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Hiperconvergencia: del Todo Incluido al Do It Yourself

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Los sistemas hiperconvergentes han revolucionado los centros de datos en los últimos años. El ser capaces de combinar almacenamiento, networking y computación en un único sistema (infraestructura hiperconvergente o HCI) ha permitido reducir la complejidad en la gestión del data center, a la vez que ha permitido desplegar sistemas mucho más ágiles y escalables.

Es cierto que en un primer momento los sistemas hiperconvergentes resultaban más adecuados para tareas muy concretas, como el procesamiento de vídeo o el despliegue de recursos VDI, pero las nuevas generaciones han mostrado su competencia en todo de aplicaciones profesionales, como el trabajo con bases de datos, ERP y business intelligence, cloud computing e incluso, implementaciones edge.

También lo es que han sido las pequeñas y medianas empresas las que han liderado la adopción de este tipo de sistemas, ya que les permite contar con una arquitectura que ahorra costes y como hemos visto, reduce tremendamente la complejidad de gestionar un data center «tradicional». Estas empresas han visto como las infraestructuras HCI les ofrecen además la agilidad que pueden encontrar en un entorno de nube pública a la vez que mantienen el control sobre su hardware on premises. A esto se suma una escalabilidad que les permite comenzar a trabajar con una infraestructura sencilla, a la que ir añadiendo nodos a medida que lo necesitan.

Sin embargo, los últimos avances que hemos visto en la evolución de la tecnología que sostiene las infraestructuras HCI, convierten estos sistemas hiperconvergentes en una opción más que válida también para las grandes empresas. La que ha tenido más impacto a la hora de gestionar grandes cargas de trabajo ha sido sin lugar a dudas la especificiación para discos SSD, NVMe (Non Volatile Memory Expres), que permite compartir datos entre varios servidores y unidades flash utilizando distintos protocolos de red.

En este sentido la nueva especificación la nueva especificación NVMe Over Fabrics representa un gran salto adelante en el terreno del almacenamiento, ya que por primera vez permite la transferencia de datos entre estas unidades utilizando redes de fibra de alta capacidad o Ethernet.

Cómo escoger la mejor infraestructura hiperconvergente

Teniendo en cuenta todo lo anterior, las empresas que se deciden por apostar por una infraestructura HCI para su centro de datos, tienen dos grandes opciones que tienen que valorar antes de «lanzarse a la piscina»: adquirir una solución de hardware all-in-one o apostar por una infraestructura definida por software. Ambas son opciones válidas y tienen sus ventajas e inconvenientes que hay que tener en cuenta. Veamos las principales.

Soluciones de hardware all-in-one

Las soluciones hardware all-in-one son las más populares entre las pequeñas y medianas empresas. Pasan por ser soluciones muy integradas, «llave en mano» en las que un único fabricante se ocupa de todo: hardware, software de gestión, despliegue de la solución en las instalaciones del cliente, configuración, formación y soporte técnico.

La principal ventaja de este tipo de aproximación es que ofrece un nivel de rendimiento garantizado, cumple con las especificaciones del fabricante y resulta muy sencillo de mantener o escalar en caso de ser necesario, añadiendo nuevos nodos. Al tratarse de soluciones «cerradas» el proveedor tiene un mayor control sobre el hardware, lo que facilita la resolución de problemas y se optimiza el rendimiento.

En este tipo de soluciones además el cliente tiene una única línea de soporte, por lo que en general si el centro de datos «está empezando» o si se quiere «empezar de cero» esta suele ser la opción más interesante. Algunas de las soluciones más conocidas del mercado en este terreno son HPE Simplivity o Dell EMC VxRail.

La principal desventaja que presenta es la dependencia que tiene el cliente de un único fabricante y la dificultad de salir de ese vendor lock-in que puede limitar el futuro crecimiento IT de la empresa en otras direcciones.

HCI definida por software

Las compañías que no quieren atarse a un único proveedor, normalmente empresas más grandes, suelen apostar en este terreno por soluciones HCI definidas por software.

En este caso, proveedores como VMware, Citrix o Maxta favorecen que las empresas utilicen el hardware que más les interesa, empleándolo como parte de su nueva infraestructura HCI, lo cual les permite ahorrar en costes en grandes despliegues.

Esto les permite trabajar de forma simultánea con distintos fabricantes, reconfigurar su infraestructura siempre que lo consideren oportuno y tal vez lo más importante: adquirir la licencia de software, lo que permite replicar la fórmula para cualquier servidor, sin coste adicional. Teniendo en cuenta que muchas empresas renuevan sus parque de servidores cada cuatro o cinco años, el ahorro puede ser sustancial.

Su principal desventaja en cambio, es que exigen un mantenimiento mayor. El cliente debe ocuparse de analizar la compatibilidad de todos los componentes que van a formar parte de la nueva infraestructura, configurar la solución de forma adecuada y ocuparse del mantenimiento técnico. Y aquí aunque normalmente es cierto que la mayor parte de los fabricantes se preocupan por mantener actualizado el firmware de cada una de sus soluciones, también lo es que es normal que se reporten más incidencias que en una solución integrada.

Así las cosas, en realidad no hay una opción claramente superior (ya sea hardware all-in-one o definida por software) y todo dependerá de las premisas, recursos y objetivos finales de cada cliente.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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