Google congela sus planes de desarrollo del smartphone modular Project Ara

Alphabet y Google se encuentran replanteándose muchos de sus proyectos menos rentables, lo que implica la reestructuración de algunas divisiones, sobre todo de hardware, e incluso la congelación de muchos de ellos. Hace unos días se desveló que prácticamente todo el equipo que trabajaba en el desarrollo de la plataforma de Nest iba a pasar a formar parte de la división de Google centrada en Internet de las Cosas, y ahora le ha llegado el turno al Project Ara, el smartphone modular con componentes intercambiables. Según avanza Reuters, la empresa ha decidido congelar el desarrollo de este smartphone.

Que a estas alturas Google deje de desarrollar Project Ara es una sorpresa para muchos, a pesar de haber sufrido ya varios retrasos. Sobre todo para los socios con los que Google había llegado a un acuerdo. Los de Mountain View incluso confirmaron en ficha conferencia el lanzamiento este otoño de una versión de Ara para desarrolladores.

Previamente, ya trabajaba con varias empresas como la portorriqueña Yezz Mobile, que incluso trajo prototipos del smartphone modular al Mobile World Congress en 2015. Pero no salió bien, ya que Google decidió, en otoño pasado, congelar sus planes para vender este producto en Puerto Rico, el primer país en el que iba a testar su acogida por parte del público en general.

Así que por ahora, el desarrollo de es smartphone modular se queda en el limbo, a no ser que en Google firmen acuerdo de licencia con sus socios autorizándoles a que lancen al mercado productos con esta tecnología.

Más que una realidad, los smartphones del Proyecto Ara han sido siempre una expecie de experimento, acogido con gran entusiasmo por muchos usuarios de tecnología avanzados, dado que veían en él una solución para expandir las posibilidades de un teléfono convencional, a la vez que el aumentar la vida útil del teléfono en caso de poder reemplazarse sin desechar todo el terminal.

Pero a pesar del trabajo, el resultado no ha pasado de ser un aparato de cierto grosor y aspecto algo tosco. Además, fabricarlo resultaba bastante caro, lo que no atraía precisamente la atención de los fabricantes más populares y potentes del sector. Quién sabe si veremos smartphones completamente modulares en el futuro, pero por ahora todo ha quedado en una utopía muy cara.

Foto: Maurizio Pesce