Mobile World Congress 2013: primeras impresiones

Me gusta el Mobile World Congress porque me encantan los móviles y me enamora Barcelona. Menudo cóctel. Por eso todos los años busco un hueco o una excusa en la agenda para dejarme caer por esta feria única que nos hace olvidarnos de la crisis que sufrimos y nos convierte en epicentro mundial de la tecnología. Dicen que 70.000 profesionales -a una media de 1.000 euros por pase- se han acercado a Barcelona. Lo cierto es que este fin de semana hoteles y restaurantes estaban repletos. Y aunque hay que ir ojito avizor con los precios para foráneos, este «no hay billetes» que marca Barcelona es una alegría en estos tiempos austeros.

A pesar de que era de los nostálgicos que echaba de menos el encantador recinto ferial de Plaza de España, el cambio a las instalaciones de la Fira 2  en Hospitalet ha sido para bien. Ayer asistí a la inauguración de las dos torres que rememoran las del anterior recinto por parte de la alcaldesa de ese pueblo anexionado a Barcelona. Y la verdad es que no cabía en sí de gozo por lo que significa para Hospitalet este evento.

Pero vayamos a lo nuestro, a esta nueva edición del Mobile World Congress 2013. Da gusto recorrer pabellones y pabellones repletos de stand bien montados, cientos de novedades en vitrinas, infraestructuras cómodas y que funcionan (espectacular el área de prensa para medios y analistas con cerca de 500 puestos bien equipados), buenos hoteles alrededor, metro a la puerta…

En hoteles como el Porta Fira, símbolo del nuevo área ferial, se celebran muchos actos paralelos como el de Samsung. Parece que la feria no da abasto.

Llevo 24 horas en Barcelona y ya he tenido tiempo de ver las novedades en el nicho tablet de Samsung, los nuevos Nokia 720 y 520 (este último autodenominado por la compañía como el smartphone más barato del mercado), los Android de Huawei, los nuevos tablet de Sony, la apuesta de Telefónica por Mozilla Firefox (tenemos las declaraciones de César Alierta)… Y me queda mucho en el tintero. Por no hablar de las keynotes y charlas estratégicas. Porque aquí se cuece el futuro de muchas compañías. Sorprende ver mas «analistas» que periodistas. Y es que las grandes firmas necesitan mensajes creíbles, que transmitan confianza para que la Bolsa no la tome con ellos.

La noche es otro apartado que marca siempre el MWC. Todos los sitios de moda de Barcelona están copados para las fiestas privadas de la mayoría de las firmas. La verdad es que uno tiene un compromiso porque no se puede comer ni beber varias veces. Y menos cuando al día siguiente a las 8 en punto ya se está pateando el recinto. Porque aquí los horarios son americanos. Las primeras ruedas de prensa estratégicas hoy han sido a las ocho de la mañana (LG) y a las 8,30 Nokia.

En nuestra publicación hermana MuyComputer encontraréis una amplia cobertura de todo lo que está pasando en el Mobile World Congress 2013, una feria imprescindible ya en mi agenda (y en la de 70.000 profesionales). Aquí están todos los que son y los que quieren ser algo en la arena del móvil, menos Apple que como siempre juega por libre.

Cacharreando con los últimos Nokia Lumia, entre ellos el 520, el smartphone más barato del mercado, 139 euros.

Otra curiosidad, el S-Pen teléfono que convierte un Galaxy Note en un ligero móvil.