Ballmer: Kin desvió la atención

El CEO de Microsoft ha reconocido en una entrevista que los Kin desviaron la atención de Windows Phone 7. Un experimento fallido en el intento de comercializar una línea de teléfonos inteligentes propios de la compañía, que ha costado una gran cantidad de dinero y principalmente tiempo perdido en el desarrollo de la nueva plataforma móvil Windows Phone 7.

Steve Ballmer, responsable ejecutivo de Microsoft, reconoció errores ante el fracaso de los Kin, teléfonos inteligentes internos de la marca, retirados dos meses después de su llegada al mercado ante las pésimas ventas, vergonzantes para una compañía del potencial de Microsoft, fruto de un concepción errónea para el mercado actual y por una distribución por Verizon sin garantía alguna de éxito.

Kin costó a Microsoft 240 millones de dólares, excluyendo la adquisición de Danger en la que Microsoft invirtió otros 500 millones. Además, y por lo que indica Ballmer, desvió la atención del desarrollo de Windows Phone 7 y provocó luchas internas entre los equipos de Kin y Windows Mobile.

Una vez cancelada la aventura Kin cerrando un episodio que ha decepcionado a los propios trabajadores de Microsoft y ha puesto en duda la capacidad de la compañía para recuperar terreno en el segmento del móvil, Microsoft tiene otra oportunidad con Windows Phone 7.

Un sistema que contará con terminales hardware a la altura de los mejores del mercado y una distribución mejor planificada por Microsoft y las operadoras que lo comercialicen. Windows Phone 7 apunta maneras aunque llegará bastante tarde seguramente con un mercado saturado dominado por Apple y Google en smartphones, RIM en la gama profesional y Nokia en la gama baja.