La fábrica de Lenovo en Hungría, modelo de rendimiento y sostenibilidad

La multinacional de tecnología Lenovo se consagra en la fabricación y distribución de un millón de estaciones de trabajo y servidores desde sus instalaciones de producción construidas a medida en Europa. La planta, ubicada en Budapest (Hungría) lleva poco más de un año de funcionamiento y ya ha dado buena cuenta de su rendimiento.

La fábrica de la compañía abrió en junio del año pasado, después de 10 meses de obras durante la pandemia. Su puesta en marcha permitía a la marca dar soporte a los clientes de Europa, Oriente Medio y África (EMEA) y poder dar respuesta a las necesidades de infraestructura de servidores, sistemas de almacenamiento y estaciones de trabajo PC de alta gama.

La planta europea en Budapest forma parte de la red de producción global de la compañía, siendo ya 35 ubicaciones en ocho regiones las que dan servicio a clientes en 180 mercados entre los que están Argentina, Brasil, China, Hungría, India, Japón, México y EE.UU.

Un hito del rendimiento

Después de todo un año a pleno funcionamiento, la planta europea de la tecnológica china ha dado soluciones a más de 1.000 clientes distribuidos entre 69 países, y ha sido testigo de cómo su escala y ritmo de operaciones han ido acelerando en estos meses. A lo largo de este año, más de 180 clientes han podido visitar las instalaciones, un hecho que ha contribuido a la colaboración, la transparencia y la comunicación con los clientes.

La planta de Hungría ha conseguido distribuir un millón de unidades, que en palabras del Responsable de Fábrica de Lenovo, Szabolcs Zolyomi: “El logro de distribuir un millón de unidades constituye una muestra de la colaboración interna y externa que hemos mantenido con empleados y clientes durante este último año”.

Zolyomi añadía al respecto que han “sido capaces de responder a las necesidades de los clientes de forma más efectiva, con mayor eficiencia y control sobre el desarrollo de los productos y las operaciones de la cadena de suministro, y todo ello mientras hemos seguido manteniendo nuestro compromiso con la sostenibilidad y apoyando a la comunidad local”.

Para el Responsable de Fábrica de la compañía la inauguración de esta planta europea ha supuesto un reto para su firma ya que ha extendido sus operaciones de producción internacionales y ha proporcionado acceso a un potencial económico muy significativo tanto para sectores públicos como privados del país.

Como prueba irrefutable de su crecimiento, desde que se abriera en el 2022 por estas fechas el equipo ha crecido un 20%. A tal efecto, la tecnológica ha recibido el reconocimiento por parte del Ministerio de Comercio Internacional de Hungría como el mayor generador de puestos de trabajo en el país.

Una fábrica sostenible

La fábrica europea fue levantada bajo el concepto de sostenibilidad, y es que desde que fuese inaugurada se han ido haciendo mejoras tales como el aislamiento térmico, sistemas de sensores de iluminación y la optimización en el empleo del calor residual de los compresores de aire. El ahorro energético calculado asciende al 14%.

En esta misma línea, ya se ha iniciado la segunda fase de instalación de paneles solares que permitirá aumentar la capacidad hasta cuatro megavatios, produciendo la electricidad equivalente a doce camiones cisterna de gas natural. Otro objetivo alcanzado ha sido el de reducir las emisiones de CO₂ en los envíos de más de un 90% gracias a la reducción de las distancias en los transportes.

Además de su producción sostenible, a través de la Fundación Lenovo, la fábrica colabora con la comunidad local, facilitando labores de voluntariado y de tecnología para las escuelas de la zona y participa en donaciones de sangre mensuales mano a mano con la Fundación de la Cruz Roja en Hungría.