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Take Eat Easy cierra por no poder asumir su éxito

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Take Eat Easy cierra por no poder asumir su éxito

Take Eat Easy es una startup tecnológica de comida a domicilio creada en el año 2013 en Bruselas, que conecta a restaurantes con los clientes a través de repartidores que se mueven en bicicleta por la ciudad. Su plataforma online y una app que ofrece un sistema de reparto fiable fueron algunas de las claves de su éxito. Ahora, su CEO y cofundador Adrien Roose, explica que no pueden asumir su éxito.

A través de un comunicado que explica las causas del cierre de Take Eat Easy y la solicitud de un concurso de acreedores, Adrien Roose explica que ha hecho todo lo posible por mantener a la compañía, pero la situación se ha vuelto insostenible y no les ha quedado más remedio que cerrar el servicio.

De esta forma, Take Eat Easy muere al no poder canalizar su enorme éxito hacia un modelo de negocio viable y sostenible. Así pues, el CEO no duda en admitir que los ingresos no lograban cubrir los costes del servicio, y que la amarga decisión viene después de semanas intentando conseguir nuevas rondas de financiación. Así pues, explica que «hemos tratado de forma desesperada de hallar soluciones para mantener el negocio vivo durante los dos últimos meses, pero no conseguimos ni financiación ni ofertas de adquisición. Ahora se nos ha acabado el tiempo para mantener el negocio operativo, y vamos a presentar nuestra petición inicial para un concurso de acreedores».

El modelo de negocio ejercido por Take Eat Easy consistía en ofrecer un servicio de entrega a domicilio, donde el cliente vía Internet o móvil encargaba un pedido a un restaurante y la startup lo entregaba a través de su red de ciclistas. Por las gestiones, la empresa de Roose cobraba entre un 25 y un 30% al restaurante, mientras que al cliente se le cobraban 2,5 euros por la entrega a domicilio.

Así las cosas, el fin de la compañía se debe a la imposibilidad de lograr fondos a corto plazo a través de este sistema de cobro, que se unió al enorme crecimiento del número de clientes y su expansión a numerosas ciudades, que provocó la incapacidad de mantener el ritmo de crecimiento sin ingresos que los sostuvieran.

Adrien Roose ha explicado que Take Eat Easy pasó en solamente un año de tener 10 empleados a contar con 160 trabajadores, así como de operar en 2 ciudades a hacerlo en 20; todo esto se debe a que su número de restaurantes colaboradores pasó de 450 a 3.200, mientras que los 30.000 clientes de hace un año se transformaron en 350.000.

En España, la empresa tenía presencia en 3 ciudades: Madrid, Barcelona y Valencia. Ahora, el sector del servicio a domicilio ofrece un gran hueco, que seguramente pretenderá llenar Just Eat, que el pasado mes de febrero anunció la adquisición de su rival, La Nevera Roja.

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