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¿Adiós a Silicon Valley?

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Al dar cuenta hace unos días de los resultados del cuarto trimestre de HPE, os informábamos también de lo que sin duda era una noticia sorprendente: la decisión de la compañía de trasladar su sede central a Houston.

Sorprendente sí, porque pocas compañías tecnológicas tienen un pasado tan “californiano” como HP (HPE ahora). Fundada en 1939 en Palo Alto, la compañía es una de las que “crearon” esa idea de “Silicon Valley” que todos tenemos.

Lo cierto sin embargo es que algo está cambiando en el valle del silicio, porque cada vez son más las empresas tecnológicas que en los últimos tiempos han decidido “hacer las maletas” y trasladarse a otra parte. Solo en los últimos meses, Palantir Technologies ha dejado Palo Alto para irse a Denver, Dropbox ha cambiado San Francisco por Seattle y Twitter ha convertido el ir a la oficina en algo completamente opcional.

Volviendo a HPE, la compañía ha decidido trasladarse concretamente a Sprinwoods Village, una zona residencial al norte de Houston en donde la compañía tiene planeado la construcción de un campus de 173.000 metros cuadrados, en el que además de oficinas para trabajar, habrá un fitness center, espacios destinados a la práctica del yoga, restaurantes… y en definitiva, casi todo lo que podemos esperar encontrar en este tipo de instalaciones americanas.

HPE por supuesto no abandona California del todo y, además de su centro regional, mantendrá buena parte de su área de I+D en San José, pero en cualquier caso, el mensaje es claro: para la industria tecnológica, empieza un nuevo momento.

Teletrabajo, cloud y costes

Que en pocos meses se haya demostrado que miles de personas pueden trabajar sin problemas desde casa, ha provocado que muchas empresas tecnológicas comiencen a hacerse todo tipo de preguntas, como si realmente es necesario tener una presencia física en la bahía de San Francisco, o si hay otro tipo de opciones igualmente válidas.

Y no sólo porque el coste de la vida se ha disparado. Como explican en Forbes, en realidad, el cálculo que están haciendo estas empresas es más complejo, e incluye los cambios que ha experimentado la tecnología en los últimos años (con el cloud como gran protagonista), el coste de la mano de obra especializada y por supuesto, la fiscalidad que aplica cada estado.

De todos estos factores, puede que precisamente sea el peso que tiene el cloud lo que más está cambiando las cosas. Hay que tener en cuenta en este sentido que los grandes centros de datos son más competitivos cuando el terreno y el acceso a la energía es barato y estas son dos condiciones que no son especialmente fáciles de encontrar en la bahía de San Francisco. Más bien, todo lo contrario.

Por otro lado, las ventajas fiscales que han empezado a ofrecer otros estados, han provocado que se desarrollen verticales propios que se alejan de California, como por ejemplo el de tecnologías IoT en Texas, las fintech de Nueva York o las empresas biotech que se asientan en el área de Boston.

Finalmente, muchos de sus trabajadores encuentran un alivio en no tener que asumir costes de alquiler estratosféricos y el poder llevar una vida normal en ciudades cuyos salarios les permiten bastante más que “sobrevivir” en la hipercompetitiva California.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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