La industria tecnológica intenta apelar las políticas de Obama

El pasado mayo, alrededor de 140 empresas tecnológicas, defensores de la privacidad, expertos en criptología y ejecutivos del gobierno pidieron al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que rechace cualquier proposición que fuerce a las empresas a debilitar la seguridad de su software y crear puertas traseras para las agencias de seguridad.

Hoy leemos en Reuters, que estas empresas siguen decididas a prevenir a Obama de los peligros de imponer unas políticas que podrían debilitar sus sistemas de cifrados.

Para ello han redactado una carta dirigida al presidente Barack Obama en la que las asociaciones de la industria, representadas por las principales empresas de software y hardware declararon estar «en contra de cualquier acción política o medidas que socaven el cifrado como una herramienta disponible y eficaz«.

El Consejo de la industria tecnológica de la información y el software y la Asociación de la industria de la información, representada por gigantes tecnológicos como Apple, Google, Facebook, IBM y Microsoft, han lanzado su última carga en esta lucha por evitar el acceso del gobierno a los teléfonos móviles y otros dispositivos digitales.

La Administración Obama ha presionado a las compañías para adaptar su cifrado en un punto intermedio en el que la administración pueda investigar actividades ilegales como una amenaza de terrorismo, pero para ello no debería debilitarse la seguridad hasta tal punto que un hacker pueda atravesarla con facilidad.

Hasta ahora la  Casa Blanca no ha explicado en que consistirían estas medidas legislativas y que objetivos cumplirían. La semana pasada el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, describió esta situación como «un desafío espinoso» que tiene la atención de Obama.

Earnest, reconoció también los esfuerzos de las compañías tecnológicas para proteger las libertades de los norteamericanos. Añadió que «no quieren estar en una posición en la que su tecnología ayude o instigue a quien está intetnando llevar a cabo actos de violencia«.

Esta carta también ha sido enviada al director del FBI, James Comey, al secretario de seguridad nacional, Jeh Johnson y a la fiscal genera Loretta Lynch entre otros jefes de gabinetes.