar que la reducción del gasto público es, quizá, el primer mantra del Partido Republicano). La respuesta de Rubio fue contundente, al afirmar que sin seguridad no hay nada. Sin embargo, quedó claro que parte del partido también está por recortar gastos en esa materia.

Es pronto, todavía, para saber qué prometerá el candidato republicano, y más aún para intentar vaticinar qué hará si finalmente llega al despacho oval. Pero de lo que no cabe duda es de que, o los candidatos han elevado el tono exclusivamente como estrategia de sus campañas, o que de mantener ese discurso se pueden enfrentar a una importante oposición por parte de la comunidad científica y del mundo tecnológico.

Imagen: U.S. Republican Party

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