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Seis compañías de computación cuántica a las que seguir la pista en 2022

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La computación cuántica supone ya un antes y un después en la historia de la informática. Y aunque es verdad que aún tendrán que pasar unos cuantos años antes de que podamos hablar de una tecnología madura, la mayoría de los expertos coinciden en señalar que a medio plazo, su impacto en los principales sectores será completamente disruptivo.

En este espacio, tanto grandes empresas tecnológicas como IBM o Microsoft, como starups como QCI, están apostando por el desarrollo de nuevos procesadores y servicios cuánticos con los que las empresas podrán en un futuro no tan lejano, resolver problemas que ahora mismo resultan impensables y a los que la computación clásica no es capaz de ofrecer una solución en tiempos razonables.

Para entender qué esta ocurriendo ahora mismo en este nicho de mercado, en MCPRO hemos querido repasar las compañías a las que muy especialmente va a merecer la pena prestar atención a lo largo de este año.

IBM

IBM es uno de los grandes pioneras de la computación cuántica. En 2019 se convirtió en la primera compañía en ofrecer servicios de Quantum Computing a nivel comercial, utilizando para ello su propia infraestructura cloud y favoreciendo que prácticamente cualquier empresa pudiera comenzar a explorar las posibilidades que ofrece esta nueva tecnología.

Desde entonces la compañía ha seguido mejorando sus equipos y aumentando el número de qubits que puede ofrecer. De hecho, en 2022 debería presentar un procesador de 433 qubits al que ha bautizado como Osprey; en 2023 llegará Condor, un super ordenador de 1.121 qubits y a partir de aquí, la compañía espera que la computación cuántica realmente pueda ser más eficaz que la supercomputación tradicional para resolver un gran número de problemas.

Aunque es cierto que una compañía como IBM tal vez carezca de esa visión arriesgada e innovadora que proponen algunas startups en este campo, también lo es que tiene recursos financieros como para cumplir con sus objetivos de forma holgada, como se ha encargado de demostrar al publicar su hoja de ruta.

QCI

QCI (Quantum Circuits) es otra de las compañías a la que merece seguir cuando de lo que hablamos es de computación cuántica, apostando por un enfoque modular. A diferencia de algunos actores en este ecosistema, su objetivo no es tanto el sustituir la computación clásica por la cuántica, sino que esta última funcione de forma complementaria.

Dentro de esta visión, la compañía lleva tiempo desarrollando nuevos servicios que facilitan que los recursos cuánticos estén disponibles en computadoras binarias. En ese marco, la compañía presentó a principios de 2021 Qatalyst, una plataforma de computación cuántica de software como servicio, de modo que las empresa pudieran acceder a estos recursos a través de la nube.

Además ha desarrollado un programa de partners, de modo que sean sus socios los que acerquen los beneficios de la cuántica a sus clientes, facilitando que esta tecnología sea mucho más accesible.

Xanadu

La startup canadiense Xanadu ha ocupado muchos titulares en los últimos tiempos, al convertirse en la primera compañía capaz de ofrecer una plataforma de computación cuántica basada en la fotónica, disponible en través de la nube. En este sentido y diferencia de otras empresas, los sistemas de Xanadu utilizan luz en lugar de superconductores, por lo que pueden mantener su ordenador a temperatura ambiente.

Esta aproximación a la cuántica le ha valido entre otras cosas haber sido seleccionada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), que ha invertido 45 millones de dólares en el futuro de la empresa. Por otro lado, la startup también ha publicado herramientas Open Source para su plataforma, de modo que sus posibles socios y clientes puedan aprovechar al máximo los recursos cuánticos que ofrece.

Xanadu afirma que su sistema es ideal para resolver los problemas actuales de las empresas, como la gestión de redes, la planificación y la logística y aunque probablemente no ofrece servicios claramente diferenciales con respecto a su competencia, el potencial de la computación cuántica a temperatura ambiente es difícil de ignorar.

Microsoft Azure Quantum

Como en el caso de IBM, Microsoft es otra de las grandes compañías que se está posicionando en el terreno de la cuántica. Para llegar a las empresas utiliza su plataforma Azure, en una plataforma as a service que ha bautizado como Microsoft Azure Quantum.

Su plataforma ofrece a las empresas acceso a recursos cuánticos sin los elevados gastos y costes de infraestructura que suelen conllevar y al igual que la plataforma Qatalyst de QCI, Azure Quantum ofrece una colección de recursos que van más allá de lo que ofrece la propia Microsoft. En este sentido, los usuarios también pueden acceder a recursos de QCI, Honeywell, Toshiba, IONQ y 1Qloud.

D-Wave Systems

Otra de las principales empresas de computación cuántica a las que hay que prestar atención en 2022 es D-Wave. La empresa fue una de las primeras en ofrecer acceso en la nube en tiempo real a recursos de computación cuántica, y sigue siendo líder en este campo.

A principios de 2020, D-Wave presentó la plataforma Leap 2, que ofrece a los usuarios acceso en la nube a un híbrido de procesadores cuánticos y clásicos. Este sistema puede calcular problemas con hasta 10.000 variables, equilibrando las cargas de trabajo entre los recursos clásicos y cuánticos para maximizar la eficiencia. Leap 2 también incluye varias herramientas para desarrolladores que ayudan a los usuarios a sacar provecho de la plataforma sin necesidad de tener mucha experiencia.

Rigetti

La startup Rigetti tiene varias novedades en hardware de computación cuántica. Para empezar, sus usuarios ya pueden acceder a su chip de última generación, Aspen-11, de 40 qubits y que promete un rendimiento mejorado. Además, varios de sus clientes podrán acceder a su procesador de 80 bits, conseguido mediante la unión de dos chips de 40 qubits, para probarlo.

Por otro lado, en Rigetti han confirmando que están explorando la posibilidad de permitir a sus clientes acceder a un tercer estado energético de su hardware de superconducción, lo que permitiría convertir sus qubits en qutrits, y por tanto, la manipulación de muchos más datos con el hardware que ya existe. Para conseguirlo, Rigetti ha modificado su software de control para que haya acceso programable a uno de los estados de mayor energía.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

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