Conecta con nosotros

A Fondo

Estaciones de trabajo

Algunas actividades requieren simplemente ordenadores más potentes. Hay profesionales que no se pueden permitir demoras o «cuelgues» cuando están trabajando y precisan muchos recursos de sus ordenadores por el tipo de software que tienen que utilizar para su actividad. Son profesionales que necesitan una estación de trabajo para su trabajo. En este artículo vamos a ver qué es una estación de trabajo y quién las necesita.

Publicado el

Algunas actividades requieren simplemente ordenadores más potentes. Hay profesionales que no se pueden permitir demoras o «cuelgues» cuando están trabajando y precisan muchos recursos de sus ordenadores por el tipo de software que tienen que utilizar para su actividad. Son profesionales que necesitan una estación de trabajo para su trabajo. En este artículo vamos a ver qué es una estación de trabajo y quién las necesita.

 

Las estaciones de trabajo son como las herramientas de precisión del mundo de los ordenadores. Si los ordenadores personales destacan por su versatilidad, las estaciones de trabajo ofrecen por sus prestaciones y rendimiento un instrumento de precisión extremadamente eficaz para que los profesionales más exigentes puedan realizar con eficacia su trabajo.

 

 

 

Se trata de equipos diseñados para ofrecer el mejor rendimiento para aplicaciones técnicas o científicas, por lo que suelen disponer de una gran potencia específicamente para el tratamiento numérico y las aplicaciones gráficas en 2D y 3D. Por esta razón las estaciones de trabajo equipan los componentes más potentes y actualizados en lo que respecta al hardware y sistemas operativos de 64 bits para aprovecharlos al máximo.

 

Quién necesita una estación de trabajo

 

Como hemos apuntado, las estaciones de trabajo son especialmente indicadas para aplicaciones con grandes necesidades de potencia de proceso o de potencia gráfica. Así, este tipo de ordenadores son los elegidos por profesionales de la arquitectura o que utilizan programas de CAD en general, ingenieros que utilicen programas de cálculos de estructuras y otras aplicaciones con cálculos complejos, edición de vídeo, animación en 3D, diseñadores, fotógrafos…

 

 

 

El elemento que nos marcará si necesitamos o no una estación de trabajo será la aplicación que utilicemos, por lo que nos fijaremos en los requisitos para decidir si necesitamos una estación de trabajo o no. También es posible que aplicaciones que generalmente pueden ejecutarse en un ordenador personal precisen de una estación de trabajo por el tipo de ficheros con los que trabajamos.

 

Es el caso de los fotógrafos que necesiten hacer retoques complejos en imágenes de muy alta resolución y de forma muy rápida, por ejemplo porque trabajen para una publicación periódica. También puede ocurrir en el caso de la edición de vídeo, cuando manejamos material de alta definición y los editores necesitan aplicar efectos o filtros en poco tiempo.

 

En general si realizamos una actividad en la que precisamos una respuesta inmediata de la aplicación con la que trabajamos y un PC normal de sobremesa no cubre nuestras necesidades, es conveniente que nos interesemos por la posibilidad de optar por una estación de trabajo. En ocasiones trabajar más rápido o de manera más eficaz sin cuelgues e interrupciones justifica con creces la inversión en hardware que vamos a realizar.

 

Elementos importantes de una estación de trabajo

 

Hay dos elementos que suelen ser los más importantes a la hora de clasificar un ordenador como estación de trabajo: el procesador y la tarjeta gráfica. Son los responsables principales, aunque como veremos no los únicos, de que las aplicaciones más pesadas funcionen con la soltura y eficacia suficiente y no nos den problemas. Vamos a ver en qué componentes nos tenemos que fijar para adquirir una estación de trabajo adecuada.

 

 

 

Al escoger los componentes de nuestra estación de trabajo tengamos en cuenta que se trata de una inversión. Por esta razón es recomendable comprobar que los componentes que la componen están a la última, que son los modelos más recientes de los respectivos fabricantes. De esta forma no se quedarán desfasados y además de trabajar más rápido nos garantizaremos que la estación de trabajo no se queda obsoleta al poco tiempo. Eso no quiere decir que la estación de trabajo tenga que ser más cara. Si elegimos la marca adecuada podemos obtener lo último por un precio razonable.

 

Procesador: En la actualidad los procesadores más indicados para equipar una estación de trabajo deben ser multinúcleo. Las principales aplicaciones profesionales y los sistemas operativos modernos pueden sacar el máximo partido a este tipo de CPU. En ocasiones también podemos optar por ordenadores con múltiples procesadores, aunque la potencia de los modelos multinúcleo no lo hacen necesario en la mayoría de los casos. Los clásicos procesadores para una estación de trabajo son los Opteron de AMD o los i7 y Xeon de Intel.

 

 

 

Tarjeta gráfica: Otro elemento que apuntábamos como importante, una tarjeta gráfica potente es indispensable para ciertas aplicaciones de CAD o edición de imagen y vídeo. Además las tarjetas de última generación «echan una mano» en tareas propias de la CPU como la codificación y decodificación de vídeo de alta definición e incluso en los cálculos numéricos.

 

 

 

Algunos modelos permiten incluso aceleración de aplicación de efectos de vídeo en tiempo real. No veremos en este caso tarjetas con pedigrí que rompen marcas con los juegos más punteros, sino modelos más «serios» y más profesionales como la serie Quadro de NVIDIA o las ATi FireGL.

 

Memoria RAM: No solamente es muy importante la cantidad de memoria (hoy en día menos de 6 Gbytes no encontraremos en estaciones de trabajo «serias») sino también la calidad. Es muy importante que la memoria sea fiable, y en ese caso comprobar que se trata de primeras marcas y con buenas cifras de respuesta. También hay que fijarse en la capacidad de ampliación que permite la placa base. Las placas profesionales permiten hasta 24 Gbytes en 6 bancos de memoria.

 

 

 

Disco duro: Otro elemento que puede influir en las prestaciones de nuestra estación de trabajo. Se suelen buscar modelos de al menos 1 Tbyte. En ocasiones se incluyen dos o más discos duros en stripping con el sistema Raid 0 para asegurar mayores prestaciones y una mayor seguridad en los datos.

 

Caja y ensamblaje: Así como los componentes tales como procesadores, tarjetas gráficas y placas base son importantes, también es fundamental que las estaciones de trabajo hayan sido ensambladas correctamente, que dispongan de cajas robustas, de un buen sistema de ventilación para evitar probemas de calentamiento (un aspecto sensible por la potencia de sus componentes), que no emitan demasiado ruido (para poder trabajar en condiciones óptimas) y en general que dispongan de una buena calidad de ensamblaje.

 

 

 

Incluso la buena disposición interna de los cables puede ser fundamental para que los componentes no llequen a quemarse. Igualmente una buena fuente de alimentación es importantísima, por un lado para garantizar suficiente potencia eléctrica para el funcionamiento de todos los componentes de la estación de trabajo (que al ser potentes consumen especialmente), sino también que tenga una buena refrigeración y sea poco ruidosa, como hemos visto para la caja.

 

Software y sistema operativo: Es un elemento importante para sacar el máximo partido al equipo. En este caso es indispensable optar por sistemas de 64 bits para poder sacar partido a las grandes cantidades de memoria del sistema y para una mejor gestión de los recursos. Por otro lado la elección del software es muy importante, porque disponer de una estación de trabajo potente y un mal software es una mala combinación.

 

Soporte y servicio técnico

 

Si hemos valorado los elementos hardware y software de una estación de trabajo, también tenemos que tener en cuenta que se trata de máquinas de alto rendimiento en las que confiamos nuestros trabajos más importantes. Por ello es indispensable que estos equipos estén cubiertos por una buena garantía, pero también que dispongamos de una asistencia inmediata en caso de problemas.

 

 

 

No olvidemos que una estación de trabajo es una inversión importante y que el que esté parada supone un perjuicio económico y una pérdida de rentabilidad de la inversión. Por eso asegurémonos de que adquirimos la estación de trabajo a una empresa seria con un servicio téncico capaz de responder en poco tiempo a las incidencias que se puedan producir para que podamos seguir trabajando.

 

Estación de trabajo y seguridad

 

Un apartado fundamental es el de la seguridad, los datos que contiene una estación de trabajo son muy importantes por lo que hay que extremar las precauciones. Lo primero ser conscientes que una estación de trabajo no es un PC, procurar no utilizarla para tareas como la navegación web o los juegos. Los administradores pueden en este caso limitar el software que puede ser utilizado. Asimismo es importante disponer de antivirus actualizado y hacer copias de seguridad periódicas.

 

 

 

Lo más leído