La industria europea de chips pide más apoyo para avanzar a la Unión Europea

Los miembros de la industria de semiconductores europea han pedido más ayuda a la Unión Europea para poder contar con más músculo para avanzar y crecer de nuevo, así como para poder adoptar nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial. Pero también para reforzarse contra las guerras comerciales entre países, que parecen estar arreciando en los últimos tiempos con el enfrentamiento entre Estados Unidos y China, que también salpica a Europa.

Para conseguir este apoyo, el sector ha enviado un informe de 20 páginas, según Reuters, a Mariya Gabriel, Comisaria de la UE de asuntos digitales. En él se pide que se duplique la cantidad asignada en 2014 a un programa de investigación y desarrollo, hasta llegar a los 10.000 millones de euros, para el próximo periodo presupuestario de siete años del bloque. También se solicita la ampliación hasta 2020 de un programa de apoyo estatal para proyectos de inversión de importancia estratégica. Entre los firmantes del informe están Soitec, STMicroelectronics, Robert Bosch, X-FAB Silicon Foundries, GlobalFoundries, United Monolithic Semiconductors, Infineon y ASML, así como investigadores del Grupo de Microelectrónica Fraunhofer, CEA-Leti e imec.

La industria de semiconductores europea, comparada con compañías líderes mundiales del sector como Samsung Electronics e Intel, que tienen una cuota de mercado del 14,2% u el 14% respectivamente, es prácticamente de nicho. No obstante, después de varios años de caídas, empieza a recuperarse. Estamos hablando de un sector que mueve 280.000 millones de dólares, y que cuenta con representantes como la alemana Infineon, que el mes pasado anunció la próxima construcción de una planta de 1.600 millones de euros en la localidad austriaca de Villach. Será la segunda de la compañía con capacidad para fabricar chips en obleas de 300 mm.

Según han manifestado desde Infineon, dicha inversión se va a realidad por las necesidades que tienen de sumar más capacidad para satisfacer la demanda de chips empleados en aplicaciones industriales, no por un deseo de atraer subvenciones. Por otro lado, Infineon ha actuado como coordinador de varias sociedades público-privadas dedicadas a la investigación en el marco del programa ECSEL (Electronic Components and Systems for European Leadership Joint Undertaking). Es precisamente a este programa, ECSEL, al que las 11 empresas y organismos de investigación que han firmado el informe remitido a la UE, quieren que se le doble el presupuesto en el próximo periodo presupuestario, que comienza en 2021.

Según una fuente, que ha descrito este plan como muy eficaz para fomentar la innovación y la colaboración «el truco ha sido forzar a las empresas, los institutos de investigación y las PYMES a trabajar dentro de las fronteras europeas«.

Pero el informe no sólo pide más inversión. También busca que se tomen otras medidas, como fomentar que en Europa se dependa más de los semiconductores fabricados en la UE, además de la creación de una fuerza de trabajo relacionada con los semiconductores y la unificación de los esfuerzos de investigación en el sector.

Para los firmantes del mismo, las fricciones comerciales y la concentración de la industria de semiconductores global a través de fusiones a gran escala y compras también implica que Europa debe aumentar su dependencia de los chips fabricados en la UE. Según uno de los autores del informe, «los chips puede convertirse con facilidad en parte de una guerra comercial. En Europa ya comienza a verse claro. Así que, tanto si son para la automoción, la industria aeroespacial, la farmacéutica o las ciencias de la vida, los chips tienen que estar disponibles y ser asequibles y energéticamente eficientes. Además, las entidades que formen parte de la cadena de suministro necesitan trabajar con más cercanía que ahora«.