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8 Mujeres que lo cambiaron todo

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Es fácil centrarse en la tecnología en sí misma, pero la tecnología no es más que un medio para un fin. Y ese fin son las personas. Comenzamos aquí con una serie de contenidos y acciones con la que queremos destacar que la tecnología la hacen las personas para las personas.

Un 8 de marzo como hoy, mi objetivo era encontrar a 8 mujeres que hayan marcado una gran diferencia en un campo tradicionalmente tan masculino como la tecnología. Mujeres sin las que la tecnología de hoy no existiría. Buscaba 8 mujeres que hubieran roto todos los techos de cristal en la ingeniería y la electrónica. Mujeres que abrieron el camino para otras que vinieron detrás.

Supuse que las encontraría fácilmente, que tantos años leyendo sobre la historia de la tecnología me facilitarían el camino. Supuse que las podría citar casi de memoria. Que quizá el problema estuviese en quiénes pasarían el corte final y quienes no. Pero poco más. Menuda sorpresa me llevé. Pero eso es otra historia, que dejo para el final.

Sí puedo avanzar que tuve muchas candidatas. Tantas que me permití elegir a 8 que creo que sorprenderán a casi todo el mundo. Hay mujeres de la que sí hemos oído hablar como Hypatia de Alejandría, Ada Lovelace, Marie Curie, Adele Goldstine, Grace Hopper, Hedi Lamarr, Mary Coombs, la hermana Mary Kenneth Keller, Adele Goldberg, Phyllis Fox o Ángela Ruiz Robles. No me he centrado en ellas porque ellas ya han hecho mella en los libros de historia. Sus logros son importantísimos, y una breve búsqueda por la Red de mujeres destacadas en ciencia y tecnología te mostrará sus nombres y recorridos vitales. Te lo recomiendo. Pero hoy no tocaba. Hoy quise ir más allá.

Para un 8 de marzo tan especial como el de este 2018 quise desviar los focos sobre otras 8 mujeres que no habían copado titulares. Las elegidas serán una sorpresa porque son desconocidas. Serán una sorpresa por las proezas que llevaron a cabo. Todas ellas despuntaron en un tiempo muy lejano. En aquel entonces era casi imposible que una mujer pudiera hacer lo que deseaba. Y menos que tuvieran el arrojo de demostrar su inteligencia y su talento frente a los todopoderosos hombres.

Es increíble lo que hicieron estas mujeres. Sí. Es casi increíble que lo consiguieran en la la época en la que lo hicieron. También. Algunas incluso aparecieron en los titulares de la prensa. Pero los libros de historia no les hicieron un hueco. Lo más revelador es que la historia se escribiera sin acordarse de ellas. Es una… vergüenza que no conociéramos sus nombres, que no hayamos oído hablar antes de todas ellas.

Las protagonistas hoy y ahora son ellas: 8 mujeres. 8 personas excepcionales que tanto han hecho por el resto de mujeres y por todos nosotros a través de sus avances científicos, técnicos y humanos.

Rita de Moraes Sarmento (1872-1931)

Fue la primera mujer de Europa en graduarse en Ingeniería Civil en 1894. Nacida en una familia de ideales liberales en Oporto (Portugal), su madre tuvo una gran importancia en su educación y la de sus otras tres hermanas y un hermano. Se casó en 1898 con Antonio dos Santos Lucas, Doctor en Matemáticas e Ingeniero, que llegó a ser Director de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa y Ministro de Finanzas.

Emmy Noether (1882-1935)

Matemática alemana de la que dijeron figuras como Albert Einstein, Jean Dieudonné o Norbert Wiener que era la mujer más importante en la historia de las matemáticas. Desarrolló las teorías de los anillos, campos y álgebras en este campo y enunció el teorema de Noether en física. El primer teorema de Noether (1915) permite determinar las cantidades conservadas (invariantes) a partir de las simetrías observables en un sistema físico.

Edith Clarke (1883-1959)

Se graduó en matemáticas y astronomía tras lo que entró a trabajar como profesora en un colegio femenino. Más tarde volvió a la universidad y fue la primera mujer en graduarse en Ingeniería Eléctrica en el MIT en 1918. Trabajó casi 26 años en General Electric, y allí obtuvo la patente de su «calculadora gráfica» para solucionar problemas de suministro eléctrico. También fue la primera mujer en impartir clases de ingeniería en la Universidad de Texas.

Grete Hermann (1901-1984)

Matemática y filósofa alemana que destacó en los campos de las matemáticas, la física, la filosofía y la educación. Estudiante de Emmy Noether en Göttingen, su tesis doctoral es la base teórica del Álgebra Computacional. En ella demostró la existencia de algoritmos para la mayoría de los problemas del álgebra abstracta. Algunos de ellos se siguen usando hoy en día.

Pilar Careaga y Basabe (1908-1993)

Perteneciente a una familia de la burguesía de Neguri, Pilar Careaga fue la primera mujer española en licenciarse en Ingeniería Industrial (1929) y la primera en conducir un ferrocarril. Se casó en 1943 con el ingeniero Enrique Lequerica y fue alcaldesa de Bilbao en 1969 y procuradora en Cortes en 1970. Su significación política con la dictadura no debería oscurecer el lugar que ocupa como precursora de las mujeres en la ingeniería española.

Esther M. Conwell (1922-2014)

Una brillante estudiante de matemáticas, tenía pensado ser profesora, pero su profesor de instituto la animó a entrar en la universidad, lo que hizo. Entró en General Electric como ingeniera asistente pero, al no estar contemplado ese puesto para mujeres, pasó a ser asistente de ingeniero, con las limitaciones de salario que implicaba. No consiguió entrar en el mundo académico de su época pero, quizá gracias a eso, acabó estudiando el efecto de las impurezas en los semiconductores. También trabajó con William Shockley en los Bell Labs, donde en 1951 escribió un artículo académico explicando las propiedades básicas de los semiconductores que ayudó a popularizarlos, así como su posterior libro de texto «High Field Transport in Semiconductors».

Sophie Wilson (1957-)

Nacida Roger Wilson, nada hacía presagiar que tras estudiar matemáticas e informática, sólo con un sistema electrónico de alimentación de vacas como currículum, fuera capaz de diseñar en 1981, con Steve Furber ¡en 5 días y 4 noches! un ordenador para Acorn. Crearon nada menos que el ordenador que la BBC esponsorizaría bajo el nombre BBC Micro, que fue parte esencial de la revolución de la informática de 8 bits en los 80. Wilson también se hizo cargo de mejoras posteriores del ordenador así como de toda su documentación. Por si esto fuera poco, en 1985 creó también con Furber el procesador Acorn RISC Machine, que con el tiempo evolucionó hasta los modelos actuales de procesadores ARM que se emplean en más del 95% de los smartphones actuales.

Patricia Selinger

Miembro destacado del equipo que creó en 1979 la primera base de datos relacional en IBM y que sirvió de base para la familia de productos DB2. Inventó la técnica de optimización de consultas basadas en el coste, un algoritmo de programación dinámica que sigue siendo utilizado en la mayoría de los optimizadores de consultas de los sistemas de gestión de bases de datos actuales. Puso en marcha el Database Technology Institute que destacó por el eficaz mecanismo de trasvase de los adelantos en investigación a desarrollos de mercado.

Estas 8 mujeres han sido una parte importante del camino que nos ha traído hasta aquí. Y sin ellas hoy no sería como es. Sería distinto. Sin duda sería peor. Lo que también he aprendido en este viaje hacia la otra historia, la que hasta hace poco ni se contaba, es que afortunadamente no estaban solas. Decía al comienzo que tuve donde elegir a estas 8 protagonistas. Porque hubo muchas valientes más que se abrieron camino en distintas áreas. Busqué a mujeres poco (o nada) conocidas. Y la sorpresa final es que había muchas. Muchísimas. Pero no sólo eso.

La sorpresa es que muchas de las protagonistas que encontré fueron noticia por ser «la primera mujer que…». Y que algunas, bastantes, no consiguieron ser «la primera mujer que…» porque se lo impidió el establishment. La primera mujer que iba a la universidad, la primera mujer que estudiaba ingeniería, la primera mujer en obtener una patente,… Casi todos los organismos educativos, científicos o legales de su época se opusieron a concederles el título de licenciadas o doctoras por el que, no lo dudo, debieron pelear de una forma increíble. Ellas se dieron con un techo que, en aquella época, debía ser una verdadera plancha de acero. Y aún así perseveraron.

Estas precursosas solicitaron patentes con falsos nombres masculinos, dejaron que la firma de un libro o contrato fuera la de sus maridos. En muchas ocasiones ejercieron su labor científica con rangos y sueldos inferiores a las de sus homólogos masculinos. Y todo con tal de poder avanzar, aunque fuera sin el reconocimiento que tanto merecían.

Debió ser muy difícil asumir esas discriminaciones cuando no les concedieron los títulos que a los hombres les daban sin más. Ellas no lo consiguieron, pero su esfuerzo facilitó que se acercase el momento en el que, por fin, la primera mujer logró entrar en esos reductos incomprensiblemente reservados sólo a los hombres.

Personalmente, pensaba que tenía claro lo que ha avanzado la paridad entre hombres y mujeres. Soy un hombre nacido en esta época, mi madre y hermana así como mi compañera de vida se han atrevido siempre con todo. Son unas verdaderas fuerzas de la naturaleza. Y tengo dos hijas que hago lo posible para que no conozcan el concepto de límite o de desigualdad. Aún así, aún teniendo estos mimbres, me ha resultado muy chocante ver la discriminación tan extendida que había hasta hace unas décadas. No era consciente de ella. E imagino que todavía quedan muchos flecos por mejorar.

Hagamos todo lo posible porque esos flecos se conviertan en un recuerdo lo antes posible. Para que nuestras hijas e hijos lean este texto y les parezca ciencia ficción. Como casi me lo ha parecido a mi.

 

P.D. ¿Tienes interés en conocer la lista completa que se ha recopilado para elaborar este artículo? Aquí la tienes (en inglés).

Cerca de un ordenador desde 1980, me sigue intrigando cómo funcionan, para lo que sirven y cómo cambian nuestras vidas, trabajos y la sociedad en su conjunto.

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