A Fondo
La industria tecnológica europea pide reforzar la soberanía digital de la UE

Un importante grupo de empresas tecnológicas europeas, ha enviado una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a la responsable de servicios digitales de la UE, Henna Virkkunen, donde piden al legislativo «acciones radicales» para reforzar la soberanía digital de Europa, reduciendo la dependencia de la infraestructura y los servicios de propiedad extranjera para reforzar las perspectivas económicas, la resiliencia y la seguridad del Viejo Continente.
El aterrizaje de nuevo inquilino en la Casa Blanca o lo que los analistas llaman ‘Trump 2.0’, ha provocado unos tiempos geopolíticos cada vez más convulsos, a todos los niveles. La imposición de aranceles está provocando una guerra comercial de consecuencias imprevisibles. Y ello es solo la punta del iceberg. Otro ejemplo de conflicto que afecta al ámbito tecnológico llega del ámbito de la seguridad, con el potencial reemplazo de las operaciones de Starlink en Ucrania. Los grandes servicios de redes sociales, no solo controladas por EE.UU. sino al servicio de Trump, son otro gran punto de preocupación. Por no hablar de la gestión y el almacenamiento de datos personales y profesionales, y de todo lo que llega de la IA.
Las declaraciones de Trump, el ministro en la sombra Musk y el vicepresidente JD Vance, atacando a Europa de una manera desconocida en décadas, no dejan ninguna duda de que el orden internacional conseguido después de la Segunda Guerra Mundial está en ruinas cuando se trata de las acciones que puede acometer Estados Unidos bajo el mandato de la actual administración.
La soberanía digital de Europa
Una amplia coalición formada por representantes de todos los sectores de la industria tecnológica europea (Airbus, Element, OVHCloud, Murena, Nextcloud, Proton, entre otras) cree que es hora de responder y prepararse para lo que está por venir y para ello está pidiendo al mando político europeo «acciones radicales».
Más de 80 firmantes, que representan a alrededor de 100 organizaciones, quieren que los legisladores reconsideren los esfuerzos de apoyo actuales para fomentar la adopción de alternativas locales con el mayor potencial comercial, desde aplicaciones, plataformas y modelos de IA hasta chips, informática, almacenamiento y conectividad. Y hay otras muchas que no han firmado la carta porque las grandes tecnológicas estadounidenses también son sus clientes.
Este grupo de empresas que abarcan áreas como la nube, las telecomunicaciones, el software de código abierto o la defensa, junto con varias asociaciones regionales de negocios y empresas emergentes, han firmado una misiva enviada el fin de semana a la Comisión el domingo, instando al bloque a cambiar su estrategia tecnológica a entornos cuasi bélicos, comprometiéndose a apoyar «una infraestructura digital soberana».
El plan busca reducir la dependencia de las grandes tecnológicas de propiedad extranjera mediante el fomento activo del desarrollo de la denominada ‘Euro Stack’. La propuesta de infraestructura digital europea no surge de la nada y el pasado enero fue divulgado un informe completo sobre el proyecto con participación de expertos de varios sectores, que detalla la estrategia.
También hemos visto comentarios en conferencias sobre la posibilidad de que los europeos emprendedores aprovechen un momento geopolíticamente delicado para presionar a la UE para que adopte una estrategia industrial digital que se centre claramente en favorecer la innovación local.
Es hora de actuar
Reforzar la soberanía digital de Europa es imprescindible. La infraestructura tecnológica clave actual es propiedad de empresas estadounidenses y está operada por ellas. Desde una perspectiva europea, si Trump puede emitir una orden ejecutiva presidencial que obligue a las empresas estadounidenses a interrumpir la prestación de servicios o terminar una cadena de suministro de un plumazo, no pueden ser socios fiables desde una perspectiva europea, como explica Wolfgang Oels, director de operaciones del motor de búsqueda Ecosia:
«Imaginen una Europa sin búsquedas en internet, correo electrónico ni software de oficina. Significaría el colapso total de nuestra sociedad. ¿Suena irreal? Bueno, algo similar acaba de ocurrir en Ucrania».
Y es que Trump bloqueó el acceso a infraestructuras vitales porque Ucrania no estaba dispuesta a ceder sus territorios ni a entregar sus minerales. «Los europeos necesitamos soberanía en infraestructuras críticas, y estas no solo incluyen la energía y la salud, sino también, sin duda, las digitales”. describe.
La misiva de la coalición ofrece una primera receta para que la industria tecnológica europea actúe. Se combina con una dura advertencia sobre los peligros de que el bloque continúe como está. Sin una acción urgente para fomentar la demanda de tecnologías fabricadas en Europa, existe el riesgo de que la toma de control de la provisión de infraestructura digital crítica por proveedores externos se perpetue. «Europa perderá la innovación digital y el crecimiento de la productividad sin un cambio radical y urgente», aseguran los partidarios del Euro Stack.
Computación en la nube, un gran ejemplo
La computación en la nube tiene cientos de proveedores, pero la mayoría solo piensa en tres: Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure (Azure) y Google Cloud Platform (GCP), que son conocidos como los “hiperescaladores” de la industria del alojamiento y tienen su sede en Estados Unidos.
El país dirigido por Trump cuenta con políticas de privacidad, seguridad y normativa que preocupan a muchas empresas y jurisdicciones europeas, especialmente en la situación global actual. Si bien los gigantes hiperescaladores mencionados ofrecen opciones de alojamiento en diversas jurisdicciones globales, ¿qué pasaría si la política estadounidense dejara de respetar estas fronteras digitales?
Europa cuenta con proveedores especializados como alternativa. Dos de ellos —el francés OVH (que aloja alrededor del 4% de los sitios web) y el alemán Hetzner (alrededor del 5,5% de los sitios web)— existen desde finales de los años 90, antes de la revolución de la web 2.0 y de que se conociera el término «nube». El tercero es el británico Civo, con solo siete años de existencia, pero cuyos fundadores cuentan con muchos más años de experiencia ayudando a empresas a llevar sus aplicaciones a internet.
Quizás debido a la ansiedad por mantener datos valiosos en otros territorios, el orgullo nacional o a razones regulatorias, las empresas europeas están buscando alternativas a los hosts de hiperescala y su elección es un ejemplo en la búsqueda de la soberanía digital de Europa. Se piden cambios al legislativo en este y en otros apartados tecnológicos.
Primero Europa
La carta abierta de la industria tecnológica europea también sugiere que los legisladores podrían ayudar a estimular la demanda y desbloquear la inversión adoptando requisitos de contratación pública que requerirían que al menos una parte de los requisitos digitales de los organismos públicos provengan de proveedores locales. El modelo también es conocido como un mandato de «Comprar europeo» para favorecer las «soluciones lideradas y ensambladas por Europa».
«La industria europea invertirá si existen perspectivas de demanda adecuadas», aseguran los autores de la carta, añadiendo que «priorizar las áreas donde Europa ya puede ofrecer resultados será clave para transferir rápidamente recursos a los proveedores europeos, creando valor y mercado en un círculo virtuoso».
El objetivo no es excluir a los actores no europeos, sino crear un espacio donde los proveedores europeos puedan competir legítimamente (y justificar la inversión). El argumento es que, en un mundo donde “Estados Unidos primero”, ya no se puede contar con que el país más poderoso del mundo respalde a Europa, la estudiosa neutralidad de la UE (con respecto a dónde invierte sus recursos) parece una reliquia idealista de una época más apacible.
Agrupación, federación, fondo de infraestructura y código abierto
Otras recomendaciones establecidas en la carta incluyen la adopción por parte de la UE de medidas para permitir un “suministro viable” alentando a los tecnólogos europeos a adoptar un enfoque de “agrupación y federación”, incluido el desarrollo de estándares comunes, como estrategia para acelerar la ampliación de la infraestructura digital local.
Al trabajar juntos en enfoques alineados, el objetivo es aumentar la capacidad de los proveedores europeos para competir contra los hiperescaladores estadounidenses, como en el caso de la computación en la nube. «Esto significa volver a trabajar con la industria para inventariar recursos rápidamente, respaldar las soluciones de código abierto y la interoperabilidad (tanto técnica como comercialmente), integrar los mejores activos existentes, respaldar la incorporación con plataformas de integración y reducir las barreras de cumplimiento, al tiempo que se cumplen los imperativos de localización y seguridad».
En cuanto a la financiación, la carta pide a la UE que cree un “Fondo Soberano de Infraestructura” para apoyar las inversiones públicas en infraestructura digital europea, especialmente en áreas de la cadena de valor tecnológica con uso intensivo de capital, como chips y computación cuántica.
Un fondo de ese tipo no requeriría grandes cantidades de dinero; se podrían destinar estratégicamente cantidades más pequeñas, por ejemplo, al mantenimiento de infraestructura de código abierto. «La comunidad de código abierto en Europa es enorme e increíblemente capaz», señalan.
La necesidad de la soberanía digital
Históricamente, la idea de pensar «Europa primero» ha sido tabú, menospreciada por indecorosa. Y si bien el impulso de dar ejemplo a nivel mundial y jugar limpio es admirable, es ingenuo y ha dejado a Europa en desventaja. «Estados Unidos y China siempre han priorizado a Estados Unidos y China primero; Europa debe hacer lo mismo», destacan.
La carta es una llamada urgente a Europa para que se ponga de acuerdo y trabaje colectivamente en una estrategia industrial digital conjunta con el objetivo de aumentar la capacidad local mediante el fomento de la demanda de tecnologías fundamentales que las empresas europeas ya pueden ofrecer. Esto fomentará un mayor crecimiento e innovación en la industria tecnológica local, al tiempo que ayudará al bloque a trazar un rumbo hacia una mayor autonomía en la infraestructura digital crítica.
«Para apoyar a Europa en este grave momento de crisis para nuestra seguridad y autonomía estratégica, la Comisión debe formar y convocar urgentemente grupos de trabajo con la industria para transformar su ambición de soberanía tecnológica en acciones concretas», sugiere la coalición industrial.
Al final de la carta se incluye una lista completa de los firmantes, resumida como prácticamente toda la nube, las telecomunicaciones, el software o el código abierto de Europa, además de gigantes industriales como Airbus y de defensa como Dassault Systèmes. Se espera que más empresas se unan como patrocinadores (incluidas las del ecosistema europeo de IA) y dejen a un lado intereses comerciales que existen porque los competidores son sus clientes.
El objetivo lo merece y es urgente en una situación crítica: la soberanía digital de Europa.
-
NoticiasHace 6 días
ASUS amplía catálogo de portátiles empresariales con los ExpertBook P1
-
NoticiasHace 2 días
Google se rinde: no eliminará las cookies de terceros en Google Chrome
-
A FondoHace 2 días
Empieza el juicio que puede obligar a Google a vender Chrome
-
A FondoHace 2 días
HPE y SUSE colaboran en soluciones de alta disponibilidad y agilidad sin límites