Gartner: la transformación digital ya ha comenzado

¿Cuánto tiempo llevamos hablando de la transformación digital? Bastante, en realidad, pero hay que tener en cuenta que se trata de un cambio complejo, pues a diferencia de lo que todavía piensan algunas personas, no solo es un cambio tecnológico.

En realidad, hablamos de un proceso muy abstracto en el que hay que replantearse todo el funcionamiento de las empresas, y en qué aspectos se puede ver beneficiada por la implantación de sistemas y procesos basados en TIC. Y solo entonces, realizado este profundo análisis, llevar a cabo la parte operativa del cambio, es decir, la implantación de esos sistemas que, en la fase previa, se ha determinado que resultarán positivos.

Tengamos en cuenta que estamos hablando, por lo tanto, de tomar una organización basada en un sistema «clásico» y que tiene que cambiar por completo para introducir las nuevas tecnologías en su nuevo ADN.

Esta es la razón por la que hablamos de un proceso gradual, al que las empresas se van sumando poco a poco. Y es que, aunque los principales responsables de TIC sí que son muy conscientes de la necesidad de esta evolución, en bastantes ocasiones esa apreciación no es compartida por el resto de directivos, que ven con cierto temor un cambio tan profundo, y por lo tanto prefieren mantenerse en sus modelos tradicionales.

El problema es que, con esa actitud, están concediendo una gran ventaja a su competencia, que sí que puede iniciar el cambio y, de esta manera, obtener una importante ventaja competitiva con respecto a sus rivales.

No obstante, y tal y como publica la consultora Gartner, el interés por ese cambio cada vez gana más peso entre los CEOs, los responsables finales de que se tomen medidas en esa dirección. Así es según una encuesta llevada a cabo por la compañía entre 388 directores ejecutivos de empresas de gran tamaño (la mayoría de ellas, con niveles de ingresos superiores a los 1.000 millones de dólares anuales) durante el último trimestre de 2016.

Según este estudio, la adopción de sistemas TIC ocupa la segunda posición entre los intereses de los CEOs, solo por detrás de los planes de crecimiento de sus compañías. Lo paradójico de este dato es que, por norma general, la transformación digital es, en la mayoría de los casos, un puntal fundamental para poder llevar a cabo acciones relacionadas con dichos crecimiento y expansión.

Lo mejor, eso sí, es que la presencia de la tecnología ha ganado, en unos pocos años, muchísimo peso en las agendas de los directivos, que en este momento ya comprenden perfectamente que contar con una sólida base tecnológica es imprescindible para mantener la competitividad en estos tiempos.

Consejos de dirección, base del cambio cultural

El 47% de los participantes en el estudio reconocen que esa necesidad les ha sido transmitida por los consejos de dirección de sus compañías, y más de la mitad de los entrevistados (el 56%) afirman que los cambios que han llevado a cabo a este respecto se han traducido en un incremento en los beneficios económicos.

Algo, y vuelvo a lo que mencionaba anteriormente, imprescindible para empezar a plantear cualquier tipo de plan de crecimiento y expansión. Así, el cambio en el planteamiento por parte de estos directivos ha llegado al punto de que incluso el 20% de los entrevistados se plantean, para nuevos modelos de negocio, el paradigma digital first, es decir, la puesta en marcha de los mismos en plataformas digitales (apps, web, etcétera).

Un ejemplo de ello podría ser la nueva política del BBVA, entidad en la que ahora la mayoría de las cuentas se abren directamente a través de Internet, ya sea desde la web o, incluso, con el teléfono móvil.

Eso sí, que los CEOs ya tengan clara esa necesidad no significa que sepan cómo llevarla a cabo. Por ejemplo, más de la mitad de los participantes en el estudio de Gartner no sabrían crear y manejar las métricas necesarias para valorar, tras llevar a cabo un proceso de transformación digital, si este ha resultado exitoso o no.

Así, como indicábamos al principio, su única métrica es el incremento en el volumen de beneficios, algo a lo que está destinado este cambio, pero hay otros muchos aspectos a tener en cuenta (productividad, movilidad, satisfacción del cliente, etcétera), para los que es necesario contar con profesionales.

Estos directivos deben trabajar de una manera muy estrecha con CIOs, CTOs, directores de sistemas, etcétera, que son los que planifican los pasos para llevar a cabo la transformación digital, además de evaluar el resultado de los cambios y la realización de cuantos posibles cambios puedan hacerse necesarios durante el mismo.

Y, lo que es todavía más importante, entender que la transformación digital no es un cambio aislado, es decir, no hablamos de una operación que se realice en un momento concreto y se pueda dar por finalizado. La verdadera transformación digital es una evolución constante y, por lo tanto, hay que mantener siempre la capacidad y los recursos necesarios para responder de manera rápida y ágil a cuantas necesidades y oportunidades surjan en el futuro, aunque esto conlleve el tener que realizar nuevos cambios en esa base tecnológica de las empresas.