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Apple sigue siendo muy sensible al iPhone, y a China

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Durante los últimos años, Apple ha conseguido reducir su dependencia del iPhone de una manera notable. Para conseguirlo, la compañía de la manzana ha centrado sus esfuerzos, principalmente, en tres grandes frentes: reforzar su ecosistema de servicios, ampliar su oferta de accesorios y diversificar sus principales productos (el Apple Watch SE es sin duda uno de los mejores ejemplos).

Su estrategia ha sido todo un acierto, ya que no solo ha permitido a Apple conseguir una mayor estabilidad a nivel de ingresos a la hora de afrontar las variaciones trimestrales en las ventas de su producto estrella, sino que además ha transmitido a los inversores una confianza mucho mayor. Positivo, sin duda, pero el iPhone sigue siendo crucial para la compañía de la manzana mordida, y las recientes reacciones de los inversores lo han vuelto a dejar muy claro.

Recientemente, Apple confirmó una caída muy marcada de las ventas del iPhone en China, una situación que se ha producido, principalmente por el retraso que ha experimentado el lanzamiento del iPhone 12 a nivel internacional, debido a la pandemia de la COVID-19, que como sabemos ha perjudicado a la cadena de suministros y a los principales fabricantes de dispositivos tecnológicos.

Muchos usuarios pospusieron la compra de un nuevo smartphone durante la segunda quincena de septiembre, lo que obligó a Apple a confirmar la caída trimestral más marcada de los últimos tres años en lo que a ventas del iPhone se refiere. Por si esto fuera poco, los ingresos que obtiene Apple en China dependen, mayoritariamente, de las ventas del iPhone.

Como hemos dicho, Apple ha sabido diversificar durante los últimos años y ha potenciado de forma significativa otras divisiones de negocio para reducir su dependencia del iPhone, pero los inversores continúan siguiendo muy cerca la evolución de las ventas de dicho producto, y es perfectamente comprensible, ya que continúa siendo el pilar central sobre el que se apoya la compañía de la manzana.

Haciendo un balance general, los resultados que obtuvo Apple fueron muy positivos. Gracias a los ingresos obtenidos por las divisiones Mac, iPad, wearables y de servicios, la compañía que dirige Tim Cook cerró un buen trimestre, pero esa caída en ventas del iPhone hizo que sus acciones bajasen un 5%. Este detalle es muy interesante, ya que confirma, una vez más, que Apple sigue siendo muy sensible a la salud del iPhone, y los inversores también.

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