Noticias
El consumo de energía de la IA amenaza la sostenibilidad global

A medida que los sistemas de inteligencia artificial se expanden rápidamente, su huella energética crece aún más rápido y los últimos informes dicen que el consumo de energía de la IA amenaza incluso la sostenibilidad global del planeta.
Según una investigación del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Libre de Ámsterdam, la IA podría representar casi la mitad del uso de electricidad de los centros de datos globales para fines de 2025, frente al 20% estimado en la actualidad. Al establecer paralelismos con la minería de criptomonedas, otro de los grandes tragones de recursos, se advierte que la mentalidad de “más grande es mejor” de la industria tecnológica está impulsando un uso insostenible de la energía.
Las proyecciones del estudio sugieren que el hardware de IA pronto podría consumir tanta electricidad como naciones enteras, rivalizando potencialmente con la demanda total de energía del Reino Unido para 2025. Los datos están en sintonía con alertas anteriores de la Agencia Internacional de la Energía, al asegurar que la demanda mundial de electricidad de los centros de datos podría duplicarse en 2026, alcanzando niveles comparables al consumo anual de países como Japón.
El consumo de energía de la IA es insostenible
Aunque los centros de datos representan actualmente el 1,1% del consumo eléctrico mundial, la revolución de la IA está elevando esta cifra, con consecuencias potencialmente nefastas para los objetivos climáticos y las redes eléctricas de todo el mundo. Si bien modelos como DeepSeek prometen que se pueden entrenar y usar modelos de IA de manera muchísimo más eficiente y económica, las necesidades de hardware siguen siendo descomunales. Todo ello necesita sistemas de refrigeración avanzadas y en su conjunto consumen una enorme cantidad de energía.
Todo lo relacionado con la IA habla de necesidades simplemente insaciables y las cifras pintan un panorama preocupante. El coste ambiental ya es visible: las emisiones de gigantes como Google han aumentado un 48% en cinco años y otros como Microsoft no son capaces de cumplir los objetivos de sostenibilidad a medida que se multiplican las cargas de trabajo de IA.
Otro ejemplo de consumo desmedido es que el uso de agua para refrigeración ha aumentado casi un 10% a medida que aumenta la densidad de servidores. Y la lotería geográfica de las fuentes de energía implica que la misma consulta de IA puede generar el doble de emisiones en las regiones dependientes del carbón que en las que utilizan energías renovables.
El FMI estima que las emisiones acumuladas de la IA hasta 2030 podrían alcanzar 1,7 gigatoneladas (equivalente a la producción de Italia en cinco años), incluso a medida que impulsa el PIB mundial. Con la proyección de que el 40% de los centros de datos de IA alcanzarán su capacidad energética máxima para 2027, «la presión sobre la infraestructura se está volviendo imposible de ignorar», asegura el estudio.
Los líderes de la industria se enfrentan a decisiones difíciles. Si bien los más optimistas de la IA, generalmente las empresas especializadas en soluciones de inteligencia artificial, argumentan que estas tecnologías acabarán ayudando a resolver los desafíos climáticos, las tendencias actuales sugieren un período intermedio crítico.
Al igual que en el apartado de la ciberseguridad la IA tiene un lado oscuro preocupante, en energía y sostenibilidad tenemos una paradoja del progreso: la misma innovación que promete revolucionar la eficiencia energética se está convirtiendo en una importante fuente de emisiones.
-
NoticiasHace 6 días
LibreOffice señala los «costes reales» de la migración a Windows 11
-
NoticiasHace 5 días
Intel despedirá hasta el 20% de su división Intel Foundry
-
EntrevistasHace 5 días
“Nuestro objetivo es que proteger y gestionar el acceso al hogar sea tan fácil como encender la luz”
-
EventosHace 3 días
Inteligencia Artificial, Virtualización y Open Source: Claves para la Transformación Digital