Conecta con nosotros

Noticias

Ordenadores y smartphones, más caros en 2018 que en 2017

Publicado el

El sector tecnológico nos ha (mal)acostumbrado a tener, cada vez, más por menos. No hay más que ver el precio que tenían los primeros ordenadores personales y, a partir de ahí, ver la evolución en el precio de los mismos. Y lo mismo ocurre con los teléfonos móviles (y especialmente con los smartphones). Salvo algunos productos muy concretos (como los dispositivos de Apple o los flagship de algunos fabricantes), a cada año que pasaba, hemos obtenido más por menos. Sin embargo, y según un informe de Gartner reseñado por Computerworld, apunta a que este 2018 experimentaremos algo tan poco habitual en nuestro sector como común en otros muchos: una cierta subida de precios.

Para poner números a ese incremento, la consultora lo cifra en un 1,4% en ordenadores, tablets y dispositivos 2 en 1, y sube hasta un 4,3% en el caso de los smartphones. No obstante, al analizar el informe en profundidad, es importante apreciar que, en cierta medida, se producirá una subida de precios, pero también hay que tener en cuenta que Gartner incluye los patrones de consumo previstos para este año al realizar esta proyección.

La subida de precios, inevitable en cualquiera de los casos, se deberá a la incapacidad de productores de determinados componentes (memoria, discos SSD, baterías, panel para pantallas, etcétera) de satisfacer la demanda global de los mismos. Así, nos encontraremos de nuevo en un momento en el que la oferta no será capaz de cubrir la demanda, por lo que los precios se incrementarán.

Esta situación, no obstante, no es nueva, Según Gartner, desde junio de 2016 hasta ahora el precio de la memoria NAND flash se ha multiplicado por dos, y de momento no se espera solución a este problema, por lo que su precio seguirá subiendo. Esta situación es relativamente común, la industria productora de todos los elementos necesarios para el ensamblaje de ordenadores, tablets y smartphones es razonablemente robusta, pero hay muchas circunstancias que pueden afectar a su producción y, de este modo, hacer que los precios finales de los dispositivos oscilen a la alta o a la baja.

Cualquier persona que lleve ya unos años en este sector, y que se haya mantenido razonablemente informado de los precios de los componentes, recordará situaciones similares a esta, y que también se dan, por ejemplo, cuando se empieza a producir (que no a desarrollar) una nueva tecnología que sustituirá a una anterior, pero que todavía se encuentra en uso masivo. En esos momentos, cuando empiezan a producirse los primeros reajustes en las líneas de producción, resulta razonablemente común encontrarse fluctuaciones de este tipo. Sin embargo, en esta ocasión el problema no es ese, sino lo rápido que se ha disparado la demanda de determinado tipo de componentes, y que ha podido «coger» a más de uno con el paso cambiado, y sin la capacidad necesaria para adaptarse a la nueva situación. Así pues, cuando podamos saber a que precio se han vendido, así como datos de oferta y demanda de estos componentes a mitades de año, podremos valorar si hemos hablado de una situación de escasez puntual, y que el mercado ya ha comenzado a corregir o, por el contrario, cabe esperar un final de año y, al menos, un primer semestre de 2018, en el que seguiremos viviendo esta situación.

Lo más leído